La Gualdra 629 / Café / Río de palabras
Coworking / Networking o el mundo del postrabajo
Una amiga me había invitado a tomar café y darle continuidad a un proyecto truncado. La cita fue en un espacio sencillo iluminado con pantallas, ordenadores y algunas macetas colgantes, asemejaba un espacio híbrido, un poco aséptico y nada íntimo, entre sala de estar zen y recepción de hospital lujoso. De inmediato que nos sentamos nos sirvieron café y preguntaron por el número de personas en la reunión, mi amiga sonrió y respondió que nada más nosotros dos. Dijo que era “como un café, pero para trabajar cómodamente y contaba con lo necesario”. En el lugar había mesas plegables con un diseño minimalista, fáciles de mover y desdoblar, sillas de oficina, sofás para estar en posición semisentada; también algunos cañones, pintarrones y libreros prácticos. Todos los muebles de oficina necesarios para trabajar, aunque el lugar no parecía oficina. Además, despachadores de agua y cafeteras discretamente puestas en las esquinas. Todo impecable. Sin ser excelente, el café era bueno, con dos tazas fue suficiente. Había una banda electrónica cerca del techo que recorría la pared cambiando información cada cierto tiempo.
Coworking / Networking Café Server & Catering invita a su bazar anual, si eres una persona emprendedora es para ti… Afuera ostenta una luminaria moderna semejante a un televisor gigantesco. Los anuncios e información cambiaban de continuo. Quizá haya algún algoritmo, cada cierto tiempo, regresa la misma secuencia de imágenes e información. Las frases que más se repiten parecen un lavado de cerebro: “Recuerda que la clave del éxito está dentro de lo que una taza de buen café propicia en tu cabeza y propaga en el mundo entero”. “Hoy puede ser tu día, el mundo se rendirá a tus pies. ¿Quién dijo que el trabajo no es diversión?”. Una flecha apuntaba a una terraza donde decía “Área para fumar grandes ideas”. “Coworking / Networking donde trabajar es gozar”, cerca de un enorme ventanal hay mecedoras que dejan leer: “El horizonte de tu creatividad se abre al infinito y más allá”, una voz en off susurra: ¡Buzz Lightyear te lo ordena! Una sala con mandalas e incienso me sorprendió cuando firmaron un hombre y una mujer un convenio de divorcio ante sus abogados discretamente sentados en una mesa próxima. Las miradas de fuego parecían cuchillos a punto de sajar al otro. Pese a las falsas sonrisas y aparente calma, la crispación se sentía en el ambiente.
“Enfoca el trabajo como una creación lúdica compartida”: decía justo enfrente de mi querida amiga. Después de un par de horas el lugar resulta monótono y un poco gris y toda la ideología del échale ganas y capacitismo termina por volverse una cantaleta nauseabunda. Algunos letreros resultan sintomáticos y paradójicos, pedagógicos todos, pues en la barra de comida light saludable reza una leyenda: “Así como creas tu propia ensalada con los ingredientes que quieras, así puedes crear tu trabajo y llevarlo a donde quieras”; letras pequeñas al calce advierten que más de tres ingredientes tendrán costo extra. Los márgenes de autocreación laboral y de ensaladas tienen límites. Solamente la primera hora es gratis, después tiene costo, aunque, los usuarios reciben fabulosos descuentos.
Al ver una pequeña sala de yoga para hacer una pausa y meditar, mi amiga voltea y me dice que ese lugar está hecho para mí: “Detrás de las grandes obras una pequeña pausa de meditación hace la diferencia”. Resulta también sintomático que el tapete de entrada, que ahora veo de salida, diga: Aquí nadie trabaja, todos nos divertimos jugando y creando; la ideología del mundo del postrabajo en su máxima expresión.
Al desaparecer el mundo del trabajo, se borran fronteras entre lo público y lo privado, el trabajo y el ocio. Se ocultan detrás de las promesas de realización posmoderna una serie de verdades amargas: detrás del autoempleo, la precarización extrema; detrás de la revolución tecnológica, brechas laborales y paro indefinido. Las cosas no son como se pintan en esos llamativos letreros fluorescentes. El capitalismo digital de plataformas ha transformado el mundo del trabajo; quizá sea una de las revoluciones más fundamentales de nuestro tiempo. Como en todo, los cambios complejos y acelerados no se pueden reducir a una visión maniquea. Ahora cada uno es libre de auto explotarse hasta que el cuerpo aguante, pero también se están desplegando una serie de propuestas y apuestas de auto creación social compartida inédita. Por lo pronto, mi amiga se fue a otro paraíso laboral en una playa caribeña y el proyecto quedó otra vez trunco. Aún recuerdo que en el fondo de la taza decía: Sonríe, Dios te está mirando.
https://issuu.com/lajornadazacatecas.com.mx/docs/la_gualdra_629