La historia de los procesos electorales mexicanos ha tenido de todo: surrealismo, crímenes, fraudes, triunfos irrevocables, desmanes callejeros, cárcel a opositores, riqueza a los defraudadores, honor y gloria a los ausentes, en fin, una retahíla de aconteceres que si madurasen, este país y esta humanidad ya no tendría de la tenebra todos sus sinsabores.
Nuestro país tiene buenas noticias para todos y lecciones para unos y otros: unos proclaman: es la democracia para los imbéciles que fueron engañados por la desinformación envenenada y la compra directa, para los otros, muy a fuerzas e imponiéndose con la razón y la firma proletaria, el fin de un largo episodio muy doloroso en el que terminan los grandes cacicazgos que infundieron miseria y dolor a millones de sus pobladores y reinicia una etapa donde, al parecer, se impone una mayoría con la claridad y la pujanza de sus dirigentes obradoristas.
No nos hagamos ilusiones: las impugnaciones estarán a la orden del día, la comentocracia hará gala de la insidia y la defensa a ultranza de victorias y de fraudes. Les he escrito que tengo la costumbre de escuchar a la derecha, de leerla y verla en múltiples programas, medios, redes, y hasta personalmente, tengo una obsesión por su conveniencia y su tara mental, de como son capaces del engaño, del cinismo, de la exacerbación de la mentira en la violencia.
El presidente Obrador ha insistido en que somos uno de los países mas politizados del mundo y tiene razón, tantos años soportando la peor de las miserias, las represiones, el uso de la fuerza oficial para la contención de los movimientos populares, en realidad la gran burguesía mexicana se ensañó con su población, teniendo un constante desdén por arreglar la casa y crecer todos juntos.
Manejada la oligarquía mexicana por intereses extranjeros sumamente poderosos, vecinos del país mas insólito que haya conocido la humanidad, el imperio estadounidense es el resultado vertiginoso del capitalismo y las migraciones humanas, del triunfo ante las adversidades y de la creación punitiva de una población de drogadictos de 30 millones activos, de sus casi 300 millones de habitantes y de ser los guardianes del mundo y provocar guerras, armar a Israel y Ucrania, atosigar las fronteras chinas, lavar dinero proveniente del narcotráfico, introducir 300 mil armas de manera ilegal a nuestro país…o sea, ¿Qué nos depara este escenario?
Los mexicanos somos muy dados a vencer las dificultades, tarde que temprano y antes del final del mundo, hemos de hacer los arreglos necesarios para otorgarle legítimamente a millones de hogares las condiciones indispensables que consagra la constitución, la jornada electoral de ayer cumplió con las premisas dislocadas, los recuentos del vocerío de la derecha, la exigencia de los medios nacionales con sus analistas a modo y la proclama de las victorias pírricas, los nervios, las tensiones, el arrebato y la falla técnica.
Contundencia pide la población, el baile de las cifras y el glosario de los grandes desmanes estarán a la orden del día.
Felicito a la comunidad gitana mexicana con sus casi 4 millones de habitantes que supieron ejercer su derecho al voto.
Felicitaciones al pueblo mexicano.