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jueves, 18 abril, 2024
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2021: Año de Ramón López Velarde*

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Por: MARCO ANTONIO CAMPOS •

La Gualdra 464 / Literatura / Año Lopezvelardeano

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A Dulce Muñoz

 

Se cumplen el 19 de junio de 2021 cien años del fallecimiento del que es tal vez el mejor poeta que ha dado México. Ramón López Velarde es el único de nuestros poetas cuya poesía se reinventa en cada generación y su prestigio crece. Su muerte, acaecida la madrugada del 19 de junio de 1921, en Ciudad de México, conmocionó al medio cultural y artístico, y desde sus mismos funerales y entierro, que fueron apoteósicos, organizados por José Vasconcelos, entonces Rector de la Universidad Nacional de México, empezó a crecer la leyenda.

En un artículo, publicado en ese 1921, Vasconcelos anotaba algo sobre la personalidad, que después resaltaría Xavier Villaurrutia acerca de la obra, que la característica principal de López Velarde era el misterio. Eso mismo ha hecho que su vida y su poesía sean las  más estudiadas, diríamos aun, escudriñadas, entre nuestros poetas, tratando de saber qué hay detrás de la magia de sus versos y de los momentos que vivió. López Velarde lo dijo: “El mundo es mágico”, y es nuestro único poeta que puede leerse a diario y se renueva en cada lectura. El milagro de la poesía y la prosa de López Velarde es que un siglo después están igual de vivas o más que cuando se publicaron. Poetas de la generación de Los Contemporáneos, como Xavier Villaurrutia, José Gorostiza, Ortiz de Montellano y Jorge Cuesta (algunos de ellos lo trataron personalmente), pasando por altos poetas de  promociones sucesivas, como Octavio Paz y Alí Chumacero, Bonifaz Nuño y Eduardo Lizalde, Hugo Gutiérrez Vega y José Emilio Pacheco, y desde luego de sucesivas promociones, no han dejado de escribir acerca de su poesía y su prosa y no hay casi poeta mexicano que no reconozca su cercanía con él, algo que sin duda a él mismo le hubiera encantado. No solo eso: como dice José Luis Martínez, el doble compilador de sus obras completas en el Fondo de Cultura Económica, en 1971 y 1990, su poesía es de todos. Ha sido y es el poeta más querible de México. López Velarde, sin tratar de minimizar a nadie, es tal vez el zacatecano más ilustre de la historia del estado, o al menos, el más reconocido, con Manuel Ponce, nacional e internacionalmente. ¿Es poco que el premio Nobel chileno Pablo Neruda lo admirara e hiciera en 1963 un prólogo y una selección de sus poemas, o que el extraordinario escritor argentino Jorge Luis Borges se supiera de memoria “La suave Patria” y “El retorno maléfico”, y que otro premio Nobel, Octavio Paz, escribiera tres ensayos que no dejan de citarse? Por demás, López Velarde ha sido admirablemente traducido, pese a la complejidad de la tarea, entre otras lenguas, al inglés, por Samuel Beckett; al neerlandés, por Stefaan van den Bremt; y al italiano, por Emilio Coco.

En 2021 también se celebrará la escritura y la publicación de “La suave Patria”, el poema cívico por excelencia en México. Han dicho algunos poetas y críticos, entre ellos quien fue su amigo, el poeta guanajuatense Rafael López, que “La suave Patria” debería ser el segundo himno nacional. No está mal la sugerencia. El himno del potosino Francisco González Bocanegra y el poema de López Velarde se complementan en su fértil contraste. Aquel es la justificación, apoyada por Dios, del uso de las armas ante la amenaza extranjera. Escrito en 1853, el Himno Nacional solo se volvería oficial hasta el Porfiriato, con la sensata omisión de los desaforados elogios a Iturbide y Santa Anna. La otra patria, la propuesta por López Velarde, nace contra la lucha fratricida, contra la ciega violencia de la Revolución, y esta patria es leve, subjetiva, colorida, y si se quiere, en algunos instantes, folklórica. No hay en esta patria “el bélico acento” sino la “épica sordina”. Es la patria de mirada mestiza que une la provincia y la capital, el México antiguo y el México moderno, el establo y el petróleo, lo católico y lo pagano. Es la patria que en esta segunda década del siglo XXI anhela todo mexicano de bien. Por demás, “La suave Patria” no ha tenido linaje como poema. Es un poema único e irrepetible. Todo aquel que ha querido seguirlo o hacer algo parecido ha incurrido en una mala imitación. No es como una joya; es una joya. En él se halla, como dice Octavio Paz, “el mediodía de su estilo”. Otra razón para que 2021 sea el Año López Velarde.

Nadie, como él, volvió la provincia tan entrañable, o más específicamente, el centro-norte de México. Nadie, como él, hizo de una villa, en este caso Jerez, el pueblo emblemático de los poetas mexicanos. Gracias a la cordial y afectiva lectura de López Velarde, todos somos un poco jerezanos. Gracias a su poesía, las mujeres, en especial las zacatecanas, han vivido y vivirán en un intenso resplandor. No dijo acaso López Velarde: “Yo sé que aquí han de sonreír cuantos me han censurado no tener otro tema que el femenino. Pero es que nada puedo entender ni sentir sino a través de la mujer. Por ella, acatando la rima de Gustavo Adolfo [Bécquer], he creído en Dios”.

No es el poeta nacional en el sentido oficial, que sería como petrificarlo, pero sí lo es en un sentido vital y actual, en la medida que su lírica pertenece a todos los mexicanos y a todo lector nuestro que encuentre en ella un deleite continuo. Al declarar el Congreso de Zacatecas 2021 como el Año López Velarde es una gloria también para la  XLIII Legislatura y una gloria más para el estado de Zacatecas.

 

 

*Justificación para que el Congreso del Estado de Zacatecas declarara al “2021, Año de Ramón López Velarde”, 22 de junio de 2020.

 

 

https://issuu.com/lajornadazacatecas.com.mx/docs/la_gualdra_464

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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