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martes, 19 marzo, 2024
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Desconfianza electoral

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Por: SOCORRO MARTÍNEZ ORTIZ •

En pleno proceso electoral 2017-1018 la desconfianza ciudadana persiste, gracias a la poca claridad legislativa en la materia, y la falta de honestidad de los consejeros electorales del INE, como quedó demostrado con la resolución del TEPJF, dictada en la semana que concluye y que revoca la modificación a su reglamento, relacionado con el cómputo de votos.
Comentaré tres puntos:
1.- La reforma electoral de 2014 introdujo la figura de “intercampañas”, qué en el actual proceso, corresponde al periodo comprendido entre el 12 del mes actual y el 29 de marzo próximo.
Durante este tiempo, los precandidatos deberán guardar absoluto silencio para evitar actos anticipados de campaña como son: expresiones de los actos propiamente, y declaraciones públicas y de la propaganda de los precandidatos que de manera inequívoca pidan el voto o el apoyo de la ciudadanía o presenten sus plataformas electorales.
¿Para qué sirve entonces este mes y medio? Los precandidatos sí pueden participar en conferencias de prensa y presentaciones de libros, dar entrevistas y tener reuniones privadas, siempre y cuando tengan cuidado de no incurrir en llamados expresos al sufragio, o convertir una entrevista en la presentación de su plataforma electoral.
Absurdo total.
¿Qué le interesa al electorado? Hay un hartazgo social, político y económico. Exige un cambio.
Interesa que cada uno de los precandidatos a ocupar la primera magistratura del país, hable sobre los graves problemas que vive el país. En base a ello, ¿qué se plantea? ¿De qué manera se podrán combatir? Se requieren debates serios para conocer cada una de las propuestas, y así, estar en condiciones de elegir la mejor opción.
No es importante para el ciudadano si los precandidatos realizan actividades intelectuales, culturales o sociales. Deben hablar. Pero el INE, a conveniencia, se ciñe al mandato de la ley para interpretarla y mantenerlos en silencio.
2.- El INE de Lorenzo Córdova, había aprobado cambios en el cómputo de votos, para priorizar la certeza de los resultados sobre los horarios de difusión de los mismos. Con eso existía la posibilidad de manipular los votos de la elección de presidente de manera previa y sin consignar registro de ello, lo que podría levantar sospechas, especialmente si eso puede hacer la diferencia.
Por estos días, el TEPJF dictó una sentencia que revoca los cambios aprobados y con ello, queda en evidencia el afán de apresuramiento del órgano electoral, para interpretar a modo, la reforma electoral y no adecuar el reglamento de elecciones, con el propósito de afectar las actividades de la etapa de escrutinio y cómputo.
Una de las grandes exigencias ciudadanas es también, que el órgano electoral desempeñe su función lo más transparente posible. Sin embargo, con la resolución del TEPJF, existe la sospecha de que el INE, también hará todo lo posible para ensuciar los resultados electorales.
Aún y cuando ese árbitro pudiera cometer actos que impliquen excesos y abusos de poder, el TEPJF a petición de parte podrá revocar los mismos, como ya ha ocurrido no solamente con la resolución de referencia.
Sin embargo, lo que se comenta no es total garantía para el electorado. El día de la jornada electoral, todos y cada uno de los partidos políticos deben estar alerta; instruir a sus representantes y los funcionarios de casilla también tendrán la importante tarea de participar en unas elecciones que se anuncian diferentes.
3.- A lo largo de las pre campañas los 3 precandidatos: Andrés Manuel López Obrador, José Antonio Meade Kuribreña y Ricardo Anaya Cortés, se descalificaron entre ellos, llegaron al insulto y a las acusaciones.
Esto no gusta a los ciudadanos. Los cansa, los desgasta; se invierten considerables recursos financieros públicos, para que esas personas, además de no promover debates para plantear propuestas serias. Son protagonistas de chismes y pleitos de lavaderos que no demuestran ningún grado de cultura a pesar de que insisten haber cursado estudios en prestigiadas universidades del extranjero. Su comportamiento, simple y sencillamente, no refleja el grado de cultura y de preparación, que con orgullo dicen acreditar.
Hay sucesos graves que lesionan con mayor fuerza al pueblo mexicano. Se trata de escándalos de corrupción en que se han visto involucrados particularmente Ricardo Anaya Cortés y José Antonio Meade Kuribreña, que gracias a los medios han dado a conocer a nivel nacional y mundial. A este último señor, los actos de corrupción son por omisión. Si bien es cierto que se ha difundido que directamente no fue partícipe, “dejó hacer, y dejó pasar” en las dependencias a su cargo que ocupó tanto en el gobierno de los presidentes Felipe Calderón Hinojosa, como de Enrique Peña Nieto.
Si se analizan todos y cada uno de los problemas que vive nuestro país como suma de las 32 entidades, llegaremos a la conclusión de que, sin lugar a dudas es urgente un cambio. Nadie en su sano juicio podrá imaginarse, ni esperar que, el sucesor del presidente Enrique Peña Nieto, por arte de magia vaya a resolver todos los problemas, para convertir a México en el paraíso terrenal con el que muchos sueñan. Pero se merece al menos, probar un gobierno diferente.

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