En una reciente conferencia virtual titulada «Nearshoring en México: Ventajas y Riesgos», organizada por el Instituto Nacional de Formación Política de Zacatecas, María del Carmen Arreola Medina ofreció un análisis profundo sobre el fenómeno del nearshoring y su creciente relevancia en la economía global, con especial enfoque en su impacto en México. Reconoció que como estrategia de crecimiento económico ofrece ventajas significativas, sin embargo, a largo plazo se tiene que optar por fortalecer al económica regional sin depender de los grandes capitales.
El concepto de “nearshoring”, que se refiere a la relocalización de capitales hacia economías más cercanas, ha ganado relevancia como estrategia para optimizar costos y mejorar la eficiencia operativa, especialmente en el contexto de la globalización y la interconexión económica.
Incluso, Arreola Medina recordó que México ha sido históricamente un receptor de capital extranjero, mencionando cómo, durante la época de Porfirio Díaz, grandes inversiones internacionales se destinaron a sectores clave del país. Sin embargo, subrayó que el nearshoring representa una nueva versión de la deslocalización de capital, adaptada a las condiciones actuales del mercado global.
La conferencia destacó varias ventajas inmediatas de este fenómeno, como la generación de empleo y la expansión de infraestructura en las regiones receptoras. Estas inversiones no solo incrementan la producción y el Producto Interno Bruto (PIB) del país, sino que también facilitan el desarrollo de encadenamientos productivos, impulsando el crecimiento económico a nivel local.
No obstante, Arreola Medina también advirtió sobre los riesgos de depender exclusivamente de esta estrategia. En sus palabras, «No podemos utilizar el nearshoring como una solución permanente, pues a largo plazo puede resultar contraproducente si no se acompaña de un verdadero desarrollo científico y tecnológico». La académica enfatizó que las empresas extranjeras suelen mantener el control sobre la tecnología y la propiedad intelectual, lo que limita el potencial de crecimiento a largo plazo de la economía mexicana.
Además de estos riesgos, la maestra señaló otros desafíos asociados con el nearshoring, como la precarización del trabajo y la degradación ambiental. En México, la legislación más flexible en comparación con países desarrollados permite que las empresas extranjeras se beneficien a menudo a costa de la estabilidad laboral y el medio ambiente. Subrayó la importancia de que México desarrolle políticas que promuevan un crecimiento sostenible basado en la innovación y el desarrollo tecnológico, para asegurar un futuro económico más sólido y equitativo.
Arreola Medina también abordó la desigualdad regional como uno de los mayores desafíos. Indicó que la heterogeneidad regional significa que no todas las áreas, como Zacatecas, se benefician equitativamente de este proceso. La dependencia económica, según Arreola, es preocupante, ya que las inversiones extranjeras que impulsan el crecimiento a través de la exportación pueden retirarse rápidamente, dejando a México vulnerable.
Por ende, Arreola Medina abogó por una estrategia a largo plazo que no dependa únicamente del nearshoring. Propuso que México invierta en el desarrollo tecnológico propio para reducir la dependencia del capital extranjero. Asimismo, destacó la importancia de aprender de los países asiáticos, que han implementado planes de desarrollo tecnológico a largo plazo. Consideró crucial que el gobierno mexicano tome medidas para planificar un futuro más autónomo y sostenible, haciendo énfasis en la intervención del Estado como un elemento clave en este proceso.
Finalmente, enfatizó que, bajo el liderazgo de la doctora Claudia Sheinbaum, el gobierno de la Cuarta Transformación tiene la oportunidad de enfrentar los desafíos del nearshoring en México de manera estratégica. Recononoció que como académica, Sheinbaum cuenta con el conocimiento necesario para comprender y abordar estos temas, lo que podría ser una ventaja significativa para el país. Así pues concluyó mencionando que el reto no reside únicamente en aprovechar los beneficios inmediatos del nearshoring, sino en construir una estrategia de desarrollo que garantice un crecimiento sostenido y autónomo para México en las próximas décadas.