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sábado, 10 mayo, 2025
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Expone Isaí Moreno El suicidio de una Mariposa, novela entre el eros y tanathos

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Por: ALMA RÍOS •

Antonino colecciona, por morbo, notas periodísticas amarillistas que hablan de accidentes automovilísticos, crímenes, asesinatos. Las colecciona también porque le horroriza “que esa sea la condición humana y que de una u otra manera la va a afrontar”, reseña Isaí Moreno su novela, El suicidio de una mariposa, que tuvo su presentación dentro del Encuentro Internacional de Escritores, ayer por la tarde en la Petroteca del Antiguo Templo de San Agustín.

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El suicidio de una mariposa es la tercera novela de Isaí Moreno (Ciudad de México, 1967) y fue finalista del Premio Rejadorada de Novela Breve 2008 en Valladolid, España.

La presentación del libro fue integrada al programa académico del 25 Festival Cultural Zacatecas 2015 en una charla literaria, a la que prosiguió en mismo escenario, una mesa redonda en que Moreno participó conjuntamente con los escritores: L.M. Oliveira, Jaime Mesa y Daniel R. Barrón.

Antonino transita de la niñez a la adolescencia y fue recreado en el contexto por Moreno en los años 80, tiempo concordante con la infancia del autor y en que ocurriera la muerte de John Lennon, para que el personaje atestigüe que la violencia no sólo ocurre en la pequeña ciudad donde habita, Ciudad del Valle, “sino en todos lados y que a una estrella también le puede tocar, o sea a todos les puede tocar”.

La premisa de la que parte El suicidio de una mariposa es el binomio de las dos grandes fuerzas impulsoras del instinto humano, eros y tanathos, misma que se resume en una frase de Baudelaire con la que inicia: “De niño tuve en mi corazón dos sentimientos contradictorios, el horror de la vida y el éxtasis de la vida”.

La novela, escrita en el transcurso de 10 años, que fuera abandonada por momentos por el autor pero que finalmente “insistió en seguir viva”, estaba propuesta originalmente como una narración fragmentaria, pero finalmente terminó escrita a un solo párrafo, mismo que transita por alrededor de 110 páginas.

Había dos premisas alrededor de la propuesta, dijo Isaí Moreno en la entrevista, hacer que el lector no se diera cuenta hasta ya entrada la prosa que no tenía párrafos, lo que constituiría un logro para el autor y  otra de exigencia narrativa: “si la novela empieza con un buen combustible como en un coche, que el acelere lleve a una buena velocidad y por la misma inercia se siga leyendo” hasta llegar al último.

La estructura dijo, no es novedosa, y es utilizada por escritores alemanes que escriben novelas en este formato de hasta 500 páginas. “Hay lectores que les gusta ese tipo de desafíos…”.

El suicidio de una mariposa surgió de otro reto, el de hacer una novela preguntándose cuánto puede recordarse de la infancia y la adolescencia.

“Dijimos: A ver, ¿qué te parece si hacemos una novelita de cosas involucradas con nuestra vida y a ver qué queda? Sólo hagámoslo como experimento…”.

El reto fue propuesto por Isaí Moreno a un amigo, quien luego de 10 cuartillas abandonó el proyecto.  Al tiempo Moreno se dio cuenta que no recreaba su infancia y adolescencia sino recreaba, estaba fabulando.

“Uno siempre como novelista se defiende y dice, yo no soy el personaje que está ahí en la historia, ¿eh? por supuesto que no lo es, puede ser cierto porque aunque tenga rasgos de uno es un ser fabulado y es lo padre de la fabulación”.

La realidad dijo, no siempre tiene principios dramáticos como una novela o una película, es parca a veces aburrida, lo que no quiere decir que no sea interesante.

“En ocasiones nos asombra mucho, nos tiene sorpresas, pero la realidad en la novela lo que hace es darle esos puntos dramáticos, esos nudos que en una experiencia vital no se llegan a tener” ni en la vida del lector ni en la del propio autor.

Isaí Moreno, cita su página www.isaimoreno.com, es profesor-investigador en la carrera de Creación Literaria de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México y colabora en revistas literarias, suplementos y blogs culturales como Nexos, Letras Libres, La Tempestad y Blogindieo. Es autor de Pisot (Premio Juan Rulfo a Primera Novela 1999).

Su formación en las ciencias físico-matemáticas, vocación que ha compartido con la literatura, comentó, le forjó el carácter, que le ha servido para enfrentarse como antes a los exámenes de análisis matemáticos, ahora ante una novela, incluso para destruir un borrador completo de 400 páginas “para volver a empezar”.

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