Con la ponencia “Feminismo interseccional”, la investigadora española Paola Marugán Ricart compartió ante el cuerpo docente y alumnado del Doctorado en Estudios Contemporáneos de la Benemérita Universidad Autónoma de Zacatecas (BUAZ), una introducción a la interseccionalidad como herramienta de análisis para estudiar la opresión y la discriminación.
La interseccionalidad es una herramienta que surgió en el corazón de los feminismos negros, afrodiaspóricos y afrodescendientes, para develar la confluencia de sistemas de opresión, frente a enfoques que limitan el análisis a una sola categoría, como raza, género o clase, explicó la investigadora durante su ponencia, la cual formó parte del seminario «Debates teóricos-metodológicos contemporáneos en estudios feministas y de género».
Por tanto, la interseccionalidad estimula el pensamiento complejo, haciendo frente a la reproducción de esencialismos y estereotipos sobre las mujeres negras, para reconocer también en ellas una pluralidad de condiciones y experiencias.
Los privilegios de la blanquitud, la heterosexualidad, el capacitismo y otras condiciones, son señalados por medio del análisis interseccional.
Paola Marugán leyó el estrujante y poderoso discurso de la abolicionista Sojourner Truth Ain’t I a Woman del que se desprende el siguiente fragmento: “He parido trece hijos, y he visto a la mayoría de ellos vendidos como esclavos, y cuando lloré con mi dolor de madre, ¿quién fue que me escuchó sino Jesús?… ¿Y acaso no soy yo una mujer?”.
Este discurso, un punto nodal del feminismo interseccional de las mujeres afroamericanas, antecedió en esta ponencia, al abordaje del pensamiento de feministas interseccionales brasileñas que Marugán ha estudiado de cerca, por sus experiencias en comunidades afrobrasileñas.
Leila González, pionera del término Amefricanidad (que busca reivindicar la identidad afrodescendiente, desafiando las etiquetas impuestas por la colonización), se enfrentó al feminismo hegemónico, defendiendo la lucha por la justicia racial y de género como una aspiración colectiva y transformadora de las estructuras sociales, refirió Paola Marugán.
Una de las críticas a la interseccionalidad que la investigadora y curadora de arte abordó, fue la del riesgo de que esta herramienta metodológica se convierta en una metáfora, una moda académica que termine por despolitizar su propósito, como lo hacen los análisis interseccionales que, desde el norte global, eliminan el concepto de raza, “borrando así de la ecuación, los privilegios de blanquitud de las personas que estamos investigando o de las propias investigadoras”, advirtió Marugán Ricart.