Durante los últimos 20 años, los diferentes gobernadores en el estado han realizado o pretendido grandes obras de infraestructura para distinguir su administración y, en no pocas ocasiones, con la sospecha de que su construcción obedeció a compromisos políticos y comerciales y no a necesidades sociales.
El sexenio que más obras llevó a cabo fue el encabezado por la entonces Amalia García Medina (2004-2010), en el que se destacaron proyectos como la construcción de la autopista Zacatecas-Saltillo, Ciudad Gobierno (que permitió el traslado de prácticamente toda la burocracia a la zona norte de la ciudad), un nuevo Hospital General en la capital del estado, el Palacio de Convenciones y la ampliación de Tránsito Pesado.
Durante ese gobierno, también se propuso la construcción de un viaducto elevado en el boulevard Adolfo López Mateos, pero la entonces gobernadora admitió las observaciones del Consejo Internacional de Monumentos y Sitios (Icomos) por su impacto negativo en el título de Patrimonio Mundial de la Humanidad y finalmente detuvo el proyecto.
En su lugar, se hizo la ampliación de Tránsito Pesado y la actual Plaza Bicentenario con varios niveles de estacionamiento debajo, además de pasos a desnivel que resolvieron el problema de tráfico que provocaba la presencia de semáforos en el boulevard mismo.
Posteriormente, el gobierno del priísta Miguel Alonso Reyes (2010-2016) no se caracterizó por realizar grandes obras de infraestructura, pero entre las más emblemáticas fue la construcción de glorietas en el acceso principal de los 58 municipios de la entidad, mismas que fueron señalados por sobrecostos.
En este periodo también se edificó el Centro Cultural Toma de Zacatecas, para el cual se destinó una inversión de alrededor de 400 millones de pesos, pero esta espacio rápidamente se convirtió en un ”elefante blanco”, puesto que nunca ha sido utilizado como recinto cultural o para los fines para los que fue creado por carecer de las condicionesmínimas. Actualmente una parte del inmueble es sede del Bachillerato Militarizado.
Otra obra polémica de Alonso Reyes fue la remodelación de la Casa del Gobernador, en la que el entonces jefe del ejecutivo mandó hacer espacios a imagen y semejanza del hotel Bellaggio ubicado en Las Vegas, con elementos decorativos y materiales de importación sumamente costosos.
Posteriormente, con el gobierno de Alejandro Tello Cristerna (2016-2021), no hubo grandes proyectos de infraestructura, entre ellos solo se construyó la vialidad Manuel Felguérez, en la capital del estado, y la ampliación de la carretera que conduce a Plateros, en el municipio de Fresnillo.
Durante esta administración hubo el compromiso de construir la autopista Zacatecas-Aguascalientes, pero la gestión de recursos ante la federación no se concretó y, por tanto, no se cumplió.
También se pretendió llevar a cabo el proyecto de la presa Milpillas, mediante la cual se planteaba trasladar agua para abastecer el corredor Fresnillo-Calera-Zacatecas-Guadalupe, pero los ejidos de la región no cedieron a los artilugios y estrategias gubernamentales para ceder sus tierras y no se concretó. Hasta la actualidad, esta obra no se ha quitado el estigma de que su intención solo es favorecer a las grandes industrias.
Por último, el gobierno que encabeza David Monreal Ávila ha centrado su atención en dos proyectos: el viaducto elevado en el boulevard Adolfo López Mateos, el cual ha propiciado un amplio debate porque, de acuerdo con especialistas, es una obra que no es necesaria y que se pretende imponer por intereses económicos, además de que argumentan, repercutiría en el título de Patrimonio Cultural de la Humanidad, y nuevamente la presa Milpillas, de la cual la presidenta electa Claudia Sheinbaum se comprometió a impulsarla.
Aunado a ello, esta administración plantea la construcción del Platabús, un medio de transporte que también se había presentado en el gobierno priísta anterior, además de la ampliación de vialidades en la zona conurbada de Zacatecas-Guadalupe.