Cientos de mujeres y niñas se manifestaron ayer en la capital del estado de Zacatecas en suma al movimiento internacional #Paro8M mediante una marcha que exhibió comparativamente con otros años, una mayor convocatoria numérica, generacional y de pluralidad, en la conmemoración del Día Internacional de la Mujer.
La movilización en defensa y reivindicación de sus derechos humanos hizo denuncia de violencias como la trata de personas, la desaparición y desaparición forzada, la violencia en el noviazgo, laboral, económica y política, y centró su atención en la cúspide de las agresiones, el feminicidio, con el llamado: “Que pare el mundo porque nos están matando”.
Ayer también se hizo denuncia de las desapariciones en el estado de Zacatecas de seis niñas y 13 mujeres, a cuyas familias se les ha negado el derecho a la justicia, pero también a procesar el duelo por su pérdida.
En el trayecto desde el Caballito de González Ortega hasta la Plazuela de la Caja donde desembocó la manifestación, las voces a coro fueron intercalando las consignas: “Ni una menos, vivas nos queremos”, “Ni una más, ni una asesinada más”, “Ninguna agresión sin respuesta, ningún agresor sin castigo”, “Tello escucha mujeres en la lucha…” con el cántico de la Huelga feminista que aludió al llamado al paro de actividades de las mujeres en el mundo.
“El día 8 de marzo haremos una huelga con todas las mujeres la calle será nuestra, abuelas, estudiantes, hetero, trans, bolleras, diversas y migrantes vamos juntas a la huelga. Ohhh liro, liro, la, la huelga vencerá, es la huelga feminista, es la huelga feminista. Ohhh liro, liro, la la huelga general, este mundo no nos gusta y lo vamos a cambiar”.
La letra denunció la devastación ambiental y económica que provoca el capitalismo con su exacerbación del consumo, las actividades que se asignan tradicionalmente a las mujeres como el cuidado y la alimentación de la familia, las jornadas extenuantes que combinan el trabajo doméstico y social, el empleo precario y las diferencias en el pago con respecto a lo que ganan los varones, así como las violencias sexual, física, verbal y psicológica contra ellas.
En la Plazuela de la Caja el mensaje expuso a la unidad de las mujeres en la lucha como elemento clave en la consecución de sus derechos humanos, se hizo alusión a los esfuerzos de generaciones anteriores de féminas que sobrevivieron en “un mundo adverso que les negaba los derechos más básicos” pero que permite hoy el que “podamos tomar las calles, ser visibles y decir no a la sumisión, el silencio y la opresión”.
La denuncia se hizo también en contra del “espejismo de la conquista del poder”, pues se expuso, aunque son cada vez más las que llegan a los espacios de toma de decisiones lo hacen a costa de someterse “de la manera más abrupta al patriarcado”, contexto en el que poco se puede hacer “para marcar una diferencia con la forma machista de hacer vida pública de los hombres”.
El discurso se refirió a las disparidades salariales de hasta 25 por ciento comparativamente entre los géneros, en detrimento de ellas, el reclamo de una vida sin violencia para los niños y las niñas, y la concientización de los hombres respecto del machismo que practican “desde las pequeñas cosas” en los espacios públicos y privados.
El paro convocado ayer en el mundo, también se expuso, reivindica el derecho de las mujeres al placer y la felicidad como una forma de resistencia contra la violencia y la opresiones que se les ofrecen como “único escenario de desarrollo” en el mundo capitalista.