La Gualdra 661 / Libros / Historia
La historia industrial de México a inicios del siglo XX estuvo marcada por el surgimiento de iniciativas que impulsaron el desarrollo económico y social. En este contexto, destaca la Compañía Industrial de Zacatecas S.A., fundada en 1926 por Manuel Sescosse, como la primera fábrica nacional dedicada a la producción de crisoles y muflas para la minería, y posteriormente, refractarios para las calderas de locomotoras. La empresa fue pionera en la producción de ladrillos refractarios de alta calidad, utilizando materiales extraídos de diversos yacimientos en Zacatecas, lo que permitió a México reducir su dependencia de importación.
La fundación de la compañía estuvo impulsada por la creciente demanda de materiales de construcción resistentes al calor debido a la expansión de la infraestructura ferroviaria y siderúrgica en el país. La fábrica fue establecida en un terreno adquirido en dos etapas en Zacatecas, y comenzó a producir crisoles y ladrillos refractarios, utilizando técnicas avanzadas de fabricación, como hornos de alta temperatura. Los ladrillos de Zacatecas se destacaron por su calidad y resistencia, lo que permitió a la compañía consolidarse como uno de los principales proveedores nacionales, especialmente para el Ferrocarril Central Mexicano.
El proceso de producción incluyó la molienda y prensado de caolín, un material clave en la fabricación de ladrillos refractarios, seguido de su cocción a temperaturas extremas en hornos especializados. La compañía se adaptó a las necesidades del mercado y diversificó su producción, incluyendo nuevos productos como pegamento para pisos y arcilla para la construcción.
Sin embargo, la compañía enfrentó varios desafíos, incluyendo la competencia de nuevas tecnologías, la urbanización alrededor de la fábrica y los problemas laborales que llevaron a la formación de sindicatos. Tras la muerte de Manuel Sescosse en 1966, la empresa experimentó un declive gradual debido a la modernización de la industria ferroviaria, que redujo la demanda de ladrillos refractarios. En 1995, la empresa redujo su personal, y en 2018, decidió liquidar la planta, continuando sólo con la fabricación de morteros refractarios.
En términos sociales y económicos, la compañía tuvo un impacto significativo en la comunidad, no sólo al proporcionar empleo, sino también al fomentar el crecimiento urbano alrededor de la fábrica. Hoy en día, la Compañía Industrial de Zacatecas sigue siendo un legado importante de la industria mexicana, con casi 100 años de historia celebrará su centenario en 2026, siendo un símbolo de la evolución industrial y social de la región.