A consecuencia de la escasez de lluvias y la falta de apoyos a los productores de maíz, se prevé que la superficie de siembra pueda disminuir considerablemente lo que originaría que las autoridades opten por importar granos de otros países e incluso esta medida pueda finalmente repercutir en el precio de la tortilla, alimento básico de la dieta del mexicano.
Juan Carlos Dávila Arteaga, presidente de la Gran Alianza de Industriales de la Masa y la Tortilla manifestó que una de las principales inquietudes que manifiesta el gremio es la futura escases del grano, las bajas superficies de siembra alertan a sus agremiados quienes se suman al llamado de poder beneficiar a los productores de maíz.
El representante de los industriales reveló que dentro de los establecimientos que representa, ninguno de ellos utiliza el famoso maíz transgénico tal y como han denunciado las autoridades y actualmente solo es implementado en el sector ganadero como alimento de animales que forman parte de la cadena alimenticia.
“Siendo una cosecha altamente productiva en el estado de Sinaloa donde ahí se tiene una sobreproducción, no entiendo como permiten abrir las puertas para traer maíz amarillo y no blanco cuando los establecimientos solamente utilizamos el blanco para la transformación a alimento” cuestionó Dávila Arteaga.
El informante lamentó que la tortilla no forme parte de los 40 productos de la canasta básica y avizorando que los efectos negativos de la pandemia aun pegan a algunos establecimientos y como consecuencia representa falta de empleo, cierre de negocios y muchos más en cartera vencida que pudieran caer en quiebra.
El llamado que hacen los afiliados es particularmente a las autoridades federales y estatales para apoyar de manera directa al productor, de lo contrario, los industriales tendrán que efectuar las compras del maíz de manera directa con los productores para beneficio de ambos sectores, y en ese sentido se cuestionó que cual sería el apoyo por parte de sus representantes.
Actualmente se tienen 30 millones de hectáreas destinadas al área agrícola y se cuentan con más de 60 variedades de maíces nativos; en ese sentido los compradores de maíz se cuestionan porque se tiene que importar los granos de otros países cuando existe la demanda del maíz denominando Sinaloa.
Destacó que en este ciclo agrícola otoño invierno, una gran superficie de tierras en la entidad aún no se encuentran preparadas para la siembra de maíz y la situación preocupa a los industriales. Pese al adverso escenario, el líder tortillero explicó que los establecimientos de la Gran Alianza no están en condición de anunciar un nuevo aumento de precios en el alimento.
“Es un sector tan relevante y tan importante que es complemento de cualquier alimento, la tortilla no puede quedar fuera y lamentablemente no se le ha puesto la atención que se le requiere y aquí se afecta al sector productivo, alimentario, primario y por lo tanto a la sociedad en general porque no hay mexicano que no consuma tortilla” sentenció.
La crisis dijo, es muy grave que no se alcanza a dimensionar, aunque el llamado de auxilio a las diferentes cámaras de representantes y a las autoridades federales ya se ha presentado en múltiples ocasiones, pero la respuesta pasiva y casi nula desalienta a los campesinos quienes poco a poco pierden el interés en sembrar el maíz blanco.
Recordó que el 2 de enero de 1999, el precio de la tortilla quedó liberado por parte de las autoridades federales y es con base a la oferta y la demanda y por ello existe en el gremio la libertad de poder trabajar con los campesinos que tienen desde media hectárea hasta una amplia superficie de siembra y ese esquema desde hace varios años se aplica.
Según Dávila Arteaga, el problema es que no se ha dado una real atención al campo que necesita, por ello, los industriales adelantan que los meses más complicados para ellos serán de octubre, noviembre, diciembre y enero; recalcó que los afiliados a su organización, hasta el momento, no han analizado la posibilidad de incrementar el costo del kilo de tortilla.
Para aminorar los efectos que impactan de manera negativa a los industriales, han iniciado con la transición de tortillerías a cocinas económicas donde se comercializan productos que incluyen lo más elemental que requieren las amas de casa y con ello competir un poco con la oferta de lagunas tiendas de abarrotes.
Con compras consolidadas de maíz Sinaloa, es una de las medidas que las cerca de 120 tortillerías que se encuentran distribuidas en El Mineral pretender implementar la escasez de grano blanco para su producción, pero al terminar las cosechas comprometidas, será necesario implementar otro tipo de medidas para garantizar el alimento a las familias y los establecimientos.
Como referente estatal, el precio del kilogramo de tortilla en Zacatecas oscila entre los 20 y 25 pesos, particularmente en Fresnillo en promedio es de 22 pesos por unidad de medida. A nivel nacional el precio es de 28 pesos, lo que provoca que uno de los alimentos fundamentales de la dieta de los mexicanos se encuentre fuera del alcance de varios ciudadanos.
