La escasez de agua en Zacatecas no se debe a un problema de desabasto, sino a la sobreexplotación de los mantos acuíferos concedida o autorizada por los gobiernos en turno para favorecer a las empresas, afirmó Enrique Reveles Delijorge, especialista en Gestión Hidráulica.
En ese sentido, consideró que es necesario analizar cuál es el problema en la entidad: el desabasto de agua potable en el corredor industrial, la baja eficiencia de los sistemas de operación y distribución de los diferentes usos, la contaminación del agua, o el elevado consumo y costo de energía eléctrica para el bombeo del agua, o el abatimiento de los acuíferos subyacentes al corredor industrial en virtud de una errónea gestión del manejo y administración del agua que han levado a cabo las autoridades durante décadas.
Desde su perspectiva, es la última opción la que ha derivado en la problemática de falta de agua, puesto que el grado de sobreexplotación de los acuíferos, en gran medida para favorecer a las grandes empresas, es una situación de gravedad.
Comentó que, en los cinco acuíferos (Aguanaval, Calera, Chupaderos, Benito Juárez y Guadalupe Bañuelos), hay un déficit de agua debido a que se extrae más de la que se recarga naturalmente.
“En el caso de Chupaderos prácticamente es de más del doble lo que se está extrayendo en comparación a la recarga natural, y al ser esta sobreexplotación concedida o autorizada por la propia autoridad rectora del agua, la Conagua, deberíamos hacer directamente responsables a esta institución del minado de los acuíferos”, dijo.
Reveles Delijorge expuso que, desde la última publicación del balance hídrico hasta la fecha, en el acuífero de Calera, se autorizaron y se inscribieron en el Registro Público de Derechos de Agua 84 concesiones por casi 5.2 millones de metros cúbicos por año para el uso agrícola.
Según comentó, estas concesiones se otorgaron en apoyo a la agricultura por contrato con la empresa cervecera para la producción de la cebada, cultivo que requiere aproximadamente de 2 mil litros para la producción de un kilogramo en grano, mientras que para el maíz sólo se requieren de mil 300 litros por cada kilogramo producido.
“Esta es una aberración. Antes la cervecera compraba directamente el grano de la cebada o la malta ya procesada en el Estado de México. Esto, en cierta medida, nos eliminaba de la repercusión de la huella hídrica de utilizar agua para la generación de este cultivo y su producción”, expresó.
Con la implementación de la agricultura por contrato, explicó que la cervecera en Zacatecas impulsa a los agricultores de la región para que les produzcan la cebada que requieren para su producción.
Reveles Delijorge también mencionó que la cervecera requiere de tres y medio litros para producir un litro de cerveza, lo que significa que el agua que consume del acuífero Calera se eleva aproximadamente a 8 millones de metros cúbicos de agua, equivalente a toda el agua que utiliza las ciudades de Zacatecas, Guadalupe o Fresnillo para el uso público.
Es decir, la cervecera extrae la misma cantidad de agua que alguna de las ciudades más grandes de la entidad, de manera que era de esperar que se quedaran sin agua con una estrategia errónea de gestión del agua que se ha implementado “desde que existe la minería”.
“Estos datos son precisos para que nos demos una idea de quién es el responsable de la crisis del agua que estamos enfrentando. No eximo ni culpo directamente a los agricultores, porque es en esta actividad donde se extrae más volumen de agua, pero hay que entender que desde hace muchos años los agricultores han sido olvidados y abandonados por el gobierno”, indicó.
Al respecto, aseguró que si toda la agricultura de riego aumentara su tecnificación al 70 por ciento, entonces no habría problema alguno para recuperar todos los volúmenes de agua que necesita el uso público, ya que este únicamente extrae menos del 10 por ciento de toda el agua. Es decir, con un 10 por ciento que se pueda ahorrar mediante la tecnificación de la agricultura, se salva el volumen para el uso público.
Según Reveles Delijorge, “esto es nada más para darnos una idea de todo el engaño que está llevando a cabo la maquinaria pública y privada con la desinformación de todos estos datos técnicos”.
