Sara Hernández, presidenta del Sistema Estatal para el Desarrollo Integral de la Familia (SEDIF), informó que ha disminuido la atención a niños que han sido víctimas de acontecimientos de violencia en la entidad, al grado de que hace meses la Casa Cuna estuvo sobresaturada y en este momento se logró la reintegración de muchos de ellos con familiares cercanos.
Comentó que la Casa Cuna tiene capacidad para 50 menores, pero hubo un momento en el que eran atendidos 95, además de la gran cantidad de adolescentes que se albergaron en la Casa Hogar para Jóvenes.
Sin embargo, expuso que las trabajadoras sociales han visitado a las familias en los municipios y muchos de los niños han sido reintegrados en su núcleo familiar y, en caso de que su familia no es apta, se busca a sus abuelos o tíos que puedan recibirlos.
“Solamente se entregan a familiares cuando ha sido resultado de varias visitas y de varios estudios. La mayoría han sido exitosos y los que o han sido exitosos son por situaciones graves, como uno un menor que llegó mutilado”, indicó.
Entre los niños que se atienden en este momento, Hernández Campa dijo que hay la intención de realizar un trabajo integral y para ello se cuenta con un equipo de psicólogos, tanatólogos y tratamos que vayan a catecismo, a natación y que vayan a su escuela de forma ordinaria.
En caso de que los niños hayan tenido alguna experiencia lamentable o extraordinaria, dijo que se implementan diversas acciones para que los niños traten de superarlas y que puedan trabajar con sus emociones.
En ese contexto, consideró que en la actualidad hay muchas familias disfuncionales que no han alcanzado a entender cuál es su compromiso con la sociedad y ese es un tema que debe ser asumido por la sociedad.
“Esta es la sociedad que tenemos y tratamos de cambiar el chip, de que tenemos un compromiso muy grande como sociedad, como padres de familia y como gobierno para sensibilizar sobre la responsabilidad que tenemos”, expresó.
Por último, la presidenta del SEDIF mencionó que también se recibe a menores de edad que no están acompañados en las caravanas migrantes, a quienes se les atiende provisionalmente en la casa del adulto mayor, pero se busca rentar otra casa para brindarles condiciones más adecuadas.
