Quito. Ecuador expresó este lunes su «alarma» por el aparente suicidio de un migrante ecuatoriano en México el fin de semana, el segundo caso de las mismas características ocurrido en el último año. Esto «nos alarma, nos preocupa sobremanera. Ya es el segundo caso», dijo el canciller Ricardo Patiño en una conferencia de prensa en Guayaquil (suroeste).
El sábado las autoridades migratorias de México informaron del hallazgo del cuerpo de un migrante ecuatoriano de 24 años, colgado de una bufanda en un baño.
Ángel Taco se quitó la vida en una estación migratoria de la ciudad de Morelia, según la versión de autoridades, y su cadáver fue descubierto por migrantes guatemaltecos.
El joven había sido recluido en ese centro el pasado jueves, aunque se desconoce las circunstancias en las que fue detenido y si planeaba llegar a Estados Unidos de forma ilegal como miles de personas al año.
«Estamos ya en contacto con su familia para analizar las circunstancias del suicido, si así hubiera sido, (para) ver si hay más responsabilidades», comentó Patiño.
Hace un año una niña indígena ecuatoriana de 12 años se suicidó en otro albergue de México, tras ser violada por traficantes de migrantes durante su fallida travesía de Ecuador a Estados Unidos, donde pretendía reencontrarse con sus padres.
El caso condujo a la desarticulación de una banda internacional de traficantes de personas conformada por 42 personas, la mayoría mexicanos.
A raíz de la muerte de los dos ecuatorianos, el canciller Patiño formuló un nuevo llamado contra la migración riesgosa que involucra principalmente a niños que intentan reunirse con sus padres migrantes en Estados Unidos.
«Les imploramos a las familias que por favor no envíen a niños, a jóvenes, en situación de migración riesgosa», sostuvo.
Patiño recordó que al contratar a ‘coyoteros’ las familias están exponiendo a los menores a «bandas peligrosísimas» que violan, secuestran y asesinan a migrantes en su paso por Centroamérica rumbo a Estados Unidos.
En 2014 más de 650 niños salieron de Ecuador de forma «riesgosa» en busca de sus padres migrantes, según la viceministra de Movilidad Humana, María Landázuri.
