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jueves, 28 marzo, 2024
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La lucha política moderna ocurre en las redes mediáticas

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Por: RAYMUNDO CÁRDENAS HERNÁNDEZ •

Hace pocos días, Lorenzo Meyer escribió y publicó el siguiente texto: “Para los enemigos de la cuarta transformación el Covid-19 no es tragedia mundial sino una inesperada oportunidad para agudizar la confrontación con AMLO y acelerar el fin de un intento democrático y pacífico por modificar la inicua naturaleza de un sistema político corrupto en extremo”. Yo agrego que el mismo uso dan a la crisis económica que golpea por todos los confines de la tierra y al desplome de los precios del petróleo que lleva aparejado: culpar al gobierno que encabeza AMLO e insistir en que tienen razón en calificarlo como un peligro para México. Tienen mucho interés en que ese concepto se consolide en las mentes de los mexicanos, antes de verificarse las elecciones intermedias del 2021.

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La mayoría de los conductores y comentaristas de las redes de radio y TV abiertas afines al proyecto neoliberal que construyó la derecha mexicana desde 1982, abruman a diario a sus audiencias con anuncios catastróficos de todo tipo, referidos sin falta al desempeño del gobierno de López Obrador. No les da pena afirmar que la crisis económica global se convertirá en una catástrofe económica para México por no hacer caso a las indicaciones de las agencias calificadoras de riesgo. Prefieren no analizar los abundantes signos de que el fracaso del modelo que benefició a pocos excluyendo a las mayorías ha sido iluminado por la pandemia de Covid y ya está a la vista de todos. Insisten todos los días en que López Obrador, al no contratar más deuda pública y al negarse a otorgar un trato especial a los grandes empresarios del país, bajando y condonando impuestos al pequeño núcleo de privilegiados, nos conduce a escenarios donde cerrarán multitud de fuentes de empleo en el corto plazo.

Durante los dos últimos meses esos informadores vienen insistiendo en que sufriremos una catástrofe sanitaria, a consecuencia del pésimo manejo que el gobierno de México ha dado a la epidemia de Covid-19. No se hacen cargo del deterioro generalizado del sistema de salud provocado por los sucesivos gobiernos de sus amigos neoliberales, y de los inmesos esfuerzos que se están realizando para rehabilitar hospitales, contratar a miles de médicos, enfermeras y demás personal necesario, así como para equiparlos con lo indispensable. Su mensaje, repetido disciplinadamente por todos ellos a todas horas, está dando cobertura a un grupo de 5 o 6 gobernadores que han agregado un elemento más llamativo para dar credibilidad a la idea de que el país está al borde del abismo: han deslizado la idéa de que podrían conducir a sus estados a romper el pacto federal por el maltrato que reciben del gobierno de AMLO en la dotación de material para el personal que atiende directamente a los enfermos de Covid.

La línea editorial que orienta a los comunicadores neoliberales tiene una pieza clave: Todo lo que no cabe en el modelo neoliberal corresponde al populismo y perjudica gravemente al país. Así juzgan a los incrementos salariales de 2019 y 2020, a la reforma laboral, a los programas sociales dirigidos a amplios sectores populares y, sobre todo, a la política de regenerar a Pemex y la CFE para garantizar la soberanía energética. Para ellos, esas empresas públicas solo tienen un futuro aceptable: desaparecer y dejar el negocio energético para el sector privado. No consideran ni por un momento que fueron los gobiernos neoliberales los que las endeudaron y disminuyeron su capacidad productiva, sin que los empresarios llenaran el hueco.

Los ideólogos del neoliberalismo prefieren no hablar de los múltiples ejemplos de que el nuevo gobierno, sobre todo AMLO, está comprometido con el combate sin cuartel a la corrupción. Quisieran que la gente olvide los años de impunidad de gobernadores como los Duarte y de los huachicoleros de dentro y fuera del gobierno, que olvide el tráfico de influencias generalizado ejemplificado con la estafa maestra y los negocios de Emilio Lozoya con Odebrecht, que no se informe de las decenas de cuentas bancarias congeladas por la Unidad de Inteligencia Financiera. Y, sobre todo, que la gente no se informe ni reflexione sobre el significado que tiene la aprehensión por el gobierno norteaméricano del ex secretario de Seguridad Pública, Genaro García Luna, pieza clave de los gobiernos de Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto en sus relaciones con los cárteles del crimen organizado, especialmente con el de Sinaloa encabezado por Joaquín Guzman Loera.

Un gran obstáculo que deben vencer los ideologos neoliberales para tener éxito en sus propósitos es la cantidad de información hoy disponible para todas las personas. Será muy difícil esconder el carácter global de la pandemia y de la crisis económica y, por ello, será casi imposible que logren engañar a sectores significativos de la población mexicana. Y será mucho más dificil que logren convencerlos de un nuevo proyecto, dada la gran incapacidad que han mostrado para articular idéas nuevas. El adoctrinamiento que recibieron durante las últimas tres décadas, los incapacitó para ver más allá de los dogmas neoliberales y para conducir la vida política del país mediante el debate de ideás; por ello es que no pueden dejar de lado las notas falsas, las calumnias y las ofensas contra el presidente. ■

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