El problema que ha generado la distribución de libros de texto gratuitos, dio margen a opiniones distintas en amplios sectores de la población, de suerte que López Obrador, defiende esa obra con argumentos que no a todos convencen. Incluso ha justificado la situación actual, con la que se vivió al entregarse en México el primero de tales libros escolares.
Según mi punto de vista, se trata de situaciones totalmente diferentes.
Desde 1917 la CPEUM establece que, entre otros, uno de los principios de la educación que imparta el Estado, es la gratuidad.
Un abogado de nombre Adolfo López Mateos, advirtió con preocupación que tal principio no se estaba cumpliendo, pues los libros de texto eran excesivamente costosos, de mala calidad e inaccesibles para la mayor parte de las familias mexicanas.
Posteriormente, en su discurso de toma de posesión como Presidente de la República, el 1 de diciembre de 1958 el licenciado don Adolfo López Mateos, señaló su preocupación por preparar a la niñez y a la juventud mexicana. Mencionó tres cuestiones que consideraba resolver de manera urgente: 1.- Aumentar el rendimiento de las Escuelas Normales y crear otras en provincia, para contar cada año con mayor número de profesores bien preparados. 2).- Desarrollar la capacidad agrícola de los campesinos y 3). Acelerar la capacitación técnica de los obreros.
Al integrar su gabinete presidencial, nombró como Secretario de Educación Pública a Jaime Torres Bodet.
Fue entonces, que por Decreto presidencial publicado en el Diario Oficial de la Federación el 12 de febrero de 1959 se crea la Comisión Nacional de Libros de Texto Gratuitos (CONALITEG), que tenía como mandato constitucional proporcionar a los mexicanos una educación obligatoria y gratuita. La gratuidad solo sería plena cuando los alumnos de las escuelas primarias recibieran, sin costo, los libros indispensables para sus estudios y tareas.
Luego, el 21 de mayo de aquel año se lanzó la convocatoria a los escritores y pedagogos mexicanos, con objeto de participar en la redacción de los textos para los libros y cuadernos de trabajo, e instructivos para maestros correspondientes a los seis grados de primaria. Con la colaboración de las autoridades educativas de los Estados, se logró un padrón y dos meses después, se publicó la convocatoria a los impresores y encuadernadores del país, para participar en la impresión de 17 millones de libros y materiales educativos, que fueron enviados a los Estados de la República.
Finalmente el 16 de enero de 1960, al conmemorarse 150 años de la Independencia y 50 de la Revolución, Jaime Torres Bodet titular de la SEP entregó en la localidad de El Saucillo, S.L.P. los primeros libros de texto gratuitos. Ese acto solemne fue el preludio del obsequio del libro que por primera vez en la historia de la educación en México, hace el gobierno a la niñez mexicana.
Perfectamente entendible que López Mateos vivió fuertes problemas por haber tomado esta decisión, pues afectó intereses económicos de editoriales, y más. Por otro lado, cabe destacar que el contexto nacional e internacional, desempeñó un papel importante en las reacciones, pues la Guerra Fría y la propaganda anticomunista tuvieron sus efectos. Sin embargo, el Presidente manejó aquel brote de inconformidad de quienes se oponían y rechazaban la implementación de esos libros.
A través del tiempo los materiales escolares se han ido actualizando acorde a los nuevos programas de estudios y acatando las disposiciones legales vigentes que rigen la materia.
Sesenta y cuatro años después, en un ambiente hostil para amplios sectores de la sociedad mexicana, se presenta un problema grave en contra de la impresión y distribución de los libros de texto gratuitos para el ciclo escolar 2023-2024.
Estos son los motivos:
Al llegar a la Presidencia Andrés Manuel López Obrador, aplicando su principio de la austeridad republicana, modificó el procedimiento para la elección de proveedores de papel. Pero además, estableció que ya no fuese la CONALITEG la encargada de realizar tal procedimiento, sino que se lo encomendó a la Secretaría Mayor de la Secretaría de Hacienda. También involucró a una persona de nombre Miguel Rincón de quien dijo ser su compadre, pero que ante las protestas, finalmente desistió. Igualmente involucró a la Secretaría de la Defensa Nacional, para la distribución de los libros. A partir de entonces, comenzaron problemas de retrasos de estos materiales escolares a la niñez mexicana.
Finalmente su redacción y diseño fueron encomendados a Marx Arriaga, de la Dirección de Materiales Educativos de la SEP.
¿?
La CONALITEG, había garantizado por décadas, su impresión y distribución para todas las escuelas del país
Más allá de los cuestionamientos a su contenido y diseño, así como del resultados de los de amparos promovidos en su contra, las autoridades educativas no respetaron los procesos jurídicos ni pedagógicos; se elaboraron sin contar con programas de estudios aprobados ni publicados y sin consultar a los diferentes actores y sectores involucrados.
López Obrador, ha manifestado que los libros están bien elaborados, que ningún amparo impedirá su distribución para el ciclo escolar 2023-2024 a iniciar el 28 del presente mes.