Historia y Poder
Juntos Diablo, Carne y Mundo: una historia moral de la nueva Galicia, de José Arturo Burciaga y Juan José Macías, La Fantasía como poética de la Perversión, de Mayra Macías, y Goitia de Antonio Luna Arroyo, los tres vienen a mi estante a deslumbrarlo todo, a cuestionar y hacer turbulencias, a embelesarnos nuevamente por la maravilla zacatecana.
Del primer libro, los dos escritores nuevamente deslumbran por esos 13 expedientes divididos en dos partes, en donde cuentos, historia y paleografía, son vecinos de dos dibujantes frenéticos y talentosos como Luis Rolando Ortiz y Javier Cordero, y hablan y cuentan y documentan sobre el comportamiento sexual de curas, monjas, amancebadas, huérfanas y desvalidas en la historia zacatecana en un volumen bien impreso de casi 500 páginas.
Toda una odisea y con el frenesí de hacerlo bien y lleno de cuentos que recrean los expedientes reales en donde se consignaban casos y hechos de profanaciones sexuales, de pedofilia y de zoofilia, de homosexualidad y de violaciones, de alcaldes puntuales para la denuncia o la omisión, un rostro de aquella época no tan distante en muchos pecados y delitos.
Juan José Macías nuevamente con un talento y actitud serena para la recreación divertida, para la edición y el empuje del volumen, el señor Burciaga, por demás, la columna del libro al haber encontrado los dichos documentos y su muy acertada redacción acerca de la época, ambos con sendas dedicatorias a sus amigos y amigas preferidas, como refrendando el libro se vendiera por anticipado y vaya que es una bella edición que viene a consolidar su prestigio y su talento.
Del segundo libro de Mayra Macías, de entrada se ve a una escritora ensayista con un talento por demás deslumbrante, egresada de la unidad de letras de la UAZ, la joven plantea un osado libro donde el discernimiento entre fantasía, perversión creadora y literatura se entrelazan con planteamientos que tienen que ver con las grandes corrientes del psicoanálisis, la embriaguez del antidiscurso y es un claro ejemplo del talento de estas nuevas generaciones que se llevan por delante el aplauso, la admiración y la re-lectura estudiosa como fuente inagotable y referencia de buenas recitaciones, y más aún: de enseñanza que hipnotiza, que alerta, que seduce.
Goitia, de don Toño Luna, es por demás, un documento que me encontré en los libros de viejo y promete ser un gran estudio acerca del pintor zacatecano y cuya edición de 1958 aún no ha sido clarificada en su totalidad acerca del gran acervo y aventuras de este pintor que fue fuente de inspiración para muchos otros a nivel mundial.
Promete ser un gran agasajo y horas de estudio que bien merecen mi atención.
Fascinado siempre con lo de ustedes, claro que me faltan como 12 mil libros de su grandioso acervo, para entenderlos a cabalidad, para descifrarlos. Y no exagero. ■
