■ Son datos de la Consulta Juvenil del INE realizada paralelamente a elecciones de 2015
Según las Estadísticas de Población del Inegi, en el país hay unos 11 millones de adolescentes de entre 14 a 18 años, mismos que en 2015 representaban cerca de 10 por ciento de la población total en México. El 65 por ciento de los entrevistados en Zacatecas para realizar el Informe Especial “Adolescentes: Vulnerabilidad y Violencia” dijeron haber realizado las actividades por las que se les recluyó en el centro de internamiento, dentro de una organización de crimen organizado.
El informe realizado por la Comisión Nacional de Derechos Humanos que recuperó datos en 17 entidades entre 2014 y 2016 mediante entrevistas a 720 adolescentes en situación de internamiento (cifra que representa 19 por ciento de aquellos privados de libertad), refiere que la mayoría fueron reclutados e iniciaron su participación delincuencial entre los 12 y los 14 años.
Los cuatro delitos principales en que se involucraron, fueron el homicidio, el robo con violencia, el secuestro y la violación, que en conjunto representan 83 por ciento del total de los ilícitos por los que fueron vinculados a proceso.
Los adolescentes también expresaron que 45 por ciento de ellos estuvo en posesión de un arma de fuego (52 por ciento pistolas y 10 por ciento de las denominadas de alto poder), mismas que en 42 por ciento de los casos ellos compraron, y en 55 por ciento les fueron “prestadas o regaladas”.
Refirieron asimismo que la mayoría de los eventos delincuenciales en que se vieron involucrados tuvieron la participación de adultos, y que en 16 por ciento de los casos, “era en ese momento, o había sido con anterioridad, miembro de alguna corporación de policía o militar”.
“Sobre este tema, es importante tomar en cuenta que, durante el periodo 2000-2015, han desertado 149 mil militares del Ejército Mexicano”.
En el documento se incluyen testimoniales, entre ellos, los de un adolescente zacatecano que refiere haberse enrolado con los Zetas desde los 13 años. “Comencé de vendedor hasta llegar a sicario. Participé en muchas ejecuciones y levantones”, hasta su aprehensión ocurrida en medio de un enfrentamiento con policías y Ejército.
Otro dato integrado al informe, este procedente de la Consulta Juvenil del INE realizada paralelamente a las elecciones del 2015 y en la que participaron 487 mil 600 adolescentes de entre 14 y 17 años de edad, señala que 31 por ciento de ellos o a sus amigos les han ofrecido drogas, y 4 por ciento fueron obligados a formar parte de un grupo delincuencial.
En el texto se hace la observación de que esta última cifra aunque pareciera baja, no lo es, pues significa que 19 mil 504 de ellos se encontrarían en tal situación, “dato que sorprende y que sería conveniente indagar, sobre todo porque el total de adolescentes que, en 2016, se encuentran privados de la libertad por haber cometido un delito grave –en el país-, ronda los 3 mil”.
Entre las causales que señala el informe, han conducido a este estado de cosas en México, se precisa que 53.8 por ciento de los 39.4 millones de niñas, niños y adolescentes, esto es, unos 21.2 millones de personas, vivían en condiciones de pobreza en el año 2012, información que recupera el Informe sobre la situación de la Infancia 2014 de la Unicef.
Y en otro informe reciente realizado por el organismo conjuntamente con el Coneval (2016), se apunta que en el 2014, “la población infantil y adolescente sufría con más frecuencia las experiencias de pobreza en relación con otros grupos de edad”.
Esto es, “la proporción de personas de 0 a 17 años en pobreza, fue 12 puntos porcentuales más alto que en la población de 18 a 64 años, así como 8 puntos porcentuales mayor que en la población de 65 años o más”.
De misma forma se señala que el porcentaje de la población infantil en situación de pobreza extrema fue 3 puntos porcentuales superior que la de otros grupos de etarios.
Así, el informe subraya que 54 por ciento de la población de entre 0 a 17 años en 2014, “carecía de las condiciones mínimas para garantizar el ejercicio de uno o más de sus derechos sociales: educación, acceso a la salud, acceso a la seguridad social, una vivienda de calidad y con servicios básicos y alimentación. Además el ingreso de su hogar era insuficiente para satisfacer sus necesidades básicas”.
La organización Save the Children señala en Las y los adolescentes que México ha olvidado, documento citado en el informe especial de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, que las y los adolescentes “son un grupo excluido” socialmente, esto es, se encuentran fuera de los procesos socieconómicos y políticos que los vincularían a “una ciudadanía plena”, por lo que no disfrutan de sus derechos y libertades fundamentales.
Por el contrario, dice la organización internacional, “la combinación tóxica de pobreza y la discriminación, les está llevando a tomar una serie de decisiones que afectan de manera negativa sus oportunidades de desarrollo presente y futuro”.
