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sábado, 3 mayo, 2025
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■ La candidata a la Rectoría afirmó que el ejercicio actual de los recursos ha sido discrecional

Es imperativa una reforma que sí atienda necesidades reales de la BUAZ: González

■ Expresó su rechazo a la continuidad de un proyecto que ha agravado la crisis institucional

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Por: MARTÍN CATALÁN LERMA •

La Benemérita Universidad Autónoma de Zacatecas (BUAZ) necesita una reforma académica y administrativa que responda a las necesidades de la comunidad docente y estudiantil y de la sociedad en su conjunto, no la continuidad de un proyecto que ha agravado la crisis institucional, afirmó Jenny González Arenas, candidata a la Rectoría de la por la planilla “Decide”.

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En lo que respecta a la reforma universitaria que impulsó la Rectoría actual, afirmó que esta fracasó porque desde su inicio se trabajó de manera vertical, sin considerar a toda la comunidad.

“A diferencia de cómo se planteó la reforma en esta administración, tiene que hacerse a partir de las necesidades de la comunidad estudiantil y de la sociedad. Lo que hizo fracasar esa reforma fue la verticalidad con la que pretendieron conducir el proceso, pero si se conduce con base en las necesidades de la colectividad, podría avanzar”, expresó.

Otro problema en este rectorado fue el de los excesos en el salario y prestaciones de los funcionarios de la administración central, por lo que propuso que se limite al recurso autorizado por el gobierno federal.

Por ejemplo, para este año el convenio de apoyo financiero establece un monto de 110 millones de pesos para la burocracia de la universidad, pero el monto que se le ha destinado es de 240 millones de pesos, lo que significa que ese excedente lo toman de recursos que deberían destinarse a la planta docente o administrativa, por lo cual esa situación debe erradicarse.

Respecto a la deuda con el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales para los Trabajadores del Estado (ISSSTE), González Arenas comentó que en los últimos años se ha pretendido firmar un convenio con el para resolver la crisis financiera de la universidad, pero esa no es la solución.

Refirió que parte del problema es que no se paga la seguridad social de manera ordinaria y tampoco se abona al adeudo que ya es de 3 mil 700 millones de pesos, de manera que en este momento lo que se debe hacer es firmar un convenio con el gobierno del estado para que se comprometa a ser aval solidario para el pago de dicho adeudo.

Además, parte de la solución del adeudo histórico se encuentra en la ley fiscal que establece beneficios que pueden solicitar cualquier entidad, de manera que su rectorado solicitará su aplicación, pero no por una concesión del instituto, sino por lo que plantea la normatividad.

Desde su perspectiva, es importante pagarla seguridad social de manera ordinaria porque hacerlo impide el crecimiento de la deuda con el ISSSTE, pero en los últimos años no se ha pagado y en consecuencia la deuda se ha incrementado cada mes en 38 millones de pesos, recurso que incluso podría ahorrarse evitando los gastos excesivos en la nómina de funcionarios. 

Contrario a ello, González Arenas precisó que el ejercicio de los recursos ha sido discrecional, sin transparencia, y han preferido dejar de pagar seguridad social, el impuesto sobre nómina y a Hacienda, lo que provoca el crecimiento de la deuda.

Aunado a ello, “tenemos una Rectoría que está sometida al gobierno del estado y que nunca ha sido capaz de gestionar el pago de adeudos que tiene el gobierno del estado con la institución, por ejemplo 265 millones que se deben, y su lugar el rector de exigir el pago presume fotos, participa en eventos e incluso organiza eventos políticos para gobierno del estado”.

En otro tema, relató que algo que la motivó a participar en esta contienda electoral fue el hecho de observar que el rector, quien se ha asumido como patrón, tuvo un rol de confrontación con el sindicato al que pertenece.

Como secretaria general del Sindicato de Personal Académico (SPAUAZ), “viví de manera directa esa indiferencia, antipatía y confrontación, lo que nos permitió darme cuenta de muchas cosas que pasan en la universidad y que desafortunadamente no se dicen. Pudimos entender la realidad de muchos problemas y conocer que hay maneras de solucionarlos con base en compromiso y voluntad”.

Además, González Arenas aseguró que hay mucha gente que coincide en la necesidad de cambiar la percepción de la ciudadanía de que la universidad es un barril sin fondo y de cambiar la forma de gobierno para que se asuma una verdadera función de agente de desarrollo social y no el que ha tenido como instrumento político para el gobierno.

Sobre el cuestionamiento que se le hace por dejar la secretaría general del sindicato para postularse como candidata a rectora, precisó que la universidad no es una empresa privada y si bien el sindicato es un contrapeso necesario en el ejercicio de la autoridad, no significa que el rector sea el patrón, puesto que es un docente que en determinado administra los recursos que la institución recibe del gobierno federal y estatal. En ese sentido, es equivocado pensar que el rector es un patrón, ya que después de su encomienda vuelve a ser sindicalizado.

Por último, mencionó que atenderá las inquietudes estudiantiles que ha escuchado, tales como la falta de agua en los sanitarios, falta de espacios y hasta falta de contactos eléctricos, por lo que la universidad debe replantearse con base en las necesidades de los jóvenes.

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