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miércoles, 24 abril, 2024
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Lucha y reflexión, continúan

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Por: RENÉ LARA RAMOS • admin-zenda • Admin •

Los problemas financieros por los que atraviesan en el estado de Zacatecas, su Gobierno y su Universidad Autónoma, la UAZ, todavía parecen tener que ver con el reciente arribo de sus titulares: el gobernador Alejandro Tello Cristerna y el Rector Guzmán. Común a ambos, el problema más notable ha sido la falta de recursos, si bien esperable, no deja de sorprender que en ambas haciendas o cajas, no hubiera en resguardo, suficientes recursos presupuestales ordinarios, ni para pagar la segunda quincena de octubre, menos para cerrar el año y peor si tampoco existen para enfrentar la inmediatez de los “ininterrumpibles” pagos de nómina (y de adeudos), al grado de recurrir a la Secretaría de Hacienda de la Federación a solicitar recursos a aplicar en la quincena inmediata y gestionar las subsiguientes del fin de año, así como los destinados a pagar las prestaciones correspondientes al fin de año 2016. Presupuestados o no, tales recursos no existían en las respectivas tesorerías o secretarías de finanzas.

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Normal o no, eso se habría de definir para hacer un eventual y necesario deslinde con las autoridades recién idas y asentar la probidad de los que se fueron o consignar y perseguir su ausencia, si hubiere malversación de los recursos financieros; si hubo probidad, también hacerlo público. Los plazos avanzan y urge finiquitar irregularidades o dudas, si las hay. Eso vale a futuro, si se oculta algo irregular, el recién llegado cargará con la eventual, culpa o daño.

¿A qué viene todo esto? Entre otras cosas, al hecho de que el Estado y la UAZ, ciudadanos y universitarios, están obligados a exigir a sus titulares recién llegados, nada menos que por elección, probidad en su ejercicio que inicia de esa forma, con cuentas claras, positivas o negativas, con haberes o deudas, pero hacer todo del conocimiento público ciudadano y del universitario, enterar a todos, para valorar y discutir, si son o no justas, de cara a un futuro de provecho a construir, sin lastres financieros, aunque, si no hay de otra, con deudas justas. A estas alturas, los universitarios saben que la promesa de Videgaray, seguirá incumplida, de su sucesor en la titularidad de Hacienda, en general, se puede decir haber facilitado u ofrecido apertura a ambas autoridades: las estatales y las universitarias, de la UAZ, insisto, recién llegadas, para tratar sus problemas financieros.

Por supuesto, se espera el apoyo financiero de la Federación. Ni idea, si a estas alturas, ya se sabe con seguridad del respaldo al Estado y la UAZ para hacer un correcto cierre de año, que mucho ayudará a procesar, amainar, las turbulencias de las revisiones contractuales a realizarse al inicio del 2017. En la UAZ, desde ahora se demanda un aumento (incrementado e inaplazable) del subsidio, necesario para proceder a consolidar avances y mejoras, académicas y administrativas. Aún hay tiempo para negociar con argumentos, discutir y definir ¿sin prisas? Se habrá de confiar, en la afabilidad del secretario de Hacienda y en la probidad y efectividad de las autoridades universitarias, para lograr, si no todo, lo mejor. Ideal sería también lograr un incremento de plazas soportadas, para la UAZ.

Más allá de eso, Moctezuma Longoria, docente de la Unidad Académica en Estudios del Desarrollo”, reflexiona: “quien está en crisis en la Universidad Autónoma de Zacatecas (UAZ) no es la institución en sí misma, sino los propios universitarios que, con sus prácticas, han coadyuvado en la problemática actual”. Y para reflexionar: “Si reconocemos que la Universidad está pasando por una crisis generalizada no dudemos en reconocer que la Universidad somos nosotros. Entonces, somos nosotros los que estamos en crisis”, indicó.

Y continúa: “Desde su punto de vista, son las formas tradicionales de ser y de pensar de los universitarios las que tienen que ser superadas, porque de lo contrario se reproduce “una especie de ethos de identidad conservadora donde la conciencia se concretiza en ideas reiterativas”, tales como: “tenemos que luchar por el proyecto de la universidad pública”, “la resistencia y la participación masiva es la única que permitirá resolver la crisis”, “el Estado es el responsable porque no entrega el subsidio suficiente”, entre otras.

“Lo que está sucediendo es una crisis de las formas de pensar y de actuar de antaño, esa crisis también está carcomiendo el control corporativo que aún se tiene y cuyas cabezas visibles aparecen reafirmando sus excesos como grupos de poder al interior de la Universidad”.

También manifestó entonces que la Universidad ya se encuentra en una situación de desventaja en el tiempo, pues no se ha previsto la manera en que será afrontada la reducción del presupuesto federal en la educación en su conjunto, lo cual ocurrirá también en el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt).

Sugirió que la negociación con la Secretaría de Educación Pública (SEP) y la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) se realice proactivamente; es decir, con propuestas y compromisos de parte de la Máxima Casa de Estudios de la entidad, pues de no hacerlo el desenlace será similar al de otras universidades que fueron intervenidas por el Estado. ■

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