La Gualdra 661 / Libros
Este libro es de lectura obligatoria para quien quiera comprender la espiral de violencia y degradación política que experimentó nuestro país con las administraciones panistas y que se ahondó vertiginosamente durante el llamado Calderonato.
Trata el pacto entre Vicente Fox y Martha Sahagún con Felipe Calderón, para que éste les asegurara no sólo impunidad por actos de corrupción, sino que además les habrá dado manga ancha para continuar operando. También aborda la alianza de Calderón con Elba Esther Gordillo, a quien señala como la operadora que le permitió hacerse de la presidencia; a la vez que deja claro que la guerra contra el narcotráfico emprendida en enero de 2007 fue la estrategia usada para legitimarse.
Narra las casualidades siniestras que acompañaron a Genaro García Luna durante su carrera como policía del panismo; el ahora preso y condenado a 38 años de cárcel en Estados Unidos no iba a ser a ser coordinador de la Policía Federal Preventiva con Fox, el elegido era Juan Pablo de Tavira, pero fue asesinado en circunstancias extrañas.
Se destaca el papel de la esposa, Margarita Zavala, como principal apoyo del Calderonato, la historia de su familia, su paso como estudiante sobresaliente de la Escuela Libre de Derecho y su periodo como diputada federal competente en asuntos técnicos en la Cámara de Diputados. Luego relata la metamorfosis que sufrió en Los Pinos, no con un protagonismo mediático como su antecesora, sino con un perfil de operadora política y de consejera del mandatario.
Se narra la influencia y el poder desmesurado que llegaron a tener en el sexenio calderonista dos fundamentalistas evangélicos que se colaron al círculo más alto, el matrimonio formado por Rosa María de la Garza Orozco y Alejandro Lucas Orozco Rubio -quien fungió algún tiempo como director del INAPAM-, ambos asesores espirituales del matrimonio presidencial. Detalla las lecturas sagradas que el matrimonio de evangélicos le hacía a Felipe Calderón, con las que lo convencieron de que era un predestinado por Dios y que era orden divina emprender la guerra contra el narco.
Se narra el origen de Juan Camilo Mouriño, de dónde venía, cuáles eran los negocios de su familia y el motivo por el cual decidió entrar en política; el paso efímero por la política del amigo más cercano de Calderón no justifica los honores que se le rindieron −de jefe de Estado− después de aquel trágico accidente. Se deja abierta la sospecha de que aquel accidente no fue tal, sino un atentado contra el hombre más cercano al mandatario.
Se relata el ascenso de Patricia Flores Elizondo, a la que identifica como la “Señorita 10%”, de cómo de una posición administrativa en la Cámara de Diputados llega a convertirse en la jefa de la oficina presidencial; y cómo desde esa posición incrustó a familiares suyos en altos puestos de la administración calderonista; el libro relata los actos de corrupción que luego le ocasionaron ser despedida como encargada de la construcción de la Estela de Luz.
Se devela el papel de la DEA y la influencia estadounidense en la política de seguridad seguida durante el Calderonato. Relata el operativo “Rápido y furioso”, y cómo éste fue una violación a la soberanía del país y las amargas consecuencias que conllevó dejar que los narcotraficantes se hicieron de más y mejores armas.
Hay un capítulo dedicado a las víctimas de aquellos aciagos tiempos; testimonios estremecedores. Los llamados daños colaterales a los que alguna vez hizo alusión Felipe Calderón. Soldados desaparecidos o que se suicidaron, estudiantes, activistas, periodistas secuestrados y luego asesinados. Todas víctimas de una guerra no autorizada por el Congreso de la Unión.
Sólo conociendo nuestra historia podemos asegurarnos que tragedias como las que han ocurrido en la historia de este país no vuelvan a ocurrir.
Olga Wornat, Felipe, el oscuro, Editorial Planeta, segunda reimpresión, México, 2020.