Enfatizan que varias familias pudieron entrar a EU y acreditarse como refugiadas
Durante la segunda mitad de 2019, los municipios de Juan Aldama y Miguel Auza, en el norte de Zacatecas, se caracterizaron porque varios de sus habitantes emprendieron un éxodo hacia el vecino país del norte con la esperanza de obtener un asilo político o refugio, pues el embate de la inseguridad, las extorciones y “cobros de piso” terminaron con la vida tranquila que una vez reinó, según dejó entrever la Encuesta sobre Mexicanos Desplazados Solicitantes de Asilo Político (Enmedesa) elaborada por el Colegio de la Frontera Norte y realizada en los campamentos ubicados en los puentes internacionales de Ciudad Juárez, Chihuahua, donde el 18.1 de solicitantes eran de Zacatecas.
Hoy, a meses de esa migración, los alcaldes de Juan Aldama y Miguel Auza reconocieron tal situación, dando a conocer que varias familias pudieron entrar a Estados Unidos y acreditarse como refugiados, y otras han regresado de manera paulatina a sus municipios, donde aseguran los respectivos ediles, la calma también se restablece poco a poco.
Juan Serrano Alba, presidente de Juan Aldama, refirió para La Jornada Zacatecas que incluso en esas familias que tomaron la decisión de emigrar a Estados Unidos buscando el asilo político iban también elementos de la policía municipal. Al principio, no había información confirmada, se supo hasta que los demás familiares preocupados informaron que habían perdido contacto y comunicación con sus seres queridos.
De acuerdo con Serrano Alba, se les dijo a los habitantes que no había algún programa oficial, pues no había comunicado ni de parte de Gobierno Federal o estatal para confirmar que así fuera, sin embargo, los pobladores lo decidieron y se la ha informado que algunos están bien, mientras otras familias tuvieron que regresar después de estar varados en la frontera chihuahuense en situaciones difíciles. “Algunos por voluntad propia decidieron regresar. Otros están esperando fecha en la Corte para que se les proporcione de forma efectiva su ingreso al país vecino”, dijo.
El edil de Juan Aldama refirió que luego de confirmado el éxodo, se tuvo contacto con el secretario del Zacatecano Migrante José Juan Estrada, quien les comentó lo complicado de la situación, porque mientras esperan la fecha de la Corte, no pueden trabajar ni desplazarse libremente, sino que tiene que esperar y portar un brazalete que los conmina hasta cierto lugar.
Luego de que la Enmedesa diera a conocer que el motivo del desplazamiento fuera en primer lugar por la violencia derivada por el narcotráfico y las extorsiones, Serrano Alba reconoció que la condición de seguridad en el municipio, por ser frontera con el estado de Durango, fue complicada, lo que ocasionó que se afectara a muchas personas y que al fin les sirvió como acreditación para poder atravesar la frontera.
No obstante, el municipio de Juan Aldama, aseguró el alcalde, está en “aparente calma” ahora gracias al apoyo de diferentes corporaciones de nivel federal y estatal. Puesto que reconoció que si se atravesaron siete u ocho meses difíciles durante 2019, situación que culminó con el asesinato del director de seguridad pública del municipio. “De ahí para acá, parece que las cosas se han tranquilizado un poco. Ojalá sea real y se prolongue durante mucho tiempo”, dijo.
Por el momento, el municipio de Juan Aldama cuenta actualmente con 17 elementos de la Policía Municipal, lo que demuestra, a decir del edil, un nuevo auge ya que se contó en 2019 sólo con ocho policías, pero se espera aún ir incrementando la corporación.
23 familias de Miguel Auza
lograron entrar a EU
“También hubo gente de nuestro municipio que emprendió esa aventura. Algunos con información correcta, otros no. Pero sí hubo bastante gente. Incluso hay familias que sí lograron acreditar el asilo y están en Estados Unidos”, dijo José Alfredo González Perales, presidente municipal de Miguel Auza, Zacatecas, quien agrega que hubo “una euforia” en la región y la gente se fue, pudiendo pasar unos, mientras otros han regresado ya.
“Yo tengo el dato aproximado de que fueron cerca de 23 familias las que lograron pasar, pero no sé cuánta gente intentó hacer ese trámite; por lo menos el doble o el triple de los que pasaron”, calculó.
González Perales dijo que en su momento no hubo acercamiento alguno con las autoridades estatales, pues todo fue muy repentino. “Fue algo muy a la ligera que las familias se empezaron a ir y comenzaron a regresar. Entonces no nos dio la oportunidad siquiera de ver si podíamos hacer algo o estaba en nuestras manos facilitar algún trámite. Nunca recibimos alguna solicitud por parte de alguna familia para hacer alguna acción de apoyo o algo extraordinario por la gente que estuviera varada”.
Sin embargo, de igual manera reconoció que la ola de inseguridad en la región fue complicada desde finales de 2018 hasta mediados de 2019. “Hoy te puedo comentar que afortunadamente y gracias a Dios, de manera paulatina eso se va despresurizando. Ya vivimos un poco más de estabilidad. La gente está un poco más tranquila. Creo yo que lo más complicado, ojalá no me equivoque, ya pasó. Ahorita se respira un ambiente más cordial”, concluyó el presidente municipal.
