Las elecciones que recién se realizaron en el ESTADO DE MÉXICO y en COAHUILA nos deben, o más bien, les deben, dejar claras lecciones a aquellos que toman decisiones dentro de lo que conocemos como LA CLASE POLÍTICA MEXICANA.
En principio, para aquellos que aseguran que la división de la COALICIÓN JUNTOS HACEMOS HISTORIA, en COAHUILA, fue la responsable de la derrota, en lo personal pienso que están total y absolutamente equivocados, porque, en primer lugar, los resultados nos indican que aun sumados los puntos de los 3 candidatos que contendieron por parte de una supuesta izquierda progresista, LENIN, impulsado inicialmente por el PARTIDO VERDE, y RICARDO MEJÍA, POR EL PT, junto con un IMPRESENTABLE ARMANDO GUADIANA, por parte de MORENA, todos ellos juntos – en cuanto a su votación – ni así le habrían ganado en votos al candidato de la coalición VAMOS X COAHUILA, por parte del PAN, PRI Y PRD, MANOLO JIMÉNEZ.
La división que se inició con la renuncia del entonces SUBSECRETARIO DE SEGURIDAD, del GOBIERNO FEDERAL, RICARDO MEJÍA, quien se sentía poseedor de la bendición de LÓPEZ OBRADOR y que, por razones no del todo claras, fue bajado del caballo por unas encuestas siempre dudosas, en donde el aparente triunfador – seguramente por un dedazo de última hora – fue el señor del sombrero y los bigotes: ARMANDO GUADIANA.
Esta decisión, que no pudo haber venido de ningún otro lado que de PALACIO NACIONAL, apoya el contexto de un arreglo en lo obscurito entre ALITO y AMLITO de “te dejo ganar en COAHUILA, pero me dejas tranquilo el ESTADO DE MÉXICO”, difícil de aceptarlo y sobre todo de entenderlo, pero tal y como sucedieron las cosas no nos pueden acusar de paranoides y mal pensados.
Pero quitando de nuestras mentes los malos pensamientos, la realidad y las verdaderas lecciones de las elecciones, en principio en COAHUILA nos dejan claro que, en un proceso electoral, en una seudo democracia – más adelante aclararemos esto de seudo democracia – es la importancia del CARISMA del candidato, y sin lugar a dudas MANOLO JIMÉNEZ tenía ese carisma que gusta al elector, porque no pensemos que los coahuilenses padecen de la desmemoria que nos caracteriza a todos los mexicanos, porque saben bien los resultados desastrosos de los gobiernos de los HERMANOS MOREIRA, que incrementaron exponencialmente la deuda del estado en dineros que nadie supo en donde terminaron – algunos de esos recursos se vertieron para apoyar a MIGUEL ALONSO en su contienda por la gubernatura de Zacatecas y se los cobraron con creses, pero los dineros pagados por este pobre estado nunca regresaron a las arcas del estado vecino, sino a los bolsillos de estos siniestros personajes – tampoco olvidan que aquel personaje designado para gobernar entre un hermano y el otro ahora es huésped de las cárceles de los Estados Unidos, y finalmente que RIQUELME, el gobernador saliente, dejó mucho que hacer y continuó la carrera corrupta de los Moreira, una carrera que seguramente seguirá bajo órdenes superiores MANOLO JIMÉNEZ.
Pero eso es, señores, otra historia, aquí estamos hablando de carisma y estos personajes que deciden los destinos de ese estado del norte supieron elegir a un BUEN CANDIDATO, que no necesariamente significa que será un BUEN GOBERNANTE, pero que sí servirá para continuar con sus particulares intereses – de los MOREIRA – pero sobre todo a proteger sus espaldas, ahora bien, a eso que nos referimos como CARISMA, que lo tenía y lo tiene JIMÉNEZ, es totalmente lo opuesto al ANTICARISMA DE ESE SEÑOR DEL SOMBRERO Y EL BIGOTE que, por el amor de DIOS, a nadie se le podría haber propuesto para un concurso de imagen, y ello sin contar con su historia de un priismo recalcitrante y sus negocios personales con el carbón del subsuelo de su estado, SU DERROTA ERA MÁS QUE ANUNCIADA, es claro que si le hubieran dado la candidatura a MANOLO JIMÉNEZ, los resultados hubieran sido algo mejores, pero aun así no hubiera ganado porque se trata de un personaje GRIS, mediocre en eso del carisma, con una pobre historia dentro de la administración, quien tuvo el valor de lanzarse por la libre a sabiendas – supongo que lo sabía – que difícilmente ganaría y ganarse con ello la animadversión del personaje de Palacio, que no es poca cosa.
CARISMA, según el diccionario de la REAL ACADEMIA DE LA LENGUA, significa: “Cualidad o don natural que tiene una persona para atraer a los demás por su presencia, su palabra o su personalidad”. Y esto es lo que tendrían que tener en mente los partidos políticos, antes de designar a sus candidatos, sin carisma es muy difícil ganar, el claro prototipo de persona ANTICARISMÁTICA, era sin lugar a dudas, ARMANDO GUADIANA, y eso no le importó a AMLO a la hora de designarlo, PORQUE ME QUEDA CLARO – a mí al menos – siendo de mentalidad progresista, que quien decide es este señor Y NO LAS ENCUESTAS que se realizan – si es que se hacen – solo para respaldar al DEDO.
Es más, tendríamos que aceptar que la candidata triunfadora en el ESTADO DE MÉXICO NO TENÍA CARISMA y ganó por la inercia de MORENA, donde la fuerza de una ciudadanía de izquierda y progresista es mayoría, su contrincante DEL MORAL, tenía más carisma que ella y por ello el margen entre ambas se redujo considerablemente.
Y a ello voy cuando digo que en nuestro país existe todo menos democracia, porque democracia significa que el pueblo decide quién ocupará el poder, aquí no lo hace el pueblo, sino los PARTIDOS POLÍTICOS, que designan al ahijado que les cae mejor y que cuidará mejor sus intereses, porque de qué otra forma podríamos entender que todo apuntale para que SAÚL MONREAL sea el candidato “natural” AL SENADO el próximo año y no ULISES RUIZ, que sin duda tenía mayores niveles de aceptación, hasta que se peleó con RICARDO MONREAL.
Y si AMLO DECIDE, en el ámbito nacional, sobre todo en las altas designaciones, su pecado – que pagará algún día – es haber dejado estas tierras también dejadas de la mano de Dios a que RICARDO decida todo, porque – pregunto – cuando no tienen un candidato con el CARISMA, y LA CAPCIDAD no voltean a buscar en la sociedad civil a otra persona que las hay, sin lugar a dudas, en mi personal punto de vista, personas como ARTURO NAHLE o gente de la sociedad como FRANCISCO VALERIO – y muchos más – pudieran hacer mejor papel que los miembros de las tribus monrealistas.
Finalmente, otra de las lecciones que nos deja la reciente elección es QUE NO PODEMOS CREER EN LAS ENCUESTAS, en el ESTADO DE MÉXICO EL 90% de las casas encuestadoras aparentemente serias le daban a la MAESTRA DELFINA una ventaja de hasta 20 puntos de diferencia y solo fueron 8; lo que nos habla de: o bien estuvieron maiceadas por alguien o fueron mal intencionadas intentando guiar el voto; en COAHUILA, aun y cuanto le daban ventaja al candidato que resultó triunfador, lo hacían con un 10 o un 15% de ventaja y no como realmente resultó, de un 35% de ventaja sobre su más cercano contrincante.
Y AUN ASÍ EXISTE ALGUIEN QUE CREA QUE SERÁN LAS O LA ENCUESTA LA QUE DEFINA EL CANDIDATO DE MORENA A LA PRESIDENCIA DE LA REPÚBLICA O SERÁ EL DEDO DE LÓPEZ OBRADOR
Porque hemos escrito mucho al respecto, si se trata de encuestar quién es más conocido, pues manden de candidato a El CHAPO GUZMÁN o A LUIS MIGUEL y puede que hasta nos vaya mejor, pero ojalá algún día decidan voltear los ojos en búsqueda de candidaturas provenientes de la SOCIEDAD CIVIL y no en los amigos compadres o parientes.
