Hallier Morales Dueñas, docente de la Normal Rural de San Marcos “General Matías Ramos Santos”, opinó que la campaña de descrédito contra los contenidos de los libros de texto gratuito disfraza intereses económicos y electorales de la derecha en México, pues sus argumentos son burdos y anacrónicos.
En ese sentido, dijo que esta coyuntura es buena oportunidad para entender que la educación no ha dejado de ser un terreno de disputa en el cual el magisterio debe tener una participación más activa en el debate porque “no hay Reforma Educativa que pise el aula si no es a través de que los maestros, con su iniciativa y compromiso, la eche a andar. Esta que se anuncia para el ciclo que viene no va a ser la excepción y lo primero es que la conozcamos y que tengamos la capacidad crítica para no comprarla calumnia, la mentira y la sospecha como evidencias porque eso claramente es lo que hay en la boca de quienes desalientan el uso de los libros de texto gratuitos”.
Recordó que el libro de texto es un recurso al que no se puede renunciar porque, para la mayoría de los niños, es el material didáctico inicial con el que pueden desarrollar sus conocimientos.
Refirió que durante mucho tiempo el sistema educativo mexicano les ha abierto la puerta a materiales didácticos privados, pero “los maestros y las maestras debemos promover el uso de materiales al que todas y todos tengan acceso sin distinción y sin necesidad de que los padres de familia tengan que comprar otros materiales”.
Por tanto, Morales Dueñas indicó que los maestros deben defender el uso y la permanencia de los nuevos libros de texto, discutirlos, apropiarse de ellos y hacer frente a la campaña publicitaria negativa.
Desde su perspectiva, esta campaña contra los libros de texto es una excusa para evitar debates que no se quieren realizar de manera abierta por sectores conservadores y empresariales del país y para posicionarse frente al gobierno federal.
Expuso que en este momento no hay una disputa entre el magisterio y el gobierno federal por el plan de estudios del 2022 a pesar de los errores que ha tenido su promoción e implementación.
El problema, asegura, reside en que “nadie está discutiendo eso y el ciclo escolar pasado cargó a los profesores a tener que vérselas con la implementación simultánea de dos planes de estudio. Los libros de texto son el termómetro de los planeas de estudio, de manera que tercero y cuarto grado estaban trabajando con el plan 2011 y 2917 de manera simultánea y ese es un reto tremendo”.
Morales Dueños expuso que, ahora, con la llegada d ellos nuevos libros de texto y la implementación del plan de estudios 2022, se plantea cambiar la manera de entender la enseñanza con el desvanecimiento de las asignaturas disciplinaras e instaurar una modalidad transversal.
Añadió que incluso es probable que en el próximo ciclo escolar se trabajen libros de texto de tres planes de estudio: 2011, 2017 y 2022, pero nadie discute eso y la atención se centra en una posición ideológica que desacredita contenidos progresistas en los libros de texto.
Puntualizó que el conocimiento y debate sobre los contenidos de los libros de texto es muy reciente y en este momento solo hay opiniones e impresiones superficiales, mientras que ejemplos como la campaña de Tv Azteca “llega al absurdo y es algo anacrónico decir que el comunismo es una amenaza al país o una amenaza a la educación de los niños”.
Además, recordó que todos los libros de texto, al ser promovido por el gobierno federal en turno, tiene un a posición ideológica, y basta recordar el gobierno de Felipe Calderón, cuando el libro de Historia mostraba el descubrimiento de la Virgen de Guadalupe como un hecho histórico.
Morales Dueñas indicó que, ahora, en los nuevos libros hay un abordaje del tema social y de la historia reciente que genera debate y que acerca al infante a conocimientos de su entorno inmediato.