Los primeros inconvenientes que enfrentaron los editores en el e–books fueron la protección de la propiedad intelectual y la retribución por la compra, en el mundo digital, de una obra con derecho de autor. Sin embargo, en la actualidad estos inconvenientes ya no lo son tanto. Los formatos más populares de lectores digitales están cifrados, lo que limita la piratería y brinda una alternativa eficiente para que autores y editores sean retribuidos por cada descarga. Como parte de la protección a los derechos de autor, no se pueden imprimir desde una PC. La descarga de un libro a una computadora o a una tableta portátil se hace desde un modem integrado. Cuando se acaba de leer un libro, se tiene la posibilidad de borrarlo para crear espacio para otro, pero la obra sigue siendo propiedad del usuario desde el momento en que la adquirió en la red. Se puede descargar de donde se quiera. Sólo es cuestión de identificarse con un passport y se podrá bajar el título del libro deseado.

Pero los beneficios del e–books son muy superficiales hasta este momento. Cuando se viaje ya no habrá que preocuparse por llevar un título. Se pueden cargar cientos de títulos en los aparatos de Apple o Microsoft y todos los que se quiera en una laptop. Como las iPad y los lectores portátiles tienen retroiluminación, es posible leer un e–books sin molestar al que duerme al lado. A quien se fatigue cambiar de página, sólo con oprimir una tecla evitará tal cansancio. Será permisible cambiar el tamaño de la caja y el estilo de la tipografía. Se tendrá la opción de consultar el diccionario integrado, que permitirá la búsqueda de la definición de cualquier palabra desconocida para el lector. También se podrán rastrear palabras o pasajes que hayan gustado, además de tomar notas y subrayar virtualmente. Tal vez el atributo más loable de esta nueva tecnología podría resumirse en la mítica nostalgia que alguna vez Borges plasmó en uno de sus relatos: volver a conformar una nueva biblioteca de Alejandría, tan asombrosa como para abarcar todos libros de la existencia humana, que reúna todos los libros jamás publicados, jamás escritos.

Mas sospecho que las desventajas del e–book actual sobrepasan sus aparentes virtudes. Además que leer en una pantalla, aunque sea en la nítida iPad con pantalla retina, resulta cansado, estos aparatos de lectura usan pila. Si ésta se agotara en una parte interesante de la lectura, sería incómodo esperar a recargar la batería para poder continuar. Por otra parte, resultan un pesado estorbo: pese a que la iPad más novedosa del mercado tiene más versatilidad que una laptop, aún no puede competir a la liviandad del libro impreso. Con la llegada del e–book no solamente cambiaría aquello que soporta físicamente a la escritura, sino también se practicaría una nueva forma de manipular los textos. En un libro virtual el lector tiene el poder de decisión y el sometimiento sobre lo escrito. En un e–book el usuario puede realizar cantidad de operaciones al texto: anotar, copiar, recomponer, desmembrar, mover. En ese instante el lector abandonará su papel y se convertirá en coautor. La delgada línea que existe en el libro impreso entre la lectura y la escritura, entre aquél que escribe y aquél que lee, dejará de subsistir ante una realidad totalmente diferente: en el e–book el lector se convierte en un autor más del texto, texto que seguramente será producto de la coautora participación de muchas manos. El lector se encontrará con la posibilidad de formar nuevas obras a partir de otras tantas que habrá de mutilar. Es cierto que no se quemarán bibliotecas como acontece en la novela de Bradbury, pero sucederá algo que no es menos terrible: la integridad de la forma y la estructura del texto cambiarán radicalmente.

Sin embargo, las enunciaciones anteriores aún no dejan de ser simples conjeturas. Hace unos meses, el editor Alejandro Zenker hacía la siguiente reflexión en su cuenta de Facebook: «El mundo del libro y la lectura está transformándose con mucha rapidez. Si cabía duda, hoy una larga conversación vía Skype con un colega de España la disipó. Llevo más de 15 años hablando de lo que hoy estamos viviendo y de lo que vendrá. Lo interesante es que la ciencia viene a reafirmar las tendencias. Se está dando una transfiguración del lector y la lectura. La impresión digital no es más que una herramienta para la transición. Prevalecerá el e–book». En México, Zenker es un referente en cuanto al libro y las nuevas tecnologías, empero, como el resto de los tecnólogos de la industria editorial, desafía a una realidad análoga que no ha sido superada por su versión digital. La sospecha que hace suponer que el libro digital es una simple versión del libro impreso deriva en la siguiente hipótesis: el nuevo paradigma del libro, hasta este momento, no radica en una supuesta versión digital, denominada e–book; su verdadera evolución está en la digitalización de sus procesos que derivan en una impresión inmejorable en sus dos mil años de existencia, comprobables únicamente en el soporte creado por los chinos hace ya profusas centurias: el papel. Y este nuevo paradigma radica en tres procesos relacionados con el libro: la tipografía digital, la fotocomposición y la autoedición, circunstancias tecnológicas que volverán es reescribir la historia como en otrora lo hiciera la imprenta y la pólvora. ■

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La idea de que México es una dictadura perfecta tiene su origen en un evento organizado por Octavio Paz sobre las dictaduras del Este y la democracia en el siglo 20. En la intervención de Mario Vargas Llosa connotado escritor peruano de manera inesperada para todos los ahí presentes señaló que también debería contemplarse en el rubro de dictaduras a México ya que no era para nadie desconocido los 50 años de continuidad en el poder del Estado por parte del PRI-Gobierno.

La intervención de Vargas Llosa generó una serie de comentarios, que provocaron la casi inmediata salida del escritor de nuestro país, con una declaración de despedida a los medios, demasiada contundente “no puedo seguir hablando de lo que dije primero por respeto al País que me brinda su hospitalidad y segundo por las consecuencias que deberán enfrentar mis compañeros organizadores del evento.

Con esta declaración se pensó que el concepto de “dictadura perfecta” acuñado por el autor de Los Jefes, Conversaciones en la Catedral y más obras que lo han llevado a escalar un lugar importante dentro de la literatura Latinoamérica y mundial, se cerraba el affaire ocurrido durante el gobierno de Carlos Salinas de Gortari y sin duda dejar mal parados a ciertos intelectuales que veían en el gobierno de Salinas la modernidad y no la venta del país a Estados Unidos de Norteamérica a través del Tratado de Libre Comercio, después se acuñaría el concepto del salinato en el que el jefe Diego Cervantes de Ceballos jugaría un papel destacado e importante, al uncir la política del PAN a las decisiones de Salinas, bajo el acuerdo de obtener las gubernaturas y diputaciones por la llamada concertacesiones
El movimiento levantamiento de los zapatistas y el comandante Marcos tiene un lugar aparte en el descarrilamiento de la desmodernización del periodo salinista e inicios del gobierno de Zedillo.

Con el regreso del PRI a los Pinos es bueno preguntar, si la dictadura perfecta se ha perfeccionado o en su caso ya no existe, mi punto de vista es que se perfecciona con el conjunto reformas de EPN, en los diversos ámbitos que le permitan al Estado el control absoluto a nivel económico y social.
La reducida y poco oxigenada válvula de escape que aún existía con todas sus limitaciones, incluyendo el cinismo de algunos líderes de los líderes de los Partidos Políticos se ve amenazada con la creación del Instituto Nacional Electoral (INE) que de aprobarse la iniciativa de ley, desplazará a los institutos electorales que fungen a nivel estatal.

Esta decisión de hacerse realidad con el acuerdo del PAN y PRD, súbditos del Poder Ejecutivo al firmar el Pacto contra México, se daría lo que denomina Michel Focault, el Estado policía capaz de usar los instrumentos que le son útiles, en este caso a la democracia partidaria, en elementos férreos para contener el descontento social y redirigirlo a espacios de anomia que produzcan acciones desidentatarias, es decir dejar de tener identidad los mexicanos.

A más de varios lustros del “desliz” de la dictadura perfecta y de la supuesta alternancia del PAN en los Pinos, el país no deja de sufrir los embates de la pobreza, de la extrema pobreza, carencia de salud, educación, bajo niveles de nutrición, grandes sectores de la población rural y urbana no han ingresado a la franja de la cultura y el esparcimiento, como del deporte.

La política implementada por los miembros del equipo de Peña Nieto muestran una falta de respeto por el Congreso de la Unión, ya que es un espacio con falta de capacidad de crítica al Ejecutivo y reducido a un silencio vergonzoso o adulación innecesaria.

Ahora es conveniente hacer el ejercicio de cuál sería el camino para alcanzar una verdadera democracia con un Estado fuerte que garantice los interesé de la Nación y de los connacionales estén en cualquier país del mundo, que la modernización de México no dependa de la buena voluntad del mercado de los EEUU. Para eso se requiere una política agresiva como la de Brasil o la India ¿Qué hizo Peña Nieto frente al espionaje norteamericano, a sabiendas de ver vulneradas las líneas más delicadas de la comunicación gubernamental? Sólo un mutis de silencio o de una queja de la cual no fue enterado como debe de ser el Departamento de Estado de EU directamente, sino lo supo por medio de la prensa.

Nuestra relación con Centroamérica es conflictiva y poco solidaria y si hablamos de nuestra relación con los países del Cono Sur, los vemos en la lógica del hermano protegido por el big brother .Cuando ya hemos sido rebasados por Brasil. Argentina y aún con todos sus problemas: los colombianos, venezolanos, uruguayos nos dan muestras de una defensa responsable de los derechos humanos, los movimientos estudiantiles contra la privatización de la educación y sobre todo la lección de que existen mujeres estadistas. Después de haber vivido la mayoría de estos países la experiencia dolorosa de las dictaduras militares.

Deja un sabor amargo que México no tenga estadistas y el primero que debería serlo, como así lo planteo él, Peña Nieto, su eslogan lo podemos reducir a “hágase ahora, el futuro no importa”, en todo caso que los costos de mi gobierno los paguen las generaciones por-venir.

DISGRESIÓN

En Zacatecas qué vivimos, un gobierno burocrático, un gobierno de círculo íntimo, un gobierno democrático con sus asegunes o un gobierno de qué tipo. Usted querido lector tiene la palabra. ■

*Docente-investigador de la
Universidad Autónoma de Zacatecas