De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), Zacatecas es el segundo estado con el mayor porcentaje de contratos otorgados por adjudicación directa. Al respecto, Ernesto González Romo, titular de la Secretaría de la Función Pública (SFP), señala que este análisis deja fuera que el 70 por ciento de los recursos se ejerce mediante licitaciones públicas, con adjudicaciones directas utilizadas en los insumos de seguridad pública, donde los proveedores escasean.
Los datos del Inegi indican que el 91.8 por ciento de contratos por parte de las Administración Pública Federal y las Administraciones Públicas Estatales en Zacatecas se realizaron sin licitación pública en el año 2023. Esto significa que, de un total de 13 mil 382 contratos, 12 mil 283 fueron adjudicados directamente.
En contraste, el secretario de la Función Pública expone que esta cantidad de contratos no licitados corresponde solo al 25.6 por ciento del monto total de los contratos realizados.
Menciona que el análisis presentado por Inegi oscurece el hecho de que las licitaciones públicas estatales, regionales o locales, representando solo el 3.9 por ciento de los contratos realizados, concentraron el 53.6 por ciento del presupuesto asignado.
González Romo también detalló que las licitaciones públicas nacionales abarcaron el 2.7 por ciento del total de los contratos y manejaron el 18.1 por ciento del monto total anual. Finalmente, los contratos realizados a través de invitación restringida a menos de tres personas fueron apenas el 1.3 por ciento en número y solo el 2.4 por ciento del presupuesto total ejercido.
El secretario de la Función Pública explicó que el número de procedimientos no debe ser el único indicador evaluado. «La gran mayoría del recurso público se ejerce a través de licitación pública, nacional o estatal. Estamos hablando de más del 70 por ciento de los recursos que se ejercen por esta vía», afirmó.
Detalló que el uso de adjudicaciones directas está relacionado con temas de seguridad, como la adquisición de chalecos, armamento y vehículos blindados.
«Estos contratos requieren un nivel de especialización que hace imposible abrirlos a licitaciones públicas. Son tan pocos los proveedores disponibles que la adjudicación directa se vuelve la única opción viable», explicó González Romo.