Afirma que fue amenazada por el dirigente estatal del PRI, Felipe Ramírez Chávez
La diputada de la 63 Legislatura, María Navidad Rayas Ochoa, expuso que su adhesión a la bancada del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) fue “más que nada por “protección”, luego de ser objeto de amenazas por parte del dirigente estatal del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Felipe Ramírez Chávez; una vía telefónica para informarle que atentarían contra una de sus hijas.
“Fueron muchas las amenazas, fueron…una de las noches ellos mismos me hablan y me dicen oye, están por levantar a una de tus hijas. Ellos saben, ellos saben muy bien hasta dónde llegaron; ellos saben (…) El compañero Felipe el día que yo le dije, señor presidente me mandaron hablar y me dicen que voy por una constancia de una diputación… y él sabe, él sabe que me dijo: vaya… pero se la va a llevar… con toda la boca me dijo la majadería…”.
De estas amenazas deslindó al gobernador Alejandro Tello, quien cabe mencionar, el día lunes en la conferencia de prensa ofrecida por la dirigencia estatal del PRI y militantes integrados a su sector de Movimiento Territorial fue señalado como quien impuso a Navidad Rayas para obtener una diputación por la vía de representación proporcional.
La legisladora dijo que el mandatario no estaba detrás de las amenazas y por el contrario expuso que “han abusado de la buena fe de Alejandro Tello”.
Sostuvo que las ofensas que ayer expresó Ramírez Chávez contra ella llamándola “oportunista” y “cínica” a la par de exigirle que devolviera la diputación que obtuvo vía el Partido Revolucionario Institucional, tienen su origen en que el líder priísta le prometió a Manuel Castro Romero una curul que ella obtuvo, porque “nunca se imaginaron que la justicia divina les jugara una mala pasada”.
La legisladora argumentó que se le permitió integrarse a la lista de diputaciones plurinominales del tricolor “porque iba en la quinta posición, porque tenían la seguridad de que iba a perder”.
Una decisión del Instituto Electoral del Estado de Zacatecas (IEEZ) derivó en que se le entregara la constancia como legisladora de representación proporcional en razón a los criterios de paridad de género, lo que inició la disputa por el espacio desde el propio PRI.
“Me gustaría que ustedes vieran la expresión del compañero, su desesperación. No le importan las causas sociales, no le importó no darle su lugar a los sectores y a las organizaciones tan valiosos que tiene el PRI, no le dio ninguna importancia. Los trató como de segunda o de tercera. Ese es el enojo que tiene el compañero Felipe conmigo, que en su momento se lo puntualicé, lo único que le interesaba era una diputación para Manuel…Manuel mis respetos para él, para Felipe Ramírez que Dios lo bendiga”.
La ahora diputada morenista dijo que fue muy difícil tomar la decisión de dejar al PRI, “porque tengo todo mi respeto a la militancia del Partido Revolucionario Institucional” y especial, reconocimiento para “la gente de tierra, la gente que trabaja para los partidos”.
Respecto de los señalamientos que la calificaron de oportunista, quien fuera presidenta del Movimiento Territorial del Partido Revolucionario Institucional agregó que Felipe Ramírez Chávez debió haber explicado a los integrantes de ese sector porque no les dio una sola regiduría o sindicatura, “que tanto le pedí”.
“Nunca le dio importancia al gran trabajo que tenían los sectores y las organizaciones, nunca los tomó en cuenta. Yo le entiendo al compañero, él comprometió una diputación para Manuel, la falló y esa es su molestia”.
Agregó que la violencia de Felipe Ramírez Chávez en su contra “no es de ahora”, sino que tiene como antecedente el que le pidiera “cuentas claras sobre los recursos del partido” y que estos tuvieran un “destino social”. Pero también, en dos o tres ocasiones, que “no se presentara borracho y en malas condiciones ante las compañeras”.
No obstante los señalamientos que ha hecho ella misma de ser víctima de violencia política de género, Rayas Ochoa descartó la posibilidad de interponer una denuncia contra Ramírez Chávez.
“A lo mejor no hago una demanda, una cosa de esas, porque yo creo que el compañero a la hora que llega a su casa y se ve al espejo sabe la verdadera historia de él y sabe cómo actúa”, situándose así el asunto “en una cuestión de conciencia”.
Manifestó su disposición a “luchar por la causa de las mujeres” y externó su cariño para la militancia del PRI a quien le dijo, “tienen en una servidora a alguien con quien se pueden acercar”, agregó que las causas sociales “no tienen color”.
Abundó respecto de su decisión por Morena señalando que tuvo que ver el que ella no era “una mujer florero” en el Revolucionario Institucional, sino que su trabajo “era recorrer calles, tocar puertas, trabajar con la gente”.
“Entonces yo me di cuenta, y en su momento se los manifesté, que la gente tenía un hartazgo, que la gente estaba molesta con nosotros como partido, que hiciéramos las cosas diferentes, que no incurrieran en las mismas prácticas…No le queda otra al compañero más que decir que no trabajé… pues si dice que no trabajé ¿por qué le duele tanto que me vaya?”.
