Después de diez días de paro del edificio de lo que fue el Súper-ISSSTE, por el grupo de “Delegaciones Sindicales Democráticas”, la secretaria general del Sindicato del personal académico de la Universidad Autónoma de Zacatecas (SPAUAZ), Dra. Jenny González Arenas, tomó la definición política de no dialogar. Se debe recordar el contexto del paro para calibrar las implicaciones. No fue resultado de una ocurrencia o un hecho aislado. No fue decisión de un líder en busca de notoriedad o posicionamiento en la carrera por la rectoría. Al contrario, fue el resultado de una larga brega por transparentar los movimientos habidos en el sindicato que se relacionan directamente con los fondos comunes de los agremiados. Comenzó en una reunión de Coordinadora de Delegaciones el jueves 8 de agosto de 2024. Se preguntó de manera directa a la secretaria general si adquirió un edificio del ISSSTE. Respondió que no. Posteriormente, en declaraciones a diarios (e.g. “Rumores son para obstaculizar trabajo del SPAUAZ” La Jornada Zacatecas, 15/08/24), comentó: “…en este momento no puedo aseverar nada porque cometería un error si afirmo o niego esa situación pues realmente no está nada concreto”. Sin embargo, según documentos publicados por la mal llamada “Fundación”, los préstamos para adquirir el inmueble los contrajo desde el 21 de junio, y se los solicitó y aprobó ella misma. Al parecer, la certeza en adquirir el inmueble era tanta que se autoprestó todo el dinero en una misma fecha. Cabe observar que en el “Informe de la licitación”, la dra. González, en la “Cronología de la compra” afirma que pagó el 19 y 24 de julio. ¿Por qué entonces negar la compra el 8 de agosto y declarar en medios que no estaba concluido el asunto? ¿Qué faltaba? No lo ha dicho. En el ínterin las solicitudes de información por escrito no faltaron, y las respuestas a cada una de estas no llegó. Con eso se violó reiteradamente el artículo 15, fracción (e) de los Estatutos del SPAUAZ que a la letra dice: “Exigir y obtener de sus representantes sindicales cualquier información sobre asuntos sindicales”. Debe enfatizarse la palabra “exigir”. Cualquier sindicalizado puede exigir la información. Ahora, según la nota “SPAUAZ debe entregar reglamento de asociación civil” (El Sol de Zacatecas, 3/10/24) el rehusarse a entregar información es una definición política más del grupo que dirige al sindicato. Entonces, según parece, la dra. González decide convocar a Asamblea General extraordinaria para el día 24 de septiembre de 2024 para informar. ¿Por qué no informó antes? Desde julio o agosto. Ante ese evento, el grupo de “Delegaciones Sindicales Democráticas” decidió aprovechar la oportunidad y emplazar a la dirigente a que dialogara, consensara, llegara a acuerdos y proporcionase la documentación de todo el proceso. Desde el convenio entre la mal llamada fundación y el SPAUAZ hasta el proyecto de financiamiento de la reconstrucción del inmueble. Decidió, el grupo mencionado, emplazar, es decir: poner lugar y fecha para que se entregasen los elementos probatorios ante la actitud omisa de la secretaria La decisión de la líder sindical fue denominar “grupos de choque” a quienes querían dialogar y postergar la reunión. A partir de ahí el grupo “Delegaciones Sindicales Democráticas”, tras discutir, in situ la eventualidad, tomó la decisión colectiva, democrática y plural de mantener el paro hasta que se diese el diálogo. Con la condición de que se llevara a cabo con documentos fehacientes. Uno de los principios básicos del sindicato es que debe permitir la discusión y buscar la unidad. En esto fracasó la dirigencia sindical, pues mantuvo el conflicto, polarizó con sus declaraciones irresponsables y malinformó al gremio al aducir que sí hay la documentación que se pide. Para muestra de lo que ofrecen un botón. En el documento titulado “Contrato de mutuo simple” se dice que el SPAUAZ se fundó el 30 de abril de 1960, y aunque sí se establece la personalidad jurídica de quien en nombre del SPAUAZ adquiere la deuda, no ofrece el fundamento jurídico de las facultades que dice poseer. Y sin eso el convenio es nulo, como gustan de decir los voceros de la neoderecha cuando les conviene. Tampoco adjunta el acta de Asamblea, o de autoridad que haya dado el permiso, para que la secretaria de finanzas y patrimonio avale con su firma la deuda adquirida. Errores, ausencias, falta de diálogo, acusaciones y denostaciones. Y burlas, pues en la tabla de amortización se especifica que el adeudo es por 32,000,000,000 (treinta y dos mil millones). Lo importante de ese “Contrato de mutuo” es que constituye la demostración irrevocable de que el dinero de los agremiados no está seguro, y la mal llamada “Fundación” carece de medios de control interno. Es decir, la secretaria o secretario general puede disponer del dinero de los socios de la mal llamada “fundación” sin solicitar permiso de nadie. O al menos eso es lo que se comprometen a defender los seguidores de la Dra. González. Ya defiende el “dedazo” en la comisión mixta, ahora deberán argumentar que la secretaria general puede disponer, sin solicitar permiso de nadie del dinero de la fundación, ponerle el interés que quiera al préstamo y endeudar al sindicato. Cada día, esa expresión política se hunde más…
El SPAUAZ en su laberinto. El hundimiento
