Al día de hoy, en México, cerca de 360 mil personas se ubican en municipios costeros, propicios a ciclones e inundaciones, y otros 100 mil se encuentran en zona de sequía extrema, y para el año 2050 ascenderán a 3.1 millones de personas, pues “este es el pronóstico y la amenaza a la que debemos hacer frente”, expresó el diputado federal Alfredo Femat, este viernes, en la presentación del proceso para la elaboración del Reglamento de la Ley de Cambio Climático para el estado de Zacatecas y sus municipios.
“La vida de nuestro planeta y la de nuestras generaciones futuras está en riesgo; esto exige cooperación eficiente, así como redoblar esfuerzos y emprender más acciones que discursos. Cualquier propuesta que no tenga, como fundamento, un cambio en la estructura económica, será inútil. Debemos poner en marcha una revolución industrial verde que genere beneficios para todos, en vez de acumular capital en manos de unos pocos. La manera de hacerlo en un estado democrático es formulando normas jurídicas e incluyentes con proyección social”, enfatizó Femat.
En el evento estuvieron presentes los titulares de la Secretaría de Agua y Medio Ambiente (SAMA), Susana Rodríguez Márquez, y de la Organización Política y Legislación Ambiental (POLEA), Andrés Ávila Akerberg; la titular de SAMA afirmó que es necesario implementar una reforma en coordinación con la legislatura, tanto federal como estatal, porque hay casos relevantes en los que debe aplicarse la ley para conservar el ambiente.
“Hoy participamos activamente en el círculo virtuoso de la reglamentación, desde lo administrativo de una ley de cambio climático convertida en herramienta, que dota de facultades operativas a quienes impulsamos políticas públicas con enfoque ambiental”.
Por lo que destacó que “reglamentar requiere técnica normativa en dos aspectos fundamentales, el primero, atender la intencionalidad del legislador al diseñar el precepto legal, evitando, desde lo administrativo, convertirnos en hacedores de normas, y segundo, no generar lagunas o vacíos que, de haberlos, se deberá colmarnos atendiendo al estricto ámbito competencial”.
“Aprovechamos la coyuntura para sentar bases sólidas desde lo normativo, sin soslayar una visión integral a corto, mediano y largo plazo. Con una visión de largo aliento, no hagamos trajes rígidos, estrechos o ajustados a compromisos de periodos gubernamentales o personales, trazados para atender una circunstancia dada, sino que nuestro traje debe tener la holgura suficiente para irse adecuando a nuevas circunstancias y requerimientos sociales porque la única constante que todos tenemos es el cambio”, finalizó.
