Es responsabilidad de todos los actores en el proceso de enseñanza-aprendizaje: Maldonado
Afirma subsecretario que el problema debe atenderse en conjunto con los padres de familia
José Manuel Maldonado Romero, subsecretario de Educación Básica de la Secretaría de Educación de Zacatecas (Seduzac), manifestó que las conductas disruptivas o violentas al interior del sistema educativo no es competencia directa de los directivos o de las autoridades, sino de todos los actores que inciden en el proceso de enseñanza-aprendizaje.
Las situaciones de carácter disciplinario o problemas entre pares son las que se resuelven internamente por los directivos, pero si hay niños involucrados entonces el problema debe atenderse en conjunto con los padres de familia.
En ese sentido, dijo que en los manuales de organización contemplan los roles que le corresponde a los maestros, directivos y padres de familia de tal forma que alguna situación de violencia escolar pueda atenderse adecuadamente.
Por otra parte, informó que el sistema educativo cuenta con 37 planteles especiales para atender alumnos con alguna incapacidad y 125 más que fungen como una Unidad de Servicios de Apoyo a la Educación Regular (Usaer), donde se atienden problemas de convivencia escolar.
En ese sentido, Maldonado Romero expuso que la educación es tan compleja que es común observar que se presenten conflictos de todo tipo, incluso entre los propios padres de familia.
“Es tan interesante y complejo el sector que los problemas y las inquietudes van desde una situación de detección de capacidades físicas de los alumnos, desde el punto de vista de la neurolingüística, hasta la identificación si un niño es visual, quinestésico o auditivo. Desde ahí empezamos con el problema de un padre de familia porque él sabe cómo viene su hijo pero no lo expresa”, explicó.
Consideró entonces que es necesario que se establezcan canales de comunicación permanente para que se conozca a plenitud todas las capacidades y facultades físicas e intelectuales de los alumnos para que estos reciban una atención específica de acuerdo a su potencialidad.
Reiteró que “los problemas más frecuentes son por falta de comunicación y se presentan de una manera increíble cuando un padre de familia lo que persigue es que sus hijos estén bien atendidos y tengan las mejores condiciones de aprendizaje”.
Maldonado Romero indicó entonces que muchos de los problemas de violencia escolar se pueden atender desde el punto de vista clínico o incluso con el propio director, pero sin que los padres ocupen roles que no les corresponde.
