El Mirador de Heródoto
“Sea este Primer Encuentro de Historia de la Odontología Latinoamericana, el reconocimiento para los que con una actitud incansable en la docencia y en la investigación, apasionados de la profesión odontológica, pero más aún de lo que representan sus antecedentes y el significado identitario de su conocimiento, útil para fortalecer el orgullo de pertenencia a esta noble y maravillosa Profesión.”
Martha Victoria Díaz Gómez,
Jefa del Departamento de Historia de la Odontología.
UNAM 13 de octubre 2017
En términos generales la identidad social es “la conciencia que tiene un individuo de su pertenencia a uno o varios grupos sociales o a un territorio y significado emocional que resulta de ella”. En tanto que identidad universitaria es “el conjunto de repertorios culturales compartidos por la comunidad universitaria, a partir de los cuales se definen a sí mismos, orientan sus acciones y otorgan sentido a sus prácticas cotidianas”. (Alejandro Linares Zárate. 2006).
En la UAZ, es tan importante poseer identidad universitaria, que no está de más enfatizar la necesidad de su cultivo. Su utilidad repercute en beneficio de todo el quehacer universitario, en lo micro y en lo macro; desde el cuidado del mobiliario estudiantil —ya que un alumno que ama a su escuela no la deteriora— hasta la lealtad institucional que impulsa a sus integrantes a la realización de tareas orientadas al crecimiento de la institución.
Una extensión de la identidad universitaria es la identidad profesional, entendida como el conjunto de atributos que le permiten al individuo reconocerse a sí mismo como integrante de un gremio profesional. El profesionista realiza una función social reconocida, pública y reglamentada; al momento de titularse jura comportarse bajo ciertos lineamientos morales bien concretos. Algunos profesionistas ignoran la evolución de su carrera, no reconocen el acontecer actual como resultado de eventos ocurridos en el pasado, consecuentemente, su identidad profesional es débil.
Ahora bien, tanto la identidad universitaria como la identidad profesional no surgen por generación espontánea. Necesitan ser aprendidas y reaprendidas permanentemente. Giménez (2005 p. 94) asocia a la identidad ligada a estrategias de celebración y manifestación; la considera un producto del tiempo y de la historia.
De ahí que todo universitario debe conocer, aparte de los elementos identitarios de la UAZ —himno, escudo, colores, lema, patrimonio material e inmaterial, etc—, la historia de su alma máter y de su profesión, para facilitar el desarrollo del sentido de identidad y el orgullo de pertenencia. Nadie puede amar lo que desconoce.
Los comentarios siguientes se refieren a una actividad orientada a impulsar el orgullo de pertenencia a una gran profesión: la odontología. En la Ciudad de México, en la Facultad de Odontología de la UNAM, del 13 al 15 del presente mes se realizó el Primer Encuentro Latinoamericano de la Historia de la Odontología, promovido y coordinado por Martha Victoria Díaz Gómez y Rubén Hernández González, docentes de la UNAM con prestigio internacional.
El evento inició con un recorrido por el Museo de la Odontología, en el Palacio de la Autonomía de la UNAM. La conferencia inaugural, “Acercamiento a la historia de la odontología latinoamericana”, estuvo a cargo de quien esto suscribe, en la cual se consideraron los trabajos historiográficos de Félix Companioni, de la Habana, Cuba; Alexis Morón, El Zulia, Venezuela; y Alván de Jesús Vélez Colón, de San Juan, Puerto Rico.
Posteriormente se trabajó en la conformación de la comisión encaminada a concentrar los trabajos de la Historia de la Odontología Latinoamericana.
El sábado 14 se realizó el panel: “Historiadores de la odontología Latinoamericana”, coordinado por Rubén Hernández quien, además, expuso el tema “Greene Vardiman Black”.
También participaron: Vanessa Rocha Garfias, con “Un personaje pintoresco, Rafael Meraulyok”, y Josefina Torres Galán, con “Despejando el camino: ser mujer dentista mexicana de 1932 a 1910”.
La conferencia magistral, “La historia de la odontología colombiana”, estuvo a cargo de Camilo Duque Naranjo, docente-investigador de la Universidad El Bosque, Bogotá, Colombia.
La jornada culminó con un recorrido por la Facultad de Odontología, en la biblioteca, donde una muestra museográfica exhibe muebles y utensilios utilizados en los siglos XIX y XX.
El día 15 resultó un lujo intelectual el hecho de que en Teotihuacan, José Sanfilippo y Borrás, eminente decano de la historia de la odontología en México, “in situ”, observando el mural de Tlalocan donde se encuentra el “glifo” del odontólogo, símbolo emblemático de la odontología mexicana, impartió la conferencia “El Palacio de Tepantitla y el universo de la ciencia náhuatl, la odontología”. Vivimos una experiencia inolvidable. Tomamos las fotografías históricas y terminamos el evento degustando los platillos gastronómicos de la región.
Conclusiones destacadas: Una. Los eminentes doctores Martha Victoria Díaz Gómez y Rubén Hernández González fueron designados para concentrar los materiales que aporten los historiadores latinoamericanos de la odontología. Se convocará a quienes tienen resultados en ese sentido, como Picazo, de Perú e Iranilson Buriti de Brasil. Otra. El Segundo Encuentro Latinoamericano de Historia Odontológica se realizará en Colombia, en torno al 3 de octubre, Día del Odontólogo Latinoamericano.
Quedó asentada la consigna: “Dejemos elementos identitarios como evidencias de nuestro presente para facilitar el trabajo historiográfico de las generaciones futuras”. Felicidades a los historiadores de la odontología latinoamericana.
Así se observa el mundo desde el Mirador de Heródoto.
*Cronista de la UAZ.
