9.8 C
Zacatecas
viernes, 19 abril, 2024
spot_img

Instituciones educativas de Zacatecas, involucradas con sectas comerciales (Segunda de 3 partes)

Más Leídas

- Publicidad -

Por: MARTÍN CATALÁN LERMA •

  • Se trata de la Benemérita Escuela Normal Manuel Ávila Camacho
  • En 2015 el entonces director de la Benmac, Ramiro Torres, aprovechó la presentación de su Informe de Labores para promocionar a la secta comercial Abundancia de Vida

En Zacatecas, directivos de instituciones educativas han sido fundamentales para la proliferación de las sectas comerciales: la Benemérita Escuela Normal Manuel Ávila Camacho (Benmac) y otras instituciones de educación privada son un ejemplo.

- Publicidad -

Corre el año 2015. Ramiro y Carmen Torres Bañuelos, en ese momento director y docente respectivamente de la Benmac, la institución formadora de docentes más importante en el estado, son enrolados para ingresar al centro Abundancia de Vida, ubicada en Avenida Universidad, en la capital del estado.

El entonces director de la Benmac aprovechó la presentación de su Informe de Labores para hacer promoción de la secta comercial, según consta en fotografías del evento protocolario, donde se proyectaron imágenes de estudiantes mientras posan con el símbolo de Vota 4.

En otras imágenes, Ramiro Torres Bañuelos y el docente normalista Carlos Valentín Córdova aparecen con estudiantes mostrando el mismo símbolo, muchas de ellas en las instalaciones de la Benmac.

Luego de cursar los tres niveles y completar el proceso de “entrenamiento de vida”, los hermanos deciden abrir su propio centro de coaching coercitivo en la ciudad. Para tal efecto se asocian con tres personas más y lo promocionan con el nombre de Ahimsa.

En febrero de 2016 inicia la primer “Visión” (generación) y para ello logran enrolar a varios estudiantes de la Benmac quienes, de acuerdo con sus testimonios, aceptaron de manera comprometida y sin conocer en qué consistían los cursos. Aunque el precio era alto, fueron convencidos con una “beca” para el nivel Básico.

Exterior de la Benemérita Escuela Normal Manuel Ávila Camacho n fotos: miguel ángel núñez y la jornada zacatecas

En pocos meses más de 50 alumnos, la mayoría del programa de licenciatura en Educación Primaria, fueron enrolados (la mayor parte por Carmen Torres Bañuelos), además de 20 profesores aproximadamente. En los pasillos se decía que los docentes ofrecían una mejor calificación a quienes acudieran a los talleres.

La asistencia de tal cantidad de estudiantes se divulgó en toda la escuela a tal magnitud que la situación se volvió insostenible. Muchos jóvenes comenzaron a descuidar su formación académica con el argumento de que debían cumplir con actividades del curso de coaching.

Además, muchos jóvenes comenzaron a burlarse, cada vez con mayor intensidad, de sus compañeros que asistían a los cursos. Les decían, por ejemplo: “tú vas a eso para que te pongan 10”.

Carmen Torres Bañuelos, quien fue nombrada coordinadora de la licenciatura en Educación Primaria hace un año con la llegada de una nueva administración, decidió entonces detener el enrolamiento de estudiantes de la Benmac y ello se lo instruyó a los alumnos que, para graduarse, debían enrolar o reclutar más personas.

En mayo de 2016 ya estaba en curso la Visión 3 (tercera generación) de Ahimsa, pero el grupo comenzó a tener problemas. Muchos participantes “se bajaron”, es decir, desertaron, debido a que la docente normalista y a su vez una de las socias principales de ese grupo, los persuadía para participar en La Flor de la Abundancia, una estafa ampliamente documentada.

La Flor de la Abundancia consiste en aportar una determinada cantidad de dinero con la intención de recibir hasta siete veces más. Para ello, el participante debe convencer a más personas de “invertir” esa misma cantidad y así recibir el monto prometido. Estos a su vez deben invitar a más gente para que haga lo mismo y así sucesivamente. Al final, sólo unos cuantos se quedan con el recurso.

Debido a ello, Ahimsa cobró fama de ser un centro donde prácticamente obligaban a los participantes a inmiscuirse en ese esquema, lo que dificultó el enrolamiento de más personas hasta que dejó de ser redituable.

Ahimsa cerró y las socias de los hermanos Torres Bañuelos, Andy Zamarripa, Gabriela Soto y Alondra Dávila, fueron defraudadas y perdieron su inversión. Los participantes que se encontraban en proceso de entrenamiento fueron removidos a Fresnillo Vive, centro en el que está asociado el profesor normalista ya mencionado, Carlos Valentín Córdova, y cuyo socio principal es Alberto Elías Hernández.

Poco tiempo después, Carmen Torres Bañuelos se vinculó con Fresnillo Vive y hasta la fecha funge como “enroladora”, es decir, persuade personas para participar en los talleres que esa secta comercial (ubicada en la Calle Cuauhtémoc, en el centro de esa misma ciudad) denomina como “desarrollo humano”, aunque testimonios de participantes afirman que ya está asociada formalmente.

Nydia, la alumna de la Benmac, constata que fue enrolada por la coordinadora de la licenciatura en Educación Primaria, cargo al que renunció recientemente para no interferir en la auditoría que aún se realiza a la administración de su hermano. Relata: Ellos directamente eran socios de un centro que al final tuvo problemas muy fuertes porque obligaban a la gente a ser partícipes de la llamada Flor de la Abundancia (esquema piramidal fraudulento).

Se suscitó un problema en la escuela Normal precisamente por Ahimsa, porque muchos maestros estuvieron inconformes en que llevaran a los alumnos a esos cursos. Entonces empezamos a tener problemas con los maestros y con los compañeros, hasta que la maestra nos pidió dejar de enrolar a estudiantes de la Normal.

No solamente hubo alumnos, sino también maestros que estuvieron involucrados en el proceso, especialmente del programa de Primaria y Telesecundaria y ellos mismos buscaban enrolar a los alumnos con los que tenían acercamiento. A mí me tocó ser uno de ellos y creo que el 60 por ciento de los que entremos fuimos enrolados por la maestra Carmen.

La situación llegó al grado de que los mismos alumnos reclamaban a quienes iban a los cursos, preguntaban: ‘Y qué, ¿vas para que te pongan 10?’ Yo preferí no escucharlos porque fuimos muy atacados, bulleados por estar en los talleres.

Fue por eso que la maestra decidió que ya no se enrolaran más alumnos de la Normal y ahorita no creo que haya un alumno que vaya a algún curso. La maestra decidió ya no invitar alumnos por los problemas que se estaban presentando porque lo repito, nuestros compañeros empezaron a atacarnos.

Por su parte, Conciencia Plena imparte los cursos de coaching en las instalaciones del Instituto Edison, cuando solamente cuentan con 30 o 40 participantes. Cuando supera esa cantidad, se llevan a cabo en hoteles de la ciudad.

Ramiro Torres Bañuelos, ex director de la Benmac, formó su centro de coaching denominado Ahimsa
Ramiro Torres Bañuelos, ex director de la Benmac, formó su centro de coaching denominado Ahimsa

Inyección de emociones

Gerardo, desempleado en el momento de la entrevista, asistió al entrenamiento de Conciencia Plena. Su testimonio refleja las consecuencias nocivas de los cursos que ofrecen las sectas comerciales:

Yo siempre he tenido la intención de generar algún tipo de apoyo a las personas, y en una ocasión que compartí esa idea, en una universidad privada en la que trabajé, una alumna me comentó que acudía a un lugar llamado Conciencia Plena y que habría un curso de autoayuda, coaching, y que yo podría cumplir mis sueños.

Nunca me habló de costos reales pero me decía que era necesario invertir en sí mismo, que sabía que tenía muchos gastos pero que si invertía un poco de dinero en mí, sería feliz. Acepté pero por algunas ocupaciones se me pasó la fecha, hasta que un día me llamó y me dijo que le darían dos entradas gratis para participar y le respondí que sí iba.

Como lo viví, lo primero que necesitan ellos es llevarte al piso emocionalmente y llevarte a esa parte en que los necesitas. En el nivel Básico todas las actividades apuntan a que eres un mal ser humano y crean la sensación que siempre has tratado de perjudicar a las personas. Entonces te vas a tu casa con la noción de mediocridad”.

Todo es muy estresante y al día siguiente vuelves apabullado, pero lo que hacen es que, si estás abajo, te levantan. Te dan dosis de adrenalina, de baile, es muy diferente. Todas las actividades terminan en abrazos y te sientes bien, alegre, y todo eso te lleva a una dependencia para sentir que necesitas ir al siguiente nivel, el Avanzado.

A los pensamientos le llaman ‘conversaciones’ ellos dicen que no son ley y que es algo que debes romper. Hablan mucho de la nada y del todo, es decir, cuando sientes que no eres nada es cuando cabe todo en ti. Es un concepto filosóficamente adecuado, pero si no lo trabajas bien, hablar que no eres nada a alguien que trae un problema emocional, le puede generar una situación más grave.

Un ejemplo que me llamó la atención; dijeron que si alguien te grita en la calle, si te ofende, ¿quién está mal, él o tú? ¿Cuál es la respuesta? Él, eso es lógico, pero para ellos no hay lógica, para ellos la respuesta es tú, porque tu conversación es la que está permitiendo y asimilando todo lo que te dice. Si no tuvieras una conversación negativa, podrías enfrentar esos gritos. Tratan de crearte un tipo de persona inmune a cualquier circunstancia.

Recuerdo una actividad en que te ponen frente a otro compañero y le empiezas a gritar, a pulmón abierto, ¡¿Qué quieres?! Supuestamente esa dinámica fractura esas conversaciones y van a salir los sueños y los anhelos que, por temor, nunca los has liberado. Lo que se busca es que seas impulsivo, sin pensar ni tú ni la otra persona, y muchas de las dinámicas son lo mismo porque no estás siendo racional, no haces un proceso analítico.

Hay otra actividad en la que tienes una charla imaginaria con tus padres, pero te piden que traigas a esa charla todas las cosas malas que has vivido con ellos. Hay quienes se sanan haciendo eso, pero muchos no lo necesitamos. La idea es que no pienses, que no razones, que seas impulsivo.

También te ponen a bailar porque necesitan desconectar tu pensamiento de tus acciones. ¿Por qué ponen reguetón o country? Porque son ritmos que te hacen perder el raciocinio y bailas, te mueves, para hacerte sentir bien después de que te llevaron a la lona emocionalmente.

Al comenzar el “proceso” me leyeron un decálogo que decía que te comprometías a terminar todo el curso, que no podías comentar nada de lo que sucede ahí, que no te podías salir de ahí, no interrumpir ni hablar con los compañeros, no usar el celular, entre otras cosas que tienen el propósito de aislarte.

En una de las primeras dinámicas, un juego llamado Rojo y Negro, de lo que se trata primero es decirte que no pones atención. Cuando estás en el equipo llega una persona a recoger tu voto, que puede ser rojo o negro, pero te dice: ‘no acepto tu voto, no has seguido las reglas’.

Yo pregunté al staff que estaba observando si podía asesorarme, pero dijo que no podía decir nada. A la misma persona que entró por el voto le pregunté en qué nos habíamos equivocado y sólo respondió que no podía decir nada en ese momento.

Es muy estresante. Ellos quieren que lo compares con la vida, pero en la vida necesitas guía, ayuda, y su juego es muy distinto. Entonces te dejan que te pelees con tu equipo y que trates de escoger si es rojo o negro, pero sólo hay una combinación que permite que los dos equipos ganen, negro-negro, todas las demás favorecen a uno o a otro.

En mi equipo varios compañeros decidimos negro-negro, para ganar todos y quitarnos el estrés. Estaba la polémica, la votación, pero después de que termina el juego, de 25 minutos, el coach muestra los dos resultados y los critica. Nos dijo, “Ni siquiera pudiste completar el pizarrón, ¿cómo estás entonces en tu vida? Salieron a perjudicar al otro, ¿cómo eres en tu vida?”.

Luego te hablan de que nunca pienses en los demás y así te van llevando a que encuentres todos los defectos y todas las debilidades. Te piden que cierres los ojos y escuches una canción. Es una canción que dice que el gobierno está mal, la sociedad está mal, todo en su conjunto es muy depresivo y después te dicen que medites el juego durante una hora, en silencio.

Ya te indujeron para que encontraras todos los males que has hecho en la vida. Yo iba reflexionando en mi carro, y cuando me fijé en que yo había votado negro-negro, me di cuenta que sinceramente me gusta que las demás personas ganen y que yo en la vida trataba de echarle ganas.

Al día siguiente llegué al curso con ese discurso, lo comparto con todos, pero el coach de inmediato buscó lo malo en mí, hasta que me pregunta: ¿a qué le tienes miedo? “A que las cosas no me salgan bien”, respondí. Y entonces me va llevando a lo que me estresa. Me pregunta: ¿tú te estresas con tu familia? Le dije: “sí”. ¿Les has gritado a tus hijos? Le dije: “sí”. Y entonces lo que me contesta es que le estaba dando mierda a mi familia.

Imagínate el choque que significó para mí, porque yo salgo a trabajar por ellos. Me hizo reflexionar, pero la forma en que lo hizo es muy duro. Después de que tengo ese quiebre me pide que cierre los ojos, que ponga las manos en el corazón y me pone la canción de “Señor corazón”. Luego llegan muchas personas a abrazarme, sentía que algunas lloraban y me daban ánimo. En lo particular entendí que todo es parte de un juego, de un esquema, porque ahí fue donde el couch me dijo que si iba al curso avanzado podría dar todo de mí.

Al final cierran con un círculo que va a girar a la izquierda. Te piden estar en silencio, sólo hacer contacto visual, y que votes de manera secreta con la mano en la espalda. Si escoges 1 es darse la vuelta, no ver a la persona que está enfrente; 2, aceptas la mirada; 3, aceptas un saludo; y 4, es un abrazo. Vota 4.

Te piden total honestidad. En esta actividad participan egresados de otras generaciones y eso hace que la votación sea cargada, porque traen el esquema de votar siempre 4. En las primeras rondas varios votan 1 o 2, es decir, no hacen el contacto del abrazo, pero para el tercero el voto ya no es más que el 4, porque el mismo grupo te jala y te sientes mal si no lo haces.

Después te hacen que no te fijes en la persona que está ahí, te dicen que le des un abrazo como si fuera tu mamá. Trabajan mucho con la representación de sueños, ideas o conceptos y todo tiene un fin.

La última pregunta que hacen esa noche es: ¿Ganaste? Todos gritan que sí, y el coach cierra con la frase: “si ganaste ahora, imagínate cuánto puedes ganar en el curso avanzado que ahorita sólo cuesta 4 mil pesos. Estaba en 7 mil, pero si tú pagas 4 mil pesos de contado, ya ganaste. Anímense porque les va a ayudar mucho”.

La verdad es que todo te lleva al pago del siguiente curso. Vi que el primer día buscan que te deprimas, el segundo día te levantan emocionalmente, y de esa forma te convencen para el siguiente nivel.

El coach te lleva a que saques todos esos temores o frustraciones y que las compartas con todos. Ellos dicen que es un momento de liberación, pero en realidad te llevan a una dependencia, porque te dicen que la única forma de mantener esa sensación de felicidad es a través de esas dinámicas.

Creo que en esos cursos buscan gente que cumplan dos características: la primera, que quiera salir adelante, pero por alguna situación no lo ha logrado, y la segunda, gente a la que le ha ido mal en la vida y le ofrecen que ahora estará bien.

Algo que vi y que me causó mucha sorpresa fue una compañera que sufrió de maltrato físico en su infancia, y entonces con las dinámicas que vivimos en el nivel Básico ella se veía más alegre, con más confianza en sí misma, pero de eso se trataba, de llevarte a un punto muy alto de dependencia, pero cuando sales a la realidad estás solo.

El coaching también es algo muy solitario, porque sales de ahí, de un mundo irreal, donde logras hacer muchas cosas, pero cuando quieres trasladarlo al mundo real se produce un quiebre también y si no sabes asimilarlo te puede afectar emocionalmente.

Estos cursos trabajan muy bien el hecho de que todos necesitamos de cariño, de apoyo, y ellos constantemente están pidiendo que nos abracemos, que pasemos al centro a compartir palabras, y todo esto te va dando mucha confianza, pero sólo en ese momento, porque mi desempleo sigue y ahí yo no encontré una solución.

Se supone que ahí iba a encontrar una solución emocional que me permitiera resolver mi desempleo, pero es como una droga, es como cuando te inyectas algo y te sientes bien. Aquí te inyectan emociones: bondad, fraternidad, amor… y te dejan solo.

- Publicidad -

Noticias Recomendadas

Últimas Noticias

- Publicidad -
- Publicidad -