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sábado, 19 abril, 2025
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■ Los primeros movimientos en la entidad surgieron en el 2000

Despenalización del aborto y visilización de violencia vicaria: logros del feminismo zacatecano

■ Asegura activista que el Estado no es aliado del movimiento

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Por: Jaqueline Lares Chávez •

En las últimas décadas, el movimiento feminista en Zacatecas ha recorrido un camino lleno de retos, avances y obstáculos. La historia de este movimiento está marcada por la constante lucha de las mujeres por la igualdad de derechos y el respeto a su dignidad, enfrentando un contexto cultural y social que a menudo ha sido hostil. 

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Una de las voces que ha sido testigo y protagonista de este proceso es la de Mónica Mariana Zapata Pichardo, integrante del Movimiento Feminista Zacatecas. A través de su mirada, se puede comprender cómo se ha ido consolidando este movimiento en el estado y cómo las luchas feministas locales se han transformado a lo largo de los años.

El movimiento feminista en Zacatecas tiene sus raíces en los esfuerzos de mujeres que, antes del 2000, fecha en la que ya se estaba trabajando por los derechos de las mujeres. Según Zapata, uno de los primeros registros organizados fue el de la Red Plural, un colectivo que desde años anteriores, comenzó a visibilizar las demandas feministas en la región. 

«El movimiento feminista de Zacatecas ha avanzado por muchos años», asegura, reconociendo que, desde entonces, diversas luchas han marcado el rumbo del activismo local.

A lo largo de las décadas, el movimiento zacatecano ha estado a la par de las luchas nacionales. En 2006, por ejemplo, el impulso hacia la legalización del aborto comenzó a fortalecerse en Ciudad de México, y en Zacatecas, la misma dinámica se adoptó con la presión para lograr derechos reproductivos para las mujeres, especialmente la legalización del aborto. Esta demanda, que se consolidó en varias ocasiones, alcanzó su punto más alto en 2024 

“En 2024, el 20 de noviembre, al fin aprobamos, al fin logramos que se reconociera el aborto como un derecho que debía ser respetado y otorgado por el gobierno”. 

Uno de los aspectos más importantes del activismo feminista en Zacatecas es su relación con la política local. Durante años, el movimiento ha observado cómo los diferentes actores políticos han hecho promesas al pueblo sin que se contemplaran las necesidades específicas de las mujeres. 

«Siempre hemos estado en la lucha observando las deficiencias de los candidatos, gobernadores, presidentes, y cómo dentro de esas promesas no se hablaba de las mujeres», comenta Zapata.

Incluso cuando en Zacatecas hubo una gobernadora mujer, este hecho, aunque visto como un avance, no representó un hito clave para el feminismo colectivo. «El movimiento feminista es antipolítico», explicó Zapata, al subrayar que la figura de una mujer en el poder no necesariamente refleja los intereses de las mujeres en términos de derechos y políticas públicas. Esto se ha manifestado en la crítica constante del movimiento feminista sobre cómo las promesas de los políticos, aunque amplias, raramente abordan las problemáticas concretas que enfrentan las mujeres.

En cuanto a la lucha por el aborto legal, uno de los hitos más importantes en Zacatecas fue la aprobación, en 2024, de la despenalización del aborto, un derecho fundamental que las feministas zacatecanas reclamaron durante años. Este logro fue producto de una lucha ardua y continua que, como recuerda Zapata, comenzó mucho antes. 

Desde 2016, el movimiento feminista de Zacatecas se dedicó a recolectar firmas para avanzar en la legalización del aborto. Aunque esta primera propuesta fue rechazada, la movilización nunca cesó. 

«Empezamos nuestras primeras marchas del 8 de marzo entre 2017 y 2018, con muy pocas participantes, pero poco a poco fuimos haciendo redes, colectividad», relata. La constancia de los años, las marchas, las protestas, y la presión social fueron clave para conseguir finalmente la legalización del aborto en 2024, un derecho que Zapata considera como un «logro colectivo» de todas las mujeres que han luchado incansablemente por esta causa.

Sin embargo, el avance no ha estado exento de desafíos. Uno de los episodios más significativos del último año fue la represión que vivieron las feministas durante la marcha del 8 de marzo de 2023.

«El Estado no es nuestro aliado», señala Zapata, refiriéndose a cómo las autoridades han respondido a las protestas feministas con violencia y criminalización. La represión vivida ese día permitió, no obstante, que el movimiento feminista de Zacatecas se hiciera aún más visible, tanto a nivel nacional como internacional, abriendo puertas a alianzas con organismos como la ONU y grupos de derechos humanos.

A pesar de los obstáculos, el movimiento ha seguido creciendo y fortaleciéndose. En este sentido, la activista subraya que el feminismo en Zacatecas ha avanzado principalmente «por nosotras mismas», haciendo un énfasis en la horizontalidad y el trabajo colectivo que ha caracterizado al movimiento local. «Hemos sido varias, hemos sido todas», afirma con convicción, destacando que el trabajo de cada mujer en las colectivas y movimientos feministas ha sido esencial para los logros alcanzados hasta ahora.

Por otro lado, según Zapata, Zacatecas ha sido de los primeros estados en tipificar la violencia vicaria a nivel nacional, una forma de abuso en la que los hombres manipulan a las mujeres a través de sus hijos. 

Este fenómeno ha sido parte de la agenda feminista local, buscando sensibilizar a la sociedad y las autoridades sobre la importancia de reconocer este tipo de violencia y actuar en consecuencia. Además, la lucha por la tipificación del feminicidio, el reconocimiento de los crímenes de odio y la visibilización de las víctimas de violencia sexual, ha sido una constante dentro de las actividades del movimiento.

El feminismo en Zacatecas se distingue por su enfoque horizontal, evitando jerarquías y considerando a todas las luchadoras como iguales. «El movimiento siempre ha intentado trabajar desde la horizontalidad», asegura Zapata, haciendo referencia a la importancia de la colectividad y el trabajo conjunto. A pesar de la represión y la violencia a la que se enfrentan, las mujeres en Zacatecas continúan tejiendo redes de apoyo y solidaridad, brindando acompañamiento legal, psicológico y médico a quienes lo necesiten.

El futuro del feminismo en Zacatecas se presenta con grandes desafíos, pero también con oportunidades. La lucha por una vida libre de violencia, por la justicia social y por la garantía de derechos como el aborto seguro sigue siendo el centro de la agenda feminista. Como bien señala Zapata, «el movimiento avanza conforme la sociedad avanza», y las mujeres zacatecanas seguirán luchando por una sociedad más justa y equitativa.

Aunque el camino no ha sido fácil, los logros alcanzados hasta ahora, como la despenalización del aborto y la visibilización de la violencia vicaria, son muestra de que el movimiento feminista en Zacatecas ha dado pasos significativos. 

Pero, como bien señala la activista, «la lucha no termina, seguimos adelante porque el trabajo que hacemos hoy no cubre todas las necesidades del mañana». Sin duda, el feminismo en Zacatecas continuará siendo un motor de cambio social y político, avanzando hacia un futuro en el que las mujeres puedan vivir con plena libertad y dignidad.

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