En una América Latina en la que la corrupción es una problemática tan arraigada surge una figura que demuestra cómo la decencia no ha desaparecido a pesar de que para defenderla se arriesgue la vida, este es el personaje que protagoniza la nueva novela de Mario Vargas Llosa: El héroe discreto.
El premio Nobel de Literatura 2010 presentó su más reciente libro ante el público de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara (FIL) 2013 a manera de una amena charla con el periodista Juan Cruz y el escritor y analista literario José Miguel Oviedo.
El punto de partida de El héroe discreto fue la noticia de que en una ciudad del norte de Perú, un empresario había publicado en un periódico una advertencia a la mafia de que no pagaría la cuota requerida a cambio de protección. Este desafío impresionó a Vargas Llosa por tratarse de “un pobre hombre, un empresario sin poder que de pronto ponía en riesgo todo lo que tenía, su empresa, su familia, por una cuestión que obedecía a una convicción profunda de no perder su dignidad”.
A partir de la noticia, narró Vargas Llosa, comenzó a imaginar cómo sería el personaje, pero éste no llegó por completo a su cabeza sino hasta que encontró el nombre que lo acompañaría: Felícito Yanaqué. “No veo al personaje hasta que no encuentro el nombre que le corresponde. Un nombre que indicara claramente su procedencia social. Ese es el proceso que sigo en la creación de todos los personajes. Una vez encontrado el nombre es mucho más fácil crear al personaje”.
Para el premio Nobel de Literatura, quien no cree en las clasificaciones de escritores en realistas, fantásticos, regionalistas, etcétera, el punto de partida de sus historias siempre es algo que ha vivido, algo visto, leído, algún recuerdo. “La imaginación necesita trabajar siempre sobre la memoria”. De ahí que sus novelas presenten preocupaciones constantes, entre ellas las problemáticas peruana y latinoamericana que “pasa del pesimismo al entusiasmo, y luego del entusiasmo al pesimismo”.
Afirmó, sin embargo, que a pesar de que la preocupación por el futuro del libro y la literatura son legítimos, la Feria Internacional del Libro de Guadalajara representa un espacio en el que ese temor es visto como una necesidad y urgencia.
“El libro es un instrumento para defendernos contra la adversidad, para conocer el mundo y para compensar, a través de la fantasía, todas las frustraciones y adversidades que se enfrentan enla vida”, agregó.
La nueva novela del escritor peruano, publicada en septiembre de este año, no escapa a la costumbre de su autor de utilizar personajes que han aparecido en otras de sus obras. Para Vargas Llosa hay algunos que nacieron para una historia, sin embargo otros, generalmente secundarios, que en el acto de la escritura toman iniciativas que no estaban definidas para ellos, “los personajes cobran cierta soberanía, y de evitárselos, los personajes pierden credibilidad”.
Durante esta edición de la Feria Internacional del Libro también se tiene programada la presentación de la obra de teatro Kathie y el hipopótamo basada en la novela homónima del Nobel que cuenta con la actuación de la cantante española Ana Belén y la dirección de Magüi Mira.