Nuevo (uno más) plan educativo. La Secretaría de Educación Pública acaba de dar a conocer el nuevo plan de estudios para la educación básica. El modelo educativo de la “Nueva Escuela Mexicana” ideado por Moctezuma Barragán, nunca llegamos a conocer en la práctica. No sabemos si los maestros lo conocieron y lo entendieron y con qué resultados lo aplicaron. El nuevo Plan, se dice, está por concluirse. Solo falta insertar algunos aspectos que se serán llevados a consulta a los estados.
El arribo inesperado del SARS COVID 19, y el obligado confinamiento que provoco vino a estropear todos los planes de nuestro voluntarioso y soñador presidente. No solo fue el quiebre de la economía y la salud. La educación que obligo a que las clases se dieran en línea, al no ser presenciales, niños y jóvenes no solo perdieron las ventajas que trae consigo la socialización de los sujetos y de los conocimientos, sino la óptima adquisición de estos. Aun no es tiempo para saber cuál será el saldo negativo del rezago con la que saldremos cuando termine la pandemia, pero lo que es innegable es que los mexicanos en edad escolar habrán aprendido menos. Enfrentaremos un incremento en términos de abandono (deserción) y rezago escolar con todos los indicadores que se les relacionan. Datos de la SEP mencionan que en el último año seis mil alumnos dejaron los estudios de nivel superior, en la educación media básica abandonaron las clases 11 de cada cien estudiantes, la reprobación registra un 10%; en la secundaria la deserción ha disminuido al 1.4 por ciento, aunque la eficiencia terminal fluctúa en el 92.5 por ciento; casi ocho de cada 100 alumnos no concluyeron la secundaria en el último ciclo escolar. En rezago educativo mide el nivel de atraso de las personas que al llegar a 15 años no tienen los dominios y conocimientos que en teoría debieron alcanzar a esa edad. En el caso particular de Zacatecas aparece entre los estados donde sus niños y jóvenes han aprendido menos (bajo aprovechamiento promedio), solo por debajo de Michoacán, Chiapas y Veracruz.
Volviendo al nuevo Plan de estudios presentado hace unos días con el nombre: “Marco curricular y Plan de estudios 2022 de la Educación Básica Mexicana”, lo primero que nos sorprende es que los alumnos serán evaluados individualmente en tanto que los programas trabajarán con base en el pensamiento y trabajo colectivo. Esto no deja de ser una paradoja. Este plan es una campechana con rasgos de una educación neoliberal que privilegia las habilidades y competencias de cada sujeto, enfoque que en el papel se busca desterrar y de elementos del pragmatismo de John Dewey que establecía el aprendizaje con base en el trabajo, cooperativo en primer término. Actualmente el Plan está en la fase de “revisión, análisis y consulta” por parte de las autoridades educativas locales y (supuestamente) también de los profesores. Este nuevo Plan incluye en líneas muy gruesas: cómo operara el currículo, la desvalorización de la enseñanza y la figura del docente, la evaluación, las Tics en la educación básica, marco normativo curricular, revalorización del docente, la función diagnostica y formativa de la evaluación, la comunidad como eje articulador, inclusión, pensamiento crítico, lenguajes, saberes y pensamiento científico. También considera las fases de aprendizaje desde preescolar y cada uno de los subsecuentes grados desde primero de primaria hasta tercero de secundaria. De todo el documento, esta pendiente de concluir la malla curricular que se encuentra en proceso de construcción.
El modelo educativo 2018 descansaba en los conocimientos, prácticas, habilidades, actitudes y valores como base de la formación integral del individuo. El Plan 2022 apuesta a la “progresión de los aprendizajes”. Estas progresiones tienen que ver con los conocimientos, habilidades, valores y saberes como parte del proceso educativo de los alumnos. El método será el científico con los procedimientos conocidos desde Francis Bacon.
La educación básica mexica seguirá en crisis en tanto no se atiendan los problemas de infraestructura de las escuelas y la formación de los enseñantes que crónicamente ha venido arrastrando: escuelas destartaladas, mal equipadas sin los apoyos didácticos que requieren, actualización y capacitación deficiente de los docentes y la baja retribución de su trabajo. Y aunque al neoliberalismo se pretenda mandarlo al estercolero de la historia, aspectos de la educación neoliberal seguirán subsistiendo mientras siga de por medio la promoción y mejoras salariales a través de la Unidad del Sistema para la Carrera de las Maestras y los Maestros. Un esquema laboral basado en el mérito y esfuerzo personales en detrimento del trabajo en equipo. El fantasma del neoliberalismo recorre la educación mexicana.
Posdata. Pago, no tengo; debo, no es cierto. Así podríamos resumir la postura del gobernador zacatecano en el problema del no pago a los maestros y administrativos del ramo educativo. Según el, como AMLO declaró que la nómina estatal se federalizaría, no dijo cuándo, es en el centro en donde los lideres y maestros deben “hacer su lucha”, porque a él ni tiene dinero ni le corresponde pagar. Como mandatario se desentiende de cualquier gestión en el problema. ¿Qué las plazas no se llaman estatales y los maestros y escuelas donde trabajan no son del estado porque dependen mayoritariamente de los impuestos que se recaban en la entidad? Cuanta ingenuidad e irresponsabilidad. Los patos tirándoles a las escopetas. ν