La derrota de David Monreal, en palabras de Alejandro Tello, fue contundente. Diez puntos porcentuales de distancia, en promedio, dejan sin sustancia alguna las convencionales acusaciones de Morena hacia la autoridad electoral (por presunta imparcialidad) como parte de su repertorio retórico fundamental.
Bajo esa premisa David jugó sin acierto alguno la aceptación de la derrota. No sin antes dejar antecedentes de que la apertura tardía de la casilla en donde debía votar era una treta de dichas autoridades para impedir su avance.
Más tarde, y previo a la presentación de los resultados del Conteo Rápido –por primera vez ejercidos por la autoridad electoral local- el senador del PT aseguró que asumiría con legalidad los números oficiales, para después arrollar con desconfianza cualquier medición que resultara contraria a la que le otorgaba una ventaja de 8 puntos en la contienda.
En la práctica reiterada del discurso del desgaste del enemigo por el simple hecho de no representar sus intereses, tengan o no razón en su fundamento argumentativo, Morena podría caer rápidamente en un vacío de legitimidad que puede aniquilar cualquier avance logrado en el camino.
Y es que, pese a que el fracaso en la contienda de gobernador haya arrojado diferencias diametrales entre el primer y segundo lugar, la marca Monreal -ahora auspiciada por el Movimiento de Regeneración Nacional- reafirmó y fortaleció su segundo lugar en preferencias electorales a diferencia de la elección del 2013.
En los comicios intermedios de hace tres años el Revolucionario Institucional obtuvo de manera individual 245,281 sufragios, sobre los 96,482 votos que posicionaron al monrealismo –en aquellos adoptados por el Partido del Trabajo- en ese privilegiado segundo lugar desde donde han hecho crecer su base electoral.
Los números del Programa de Resultados Preliminares del OPLE de Zacatecas, reafirman la tendencia: el PRI redujo su margen de aceptación en 32 mil votos promedio, mismos que fueron acopiados por el partido de López Obrador.
Hace un par de días la ciudadanía decidió dar al PRI (inidividualmente) 212,817 validaciones, mientras que Morena obtuvo el voto inconforme de 180,575 zacatecanos, en la elección de gobernador. Un crecimiento aproximado del 100% en sus preferencias en tan sólo tres años.
Contrario a lo que se especuló en las elecciones federales de 2012 y 2015, la izquierda en Zacatecas no dividió y repartió su voto, el gran perdedor fue el Revolucionario Institucional en los negativos del presidente Peña Nieto, el gobernador Miguel Alonso Reyes, y la imagen de corrupción que pesa sobre las siglas del tricolor, tal como lo advertimos en una entrega anterior cuando también se señaló que el crecimiento real en las encuestas de El Universal y Excélsior lo reflejaba Morena, no el PRI.
En cuanto a las oposiciones tradicionales, en lo local la coalición PAN-PRD tan sólo alternó su fuerza electoral. En 2013 el PAN obtendría 62,210 sufragios frente a los 78,849 acumulados por la Revolución Democrática. El domingo la tendencia se revertiría, confirmando el fortalecimiento de Acción Nacional en varios estados de la República, así como la consolidación del voto de identidad del Sol Azteca. Los números ahora fueron los siguientes: 72,581 validaciones para el PAN, y 69,568 para el PRD.
Dentro de esta numeralia, la composición del Congreso podría otorgarle aproximadamente 12 diputados al PRI (11 de mayoría relativa, 1 migrante de representación proporcional), 6 a Morena (1 de mayoría relativa, 1 migrante y 4 plurinominales), 3 al PAN (plurinominales), 3 al PRD (2 de mayoría relativa, 1 plurinominal), 2 al PT (plurinominales), 2 al PVEM (mayoría relativa) y 2 al Panal (de mayoría relativa).
Alejandro Tello iniciará su gobierno con una mayoría simple legislativa asegurada, y cualquier decisión que atraviese por su despacho deberá calcularla en dirección de la próxima elección en 2018, primera concurrente en Zacatecas.
Los esfuerzos del PRI tirarán hacia la presidencial que abre puertas en un par de años. Tello procurará conducirse en ese carril y a la velocidad que le imprima el Comité Ejecutivo Nacional, característica que lo diferencia del inicio del mandato de su amigo Miguel Alonso, quien comenzaba su sexenio durante la presidencia de Felipe Calderón.
El Sistema Estatal de Corrupción podría replicar el modelo federal con la variante de impulsar la iniciativa 3 de 3, tal como lo aseguró durante la campaña, situación que lo ayudaría a superar los rumores de las supuestas propiedades que adquirió en el extranjero. Las condiciones legislativas están puestas.
En dos años los resultados deben de ser visibles y efectivos. Tiene encima el crecimiento exponencial del discurso de “la mafia en el poder” mismo que buscará evidenciar la corrupción en el sexenio que está por concluir. ¿Ganará esa batalla?
Nota: Los resultados electorales de 2013 fueron rastreados en notas periodísticas, debido a que la página del OPLE Zacatecas temporalmente muestra únicamente los resultados del PREP 2016. ■