Los trastornos del sueño han sido una de las secuelas con más presencia luego de dos años de pandemia, y si bien el insomnio es el más conocido y común, autoridades de salud a nivel mundial y nacional están alertando del cada vez más frecuente “Síndrome de las piernas inquietas”, que se caracteriza por las ganas de mover las piernas en cualquier momento de descanso, manteniendo despiertas a las personas porque se acompaña de otras sensaciones incómodas como ardor, comezón u hormigueo.
Por ello, la Secretaría de Salud (SSa) a nivel federal ha emitido información para que la ciudadanía esté al tanto de su sueño y la salud que gira en torno a este, pues conforme la vida se vuelve más agitada, advierten, es mucho más fácil pasar más tiempo sin dormir, logrando apenas conciliar el sueño durante 6 de las 8 horas necesarias por la noche, cuando lo necesario son más horas de sueño para restaurar el cerebro y el cuerpo.
De acuerdo con especialistas de salud, tanto de Estados Unidos como de México, se necesita dormir porque esto le da al cuerpo y al cerebro tiempo para recuperarse del estrés del día. Después de una buena noche de sueño, explican, la persona se desempeña mejor y se toman también mejores decisiones. Dormir ayuda a sentirse más alerta, optimista y a tener una mejor relación con las personas, pero también ayuda al cuerpo a combatir enfermedades.
Con respecto a las horas necesarias de sueño, han coincidido que diferentes personas necesitan una cantidad precisa, pero lo más común es que la mayoría de los adultos necesitan de 7 a 8 horas de sueño por noche para una buena salud y funcionamiento mental, mientras que otros necesitan hasta 9 horas de sueño por noche.
Con respecto a las razones para no dormir por las noches, se han detectado, entre las muchas que podrían ser, la “agenda ocupada”, es decir, cuando las actividades nocturnas, ya sean laborales o sociales, son una de las razones principales por las que la gente no duerme lo suficiente; el “mal entorno para dormir”, cuando es más difícil obtener una buena noche de sueño en un dormitorio con mucho ruido o luz, o que es muy frío o caliente.
Asimismo, destacan entre estas razones el uso de aparatos electrónicos, ya que las tabletas y los teléfonos móviles que emiten sonidos durante la noche pueden afectar el sueño y también pueden hacer imposible desconectarse del mundo de la vigilia; las “afecciones médicas” también suelen evitar que se consiga un sueño profundo y reparador: puede ser por artritis, dolor de espalda, enfermedad del corazón, y afecciones como el asma que dificultan la respiración, aunque la depresión, la ansiedad y el abuso de sustancias también pueden dificultar que se concilie el sueño.
Y destaca también el propio “estrés por dormir”, es decir, cuando después de varias noches de dar vueltas en la cama, el simple hecho de estar ahí puede hacer a las personas sentirse ansiosas y despiertas, incluso si se siente mucho cansancio.
Pero también hay tres trastornos del sueño bastante identificables: el insomnio, la apnea del sueño y el llamado “síndrome de las piernas inquietas”, para los cuales es necesario un tratamiento que puede ayudar en muchos casos.
El insomnio sucede cuando hay problemas para quedarse dormido o dormir toda la noche. Es el trastorno del sueño más común y puede durar una noche, un par de semanas o meses antes de desaparecer; en tanto, la apnea del sueño es una afección en la cual la respiración se detiene durante la noche. Incluso si no lo despierta por completo, la apnea del sueño puede interrumpir el sueño profundo.
Y el síndrome de las piernas inquietas puede mantener a la persona despierta con ganas de mover las piernas en cualquier momento de descanso. A menudo, de acuerdo con los especialistas, el síndrome puede venir acompañado de sensaciones incómodas como ardor, hormigueo, comezón o una sensación de que algo avanza lentamente por las piernas.
La falta de sueño, han advertido, no sólo afecta a la persona con problemas para dormir, sino que la fatiga ha sido vinculada con accidentes tanto leves como graves, pues al menos en Estados Unidos cada año hasta 100 mil accidentes automovilísticos y mil 550 muertes son provocados por conductores exhaustos, porque manejar con sueño puede disminuir la atención y el tiempo de reacción tanto como manejar bajo los efectos del alcohol.
En ese sentido, han recordado que si no se duerme lo suficiente, el cerebro tiene problemas para desempeñar funciones básicas; puede tener problemas para concentrarse o recordar cosas; puede generar mal humor y reaccionar de manera violenta con compañeros de trabajo o sus seres queridos.
Pero igual que el cerebro necesita dormir para recuperarse, el cuerpo también lo necesita, pues cuando no duerme lo suficiente, el riesgo de padecer varias enfermedades incrementa, sobre todo como diabetes, enfermedades del corazón, la obesidad, infecciones y la salud mental, han advertido los profesionales de la salud, por lo que recomiendan que si a menudo se sienten cansados durante el día o si la falta de sueño dificulta las actividades diarias, se consulte al médico para que le suministre un tratamiento para mejorar el sueño.
