La actual administración del gobernador morenista David Monreal tiene la cifra más alta de personas desparecidas de entre los más recientes cuatro Gobiernos, con 1,744 casos.
En el marco del Día Internacional de las Víctimas de Desapariciones, tomó más fuerza una preocupante realidad en Zacatecas, pues, en lo que va del llamado “Año de la Paz”, se han registrado 454 desapariciones, superando el total de casos reportados en todo 2022.
Estos mil 744 casos de personas desaparecidas o no localizadas que se han registrado en lo que lleva el mandato de Monreal, representan alrededor del 44% del total histórico estatal, que asciende a 3 mil 902 casos según el Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No Localizadas.
La tendencia es alarmante comparada con administraciones anteriores y colectivos como Sangre de mi Sangre lo han puesto en manifiesto.
Durante el mandato de Amalia García (2004-2010) se registraron 148 casos, que aumentaron a 548 bajo Miguel Alonso (2010-2016), y a 1,227 con Alejandro Tello (2016-2021). La cifra actual ha aumentado drásticamente, a pesar de que el sexenio de Monreal aún no concluye.
A pesar de la reducción en los homicidios dolosos que tanto presume el Gobierno, las desapariciones siguen en aumento.
En 2014, Zacatecas registró 74 desapariciones; en 2015, 85; en 2016, 112; en 2017, 154; en 2018, 99; en 2019, 233; en 2020, 3,030; en 2021, 551; en 2022, 432; en 2023, 694; y en lo que va de 2024, se han reportado 454 casos. Esto representa una tasa de crecimiento aproximada del 513.5% en la última década.
Es crucial destacar que, según la Secretaría de Información y la Comisión Nacional de Búsqueda, diversos grupos enfrentan una vulnerabilidad significativa frente a la desaparición forzada.
Los niños son particularmente afectados, ya sea cuando ellos mismos son víctimas, cuando nacen mientras su madre está en cautiverio, o cuando su madre o padre han sido desaparecidos. Las niñas y mujeres también sufren profundamente, ya que los roles de género arraigados en la cultura y la tradición incrementan su riesgo.
La población migrante enfrenta una alta vulnerabilidad debido a su estatus indocumentado, la falta de redes de apoyo y recursos financieros, lo que aumenta su riesgo de desaparición.
Los activistas sociales y periodistas, por su parte, están expuestos a un riesgo elevado debido a su trabajo en la defensa de los derechos humanos y la libertad de expresión, a menudo en contextos de gran riesgo.
Las movilizaciones en la capital se han llevado a cabo con prontitud. Desde el jueves, las madres buscadoras de Fresnillo se congregaron en el “Árbol de la Esperanza”, situado en el Jardín Obelisco, para visibilizar y recordar a sus seres queridos desaparecidos.
El colectivo Sangre de mi Sangre proyectó la película “Toshkua” en el centro de Zacatecas, donde los asistentes se colocaron junto a una malla roja, simbolizando a cada persona desaparecida.
Ayer se convocó una marcha en conmemoración de esta triste fecha. En la Plaza Goytia, zacatecanos se reunieron para hacer un llamado a las autoridades, portando mantas y mostrando los rostros de las personas ausentes.
“Persiste la impunidad y la falta de respuestas. Solo queremos saber: ¿dónde están? ¿Por qué desaparecen? Les recordamos con respeto y claridad que su labor es proteger nuestros derechos; es una obligación que deben cumplir”, expresaron los participantes.
Hicieron un llamado a la sociedad para solidarizarse con su causa, subrayando que cualquier persona puede ser víctima de un delito de desaparición, especialmente cuando las autoridades no imponen justicia.