■ En los últimos meses de 2016 llegaron a esta ciudad 20 mil personas provenientes de Haití
■ Organizaciones civiles realizan actividades para atenderlos, ya que el gobierno de Baja California, hasta el momento, no ha emprendido mecanismos de ayuda: Villa Esparza
Después de un año cuatro meses de permanecer varados en Tijuana, debido a que el gobierno de Estados Unidos dio marcha atrás con una amnistía migratoria, 3 mil haitianos se han integrado a la ciudad en todos sus aspectos y muchos de ellos planean quedarse ahí, lo que habla de la tolerancia de la sociedad hacia ellos.
Jorge Luis Villa Esparza, representante del Gobierno del Estado de Zacatecas en Baja California, encabezó este miércoles el conversatorio titulado “Tijuana, ejemplo de paz y tolerancia. Reflexión a partir del arribo de la migración haitiana”, en el que expuso la manera en que miles de haitianos ya son parte de esa ciudad fronteriza.
Comentó que en los últimos meses de 2016, llegaron a Tijuana 20 mil personas provenientes de Haití, quienes tuvieron que salir de su país por dos desastres naturales, un terremoto y un huracán, con la intención de llegar a Estados Unidos.
Como parte de un tratado internacional en materia migratoria, Estados Unidos ofreció abrir su frontera para la comunidad haitiana que quisiera trasladarse a ese país, pero la llegada de Donald Trump a la presidencia dio marcha atrás con la amnistía migratoria que se le otorgaría a esas personas.
No obstante, 17 mil haitianos pudieron ingresar al vecino país del norte, aunque poco tiempo después muchos de ellos fueron deportados. El resto, 3 mil, no tuvo otra opción más que quedarse en Tijuana.
Villa Esparza, quien también es voluntario en la asociación civil Espacio Migrante, comentó entonces que organizaciones civiles de Tijuana comenzaron a realizar actividades para atender a la comunidad haitiana, ya que el gobierno de ese estado, hasta el momento, no ha implementado algún mecanismo de ayuda para ellos.
En primer momento, las organizaciones ayudaron a los migrantes con alimento o albergues, aunque estos a su vez sentían que no recibían el suficiente apoyo del Gobierno del Estado y el Instituto Nacional de Migración, lo que originó un desorden muy grave para poder ayudar a tantas personas.
Expuso que también se presentó un problema con la alimentación, pues las personas provenientes de Haití no aceptaban comer mucha de la comida que se les brindaba, debido a que no estaban habituados y les provocaba enfermedades estomacales.
Esa situación derivó en que los haitianos, con la ayuda de organizaciones civiles, emprendieron restaurantes donde ellos mismos preparaban alimentos de su país, a la vez que pudieron generar recursos.
Villa Esparza informó que en este momento muchos de ellos trabajan en la venta de dulces, en gasolineras, o en otros oficios, por lo que ellos mismos hablan que Tijuana es su segunda ciudad y planean permanecer ahí.
