La inseguridad, la falta de inversión y la ausencia de políticas acertadas del gobierno local, son los factores por los cuales el estado no genera crecimiento ni desarrollo económico, opinó José Luis Guardado Pérez, docente de la Unidad Académica de Economía de la Benemérita Universidad Autónoma de Zacatecas (BUAZ).
“A nivel nacional ni siquiera se ha alcanzado el crecimiento que hubo cada año durante los sexenios anteriores, pero en Zacatecas la situación es verdaderamente lamentable y sin una política acertada del gobierno local, la crisis que está pegando, a nivel nacional, nos está abatiendo por completo en el estado”, expresó.
En ese sentido, dijo que no hay condiciones favorables para que la economía en el estado pueda crecer en un nivel aceptable para alcanzar objetivos que ayuden a mejorar la situación actual.
“El gobierno va a
cerrar el sexenio
con una situación
económica de franco
estancamiento o crisis”
En el país, refirió que se necesita un crecimiento de la economía de más de 4 o 5 por ciento, lo cual permitiría salir de la crisis, pero “eso no está a la vista y me temo que el gobierno va a cerrar el sexenio con una situación económica de franco estancamiento o de crisis”.
Guardado Pérez explicó que el motor de la economía mexicana es “el arrastre que puede dar Estados Unidos, pero también ahí está muy frágil y muy incierto”, por lo que no hay un buen panorama.
Ni a nivel nacional ni estatal, agregó, se han logrado generar las condiciones propicias para que haya confianza empresarial y que esto se formalice en inversiones y así lograr que la economía repunte, de forma que en ese aspecto sí hay responsabilidad del gobierno federal y estatal.
“Creo que ahí sí hay responsabilidad del gobierno en todos los niveles porque no ha logrado inspirar la confianza suficiente en el sector empresarial. Obviamente que las condiciones internacionales lo rebasan, pero las buenas intenciones no han sido suficientes”, detalló.
Aunado a ello, Guardado Pérez señaló que el gobierno no se ha atrevido a romper con el esquema neoliberal, de tal forma que le permita impulsar una política keynesiana agresiva de crecimiento, es decir, alta inversión pública sin importar déficit, un tipo de cambio más alto para impulsar la producción nacional y frenar las importaciones y una tasa de interés más abajo.
No obstante, tanto a nivel nacional como estatal, esa medida implicaría romper con el esquema neoliberal y de libre mercado que se impone a nivel internacional, pero esa no es la intención en la actual administración.
