En Zacatecas, la atención a la salud materna y la planificación familiar ha resultado en avances. Con una reducción notable en las tasas de fecundidad adolescente y general, y un aumento en el uso de anticonceptivos desde el inicio de la vida sexual, se evidencia un compromiso claro con los derechos fundamentales de las mujeres. A pesar de estos logros, persisten desafíos debido a la desigualdad socioeconómica, destacando la necesidad urgente de políticas públicas inclusivas.
Según el informe de Avances, desafíos y oportunidades estatal hacia la Conferencia Internacional sobre la Población y el Desarrollo +25 e información del Instituto Nacional de Estadística y Geografía, Zacatecas albergó una población total para 2020 de 1,622,138 habitantes, de los cuales el 51.2% corresponde a mujeres, cifra que equivale a 831,080 individuos. Dentro del rango de edad reproductiva definido por la Organización Mundial de la Salud (15-49 años), el estado cuenta con aproximadamente 418,000 mujeres.
El análisis de la fecundidad juega un papel crucial en la comprensión del crecimiento demográfico de Zacatecas. En 1974, la tasa global de fecundidad era de 7.36 hijos(as) por mujer, experimentando una marcada reducción hasta alcanzar 2.38 en 2019. Las proyecciones indican que esta tendencia a la baja persistirá, estimándose un promedio de 2.12 hijos(as) por mujer para 2030 y 1.88 para 2050.
En cuanto a la fecundidad en adolescentes (15-19 años), Zacatecas ha evidenciado un descenso significativo. Desde 1974, cuando la tasa era de 114.82 hijos(as) por cada mil mujeres adolescentes, ha disminuido a 73.69 en 1994 y a 73.2 en 2019. Con base en las Proyecciones de la Población de México y de las Entidades Federativas, 2016-2050, y considerando las estrategias de prevención del embarazo adolescente, se estima que esta tasa podría reducirse a 66.78 para 2030 y a 60.15 para 2050.
El incremento en el uso de métodos anticonceptivos durante la primera relación sexual entre las mujeres en edad fértil ha sido notable en Zacatecas. Entre 2009 y 2018, se registró un aumento de 18.3 puntos porcentuales, alcanzando el 50% en 2018 y el 50.6% en 2023.
En términos de mortalidad materna, Zacatecas ha mostrado mejoras significativas con 23 casos reportados en 2020, 13 en 2021 y 8 en 2022, reflejando un progreso constante en la atención y prevención de complicaciones durante el embarazo y el parto.
Por otro lado, resulta importante destacar que para 2020, el 45.8% de la población de Zacatecas vivía en condiciones de pobreza, equivalente a aproximadamente 745,743 personas. Aunque hubo una leve reducción del 3.5% respecto a 2018, estas cifras resaltan la urgencia de políticas públicas para mitigar desigualdades sociales y económicas que afectan el desarrollo humano en la región.
En 2019, Zacatecas realizó una consulta en línea con participación de los Consejos Estatales de Población, la academia y la sociedad civil, para identificar programas prioritarios en salud reproductiva, salud sexual, igualdad de género, adolescencia y juventud, así como población y desarrollo, alineados con metas internacionales como la Agenda 2030 y el Consenso de Montevideo.
Se destacaron campañas para reducir la mortalidad materna y mejorar servicios obstétricos de emergencia. Se enfatizó el acceso a la planificación familiar y servicios contra enfermedades de transmisión sexual. También se promovieron normativas para prevenir la maternidad temprana y la violencia de género, priorizando la educación integral, la inserción laboral y servicios de salud adaptados para adolescentes y jóvenes.
Se abordaron desafíos como la migración y el envejecimiento con políticas y monitoreo efectivos, destacando la importancia de la integración de la planificación familiar y la atención a la salud materna en el desarrollo socioeconómico y la reducción de desigualdades sociales.
La integración efectiva de la planificación familiar y la atención a la salud materna es crucial para el desarrollo estatal, promoviendo el bienestar de las mujeres y sus familias, reduciendo la pobreza y las desigualdades sociales. Al facilitar el acceso a servicios de salud reproductiva, se fortalece la capacidad de las personas para tomar decisiones informadas sobre su reproducción, impulsando un crecimiento demográfico sostenible y mejorando las condiciones de vida en la comunidad.