La Gualdra 540 / Libros
Para la poesía de Lucía Rivadeneyra ya se puede realizar un corte por lo publicado entre 1989-2020; es decir, a una distancia de tres décadas afortunadas, permite conocer su rigor lírico, esa pasión que despierta y mantiene presente, registra su lugar entre los autores de su generación. Ella ha trascendido en el universo hispánico; determina no una sino varias respuestas ante el posible lector y sucede incluso en el idioma italiano.
Este período de treinta años es la suma de su poesía visible por su voz personal: desde Rescoldos, para cerrar ese círculo virtuoso la antología bilingüe italiano-español In ogni cicatrice c´é la vita -En cada cicatriz cabe la vida- (Raffaelli Editore, 2020). La traducción al italiano la realiza el también poeta Emilio Coco y la incluye en la colección Ispanoamericana (número 31). Traduce 38 poemas; del primer título aparecen ocho; once del poemario En cada cicatriz cabe la vida; de Robo calificado son cinco; de Rumor de tiempos -que en realidad es una antología personal de 2007- traduce cinco; De culpa y expiación, seis; y, cierran la compilación tres poemas: “Pátzcuaro” (al ver este así titulado sabemos que de ella existe una deuda a la ciudad de Morelia), “Ropa interior” y “La tierra”, pero habrá que ver más adelante a qué poemario pertenecen.
Existe un adelanto del que aún no sale a la luz completo que se llama Hipocondría y ¡salud! La contraportada de la edición italiana le hace justicia editorial con una fotografía tomada a la poeta por Pascual Borzelli, el fotógrafo del Encuentro de Poetas del Mundo Latino que, para fortuna de la poesía mexicana, se realizó en la ciudad de Morelia por una década entre 2002 al 2011 y cerró sus actividades con el homenaje al poeta hispano-mexicano Tomás Segovia. En este encuentro de poesía promovido por Marco Antonio Campos participaron leyendo sus poemas tanto Lucía Rivadeneyra como Emilio Coco, así como los poetas más importantes de la poesía contemporánea de estos tiempos.
Esta antología difundida en la lengua de Dante Alighieri se vuelve señera y tiene el acierto de su asidero: representa en la bibliografía de Rivadeneyra un corte lírico, permite nombrar los ciclos de su poética, entender a cabalidad su evolución y reconocer con plenitud lírica su madurez literaria. Se encuentra esto visible y queda consolidada su presencia en la tradición mexicana. Por esta, más para el lector del italiano, es la antología que bien podría ser promovida para estos lares y confirmar su lugar en la tradición hispánica. Cabe decir que esta antología bilingüe italiano-española puede ser leída a la manera de lo que decía Juan Ramón Jiménez: por la inmensa minoría, por fortuna nuestra, revela el aliento lírico, incluso, por la facilidad verbal entraña y permite una vez más comprender que su traductor somete los poemas al encuentro de la lectura fluida, los determina con la palabra exacta y cubre a cabalidad el encuentro con expresiones que se vuelven de gran interés ante la lectura de poesía allá y aquí; pero hay que esperar que un día sea posible su lectura en nuestro país o que los poemas seleccionados por Emilio Coco para nuestra fortuna literaria alcanzaran finalmente una edición mexicana.
Ya que terminan por redondear el efecto: estamos ante una selección que encierra el heroísmo, la gran pasión lírica y porque, además, por sus páginas se percibe esa suerte de la revisión de lecturas de autores que la han marcado. Están presente si buscamos las huellas de quienes la guiaron, y de inmediato salen a relucir nombres como el de Pablo Neruda, el de Elías Nandino y Fernando Pessoa. Por esa huella permiten clarificar un estilo que se convierte en parte suyo y es parte de la búsqueda definitoria que denotan ser parte de su biografía literaria.
Las coordenadas están claras: In ogni cicatrice c´é la vita es la selección rigurosa de los poemas esenciales de Rivadeneyra. Permiten, eso sí, ver su evolución desde el poema breve, aguijoneado por la perfecta sincronía, encaminan al encuentro del verso con aires de pasión, se vuelven únicos sus versos y al pasar a revisar su escritura por los diferentes temas y variaciones, el encuentro con la vida, recuerda, que un buen baño borra todo, pero atenuar la presencia del erotismo, comprender que la realidad de la vida es, a veces, parte de un sueño haciendo honor al título: en cada cicatriz la vida registra un camino apasionante, el hallazgo de diferentes facturas o nombrar lo cotidiano, el robo que califica por temas del amor, el erotismo; comprender que sus versos son, eso sí, un ejemplo de durabilidad con imágenes inquietantes y atractivas.