■ El Mirador de Heródoto
“No forma escritores, sino especialistas en literatura, o expresión verbal, oral y escrita, del alma del hombre”.
Propósitos de la Unidad Académica de Letras-UAZ
La palabra “humanidades” proviene del latín “humanitas”, que significa humanidad, en función de que tiene que ver con el estudio del ser humano en sí mismo, y con todos sus logros, como eje de estudio.
Junto con múltiples autores, Martha Nussbaum en su obra El cultivo de la humanidad: una defensa clásica de la reforma en la educación liberal (2004), considera que la enseñanza de las humanidades es primordial para cualquier persona, especialmente para los estudiantes del nivel terciario. Estima que estas no son el decorado de una disciplina, sino parte vertebral de un proyecto formativo, y en su texto justifica ampliamente el porqué de sus afirmaciones.
Por mencionar una sola de sus bondades en relación al cultivo del pensamiento crítico, los estudiantes de cualquier carrera desarrollarían habilidades argumentativas. Por ejemplo, la lectura de los diálogos platónicos les descubriría capacidades razonadas de comunicación y los juegos de lenguaje, discutir sin descalificar.
Otros estudiosos del tema destacan que en esta época de globalización, el estudio de las humanidades pasa por un momento crítico debido a que “los planes de enseñanza en general tienden a reforzar los conocimientos científicos o técnicos a los que se supone una actividad práctica inmediata, es decir una directa aplicación laboral” (Savater, 1997).
Esto es, se desecha la enseñanza de las humanidades en beneficio de saberes mercantiles, sin tomar en cuenta que, “dime qué tan humano eres y te diré que clase de profesionista serás”. En este punto cabe aludir al historiador Edmundo O’Gorman cuando definió al hombre como un ser “tejido de tiempo”, una criatura hecha de historia.
Hacemos propicios los comentarios precedentes para poner en valor el hecho de que en Zacatecas, hace poco más de 30 años un grupo de visionarios humanistas estaba reflexionando profundamente en lo anterior. El resultado de ello fue la creación de la Escuela de Humanidades de la UAZ, en 1987, misma que enlazó de manera idónea una necesidad social con la posibilidad de solventarla.
¿Cómo se gestó, nació y principió a evolucionar tal institución? Una respuesta la encontramos en el testimonio vivo del líder del proyecto: Veremundo Carrillo Trujillo, plasmado en su texto titulado “Veinte años de Humanidades en la UAZ”, que forma parte de la antología Mucho más que Dos. UAZ 175, coordinada por Mariana Terán Fuentes.
El 7 de septiembre 1987 la escuela inició actividades. Para conmemorar tal acontecimiento, el 4 y 5 de octubre la Unidad Académica de Letras, “hija” de aquella institución, realizó una serie de actividades académicas denominadas “Jornadas por el XXX Aniversario de la Facultad de Humanidades/Unidad Académica de Letras”, en la sala de sesiones de la Crónica del Estado (Palacio de Gobierno).
Las actividades arrancaron con un encuentro de empleadores, quienes aprobaron la calidad académica de los egresados de Letras en el campo del periodismo, la crónica, la historia, la edición y creación literaria. También hicieron señalamientos para mejorar la carga curricular.
En la ceremonia inaugural, dos de los fundadores de Humanidades, Veremundo Carrillo Trujillo y Lauro Arteaga Muro, recordaron al equipo promotor inicial: Benjamín Morquecho Guerrero —las jornadas se realizaron en su memoria—, Cuauhtémoc Esparza Sánchez, José María Palos de la Torre, Héctor David Cárdenas Montoya, y Juan Francisco Rodríguez Caldera, todos finados, y Jesús María Navarro Bañuelos y Patricia Pensado Leglise.
Ambos aludieron a la metamorfosis institucional desde su inicial funcionamiento, pasando por la creación de las facultades de Historia, Letras, Filosofía, —luego Antropología—, hasta convertirse en el Área Académica de Humanidades y Educación de la UAZ. Su visión futurista sigue de pie.
En su intervención, el secretario general de la UAZ, Rubén Ibarra Reyes, abrió un espacio de reflexión destacando la constancia del personal en la concreción de metas propuestas desde su instauración y encomió la solidez institucional actual.
La directora de Letras, Mónica Muñoz Muñoz, profesional y entusiasta coordinadora del evento, puso de relieve que la institución forma profesionales al servicio del humanismo que se desempeñan con brillantez en los campos disciplinares que conforman la oferta institucional, entre ellos, la literatura, la lingüística, la teoría literaria, la crítica, el periodismo, y otros.
Como parte de las jornadas hubo un encuentro de egresados de Letras, quienes, al compartir sus experiencias laborales, propusieron mejoras en el plan de estudios, que está por actualizarse. Las jornadas cerraron con una emotiva presentación de exalumnos de las primeras generaciones de Humanidades, con especialidad en Letras, homenajeando al estimado Benjamín Morquecho Guerrero, su mentor, y ejemplo de humanista por excelencia.
Concluyo. Las ideas que los oradores expresaron bien se pueden sintetizar de la siguiente manera: ser humanista es militar por la causa del hombre. El humanismo representa la visión antropocéntrica, cuya misión es dignificar lo humano. Por eso todos los humanistas son luchadores por el mejoramiento estructural que contribuya al desarrollo de la persona.
Bien por la UAZ, que forma profesionistas en el campo de las ciencias exactas que resuelven determinados problemas sociales. Bien por la UAZ, que cultiva las humanidades que desembocan en una mejor sociedad. ■
Así se observa el mundo desde el Mirador de Heródoto.
*Cronista de la UAZ.
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