El Presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, está en el último año de un Gobierno que ha dejado huella.
Las políticas públicas están dando resultados concretos, mejoran la vida de millones de mexicanos, sobre todo los más pobres y desprotegidos. Hoy, más de 30 millones de familias reciben algún programa social de manera directa, lo que habla del enorme alcance de esta estrategia.
En materia económica, se ha logrado una recaudación récord pese a no aumentar impuestos, gracias a combatir la evasión fiscal de grandes empresas. Esto ha permitido mayores inversiones sociales sin contratar deuda adicional. También se ha fortalecido Petróleos Mexicanos (Pemex) y la Comisión Federal de Electricidad (CFE), tras el rescate del sector energético de manos privadas. Aunque la pandemia afectó a muchos sectores, se logró salir adelante, la agricultura creció y el T-MEC da certidumbre a la economía nacional.
Otro gran acierto ha sido el impulso a programas como las Becas “Benito Juárez”, que brindan oportunidades educativas a millones de jóvenes. El aumento salarial a maestros y la entrega de libros de texto gratuitos garantizan el derecho a la educación. En salud, el IMSS-Bienestar busca llevar servicios universales a zonas marginadas, así como la atención de la pandemia que, aunque dolorosa, fue enfrentada con eficacia.
En materia de seguridad, la Guardia Nacional y el enfoque de prevención social han dado resultados iniciales al reducir delitos. La aplicación de la política de «abrazos, no balazos» es una apuesta por solucionar las causas que generan la violencia. Además, la lucha contra la corrupción ha permitido profesionalizar a fuerzas policiales y combatir las bandas del crimen organizado.
Sin duda, el mayor acierto ha sido la implementación de los Programas para el Bienestar, que mediante becas, pensiones y entrega directa de recursos, han sacado de la pobreza a millones. El nuevo Banco del Bienestar brindará servicios financieros universales. Este enfoque de atender primero a los más necesitados muestra un camino humanista para construir una patria más justa e incluyente.
Un apartado especial en la gestión del Presidente Andrés Manuel López Obrador son los notables avances en infraestructura, que reflejan un esfuerzo sostenido por modernizar y expandir la capacidad del país en varios sectores clave. Estos logros son indicativos de un compromiso firme con el desarrollo económico y social de México.
Se ha priorizado la rehabilitación de seis refinerías existentes con una inversión de 40 mil 158 millones de pesos. Además, la adquisición de la Refinería de Deer Park en Texas y la construcción de la Refinería Olmeca en Tabasco marcan pasos estratégicos hacia la autosuficiencia energética. La Refinería Olmeca, con una inversión de 11 mil millones de dólares, se enfoca en procesar 340 mil barriles diarios de petróleo crudo.
Se ha detenido la caída en la producción petrolera, que ahora se incrementa a 1 millón 791 mil barriles diarios. Paralelamente, el gas extraído ha aumentado a 4 mil 795 millones de pies cúbicos diarios, y las reservas petroleras se han incrementado en un 6 por ciento.
La Comisión Federal de Electricidad aumentará su capacidad instalada en cerca de 10 mil megawatts, con una inversión de 9 mil 300 millones de dólares, enfocándose en energías limpias y la modernización de 16 hidroeléctricas. Destaca la construcción del parque de energía solar más grande de Latinoamérica en Puerto Peñasco, Sonora.
Se trabaja en la instalación de 3 mil 800 antenas para garantizar el servicio de internet gratuito en espacios públicos, especialmente en escuelas y hospitales, cubriendo todo el territorio nacional.
La construcción de la presa de Santa María en Sinaloa y la infraestructura de riego en Sonora, Sinaloa y Nayarit, permitirán regar 100 mil hectáreas, mejorando significativamente la agricultura en estas regiones.
Se han invertido 71 mil 500 millones de pesos en el mantenimiento de 40 mil 516 kilómetros de carreteras. Se destacan 522 kilómetros de nuevas carreteras y libramientos y la construcción de puentes estratégicos como el de 8 kilómetros sobre la laguna Nichupté en Cancún.
Un proyecto emblemático es el Tren Maya, una obra ferroviaria de 1 mil 554 kilómetros, la más grande en construcción a nivel mundial. Este proyecto fomentará el turismo y el desarrollo en la península de Yucatán. Además, se modernizan rutas ferroviarias de carga y pasajeros en diversos corredores del país.
La inauguración del Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles y Tulum, junto con modernizaciones en otros aeropuertos, reflejan un esfuerzo por mejorar la conectividad aérea y fomentar el turismo.
Se han invertido 38 mil millones de pesos en mejoramiento urbano en 135 municipios, incluyendo la construcción de unidades deportivas, parques, y la reconstrucción de edificios y templos históricos.
Con una inversión de 80 mil millones de pesos, se modernizan 19 aduanas fronterizas del norte, dos en la frontera sur y 16 portuarias, lo que ha incrementado los ingresos aduaneros significativamente.
Estos logros en infraestructura son indicativos de una visión amplia y estratégica del Presidente López Obrador, quien busca impulsar el desarrollo económico y social de México a través de una mejora sustancial en sus capacidades de producción, transporte y servicios. La inversión en infraestructura, además de generar empleo, es fundamental para fortalecer la economía nacional y mejorar la calidad de vida de los ciudadanos. Estos proyectos, al completarse al cien por ciento, generan un impacto significativo en el crecimiento económico y desarrollo social del país.
Pese a la adversidad, el gobierno de Andrés Manuel López Obrador avanza en la construcción de una Cuarta Transformación para México, basada en principios de igualdad, honestidad y libertades ciudadanas. Sus logros iniciales apuntalan la esperanza de millones en un futuro donde prive la fraternidad entre todos los mexicanos. Aún queda mucho por hacer, de ahí, la necesidad de que se consolide la continuidad con cambio y demos paso al segundo piso de la transformación, de mano de la Dra. Claudia Sheinbaum; pero sin duda se va por el rumbo correcto hacia la justicia social tan anhelada.
