Ante manifestaciones recientes en varios espacios de la Benemérita Universidad Autónoma de Zacatecas (BUAZ), el rector Rubén Ibarra Reyes afirmó que estas no son necesarias porque todos los conflictos se pueden resolver mediante el diálogo; en el caso de la Casa de la Mujer, precisó que se trata de un espacio privado en el que la institución no tiene obligación de apoyar.
“Siempre he sido respetuoso de los compañeros cuando tienen alguna inquietud, pero insisto en que una toma no resuelve una problemática que se puede resolver con el diálogo y atenderlas”, expresó.
Sin embargo, en el caso de la Casa de la Mujer detalló que se trata de un espacio privado, no de la universidad, motivo por el cual la institución no tiene responsabilidad financiera para este.
Recordó que en su administración se ha tenido cuidado con el uso de los recursos y entonces no se le va a destinar dinero de la BUAZ a un bien privado, ya que este debe utilizarse para los espacios universitarios.
Ibarra Reyes indicó, entonces, que “no vamos a meter un centavo que sea de la universidad para mantenimiento o adecuación de una casa privada. Hubo momentos en que se pagaba, pero por disciplina y austeridad ya no se puede”.
En ese sentido, informó que este miércoles pagó el salario de la segunda quincena de febrero contemplando el incremento salarial que propuso en el emplazamiento a huelga de ambos funcionarios, el cual no se aplicará en ningún integrante de la administración central de la BUAZ.
Refirió que eso demuestra la austeridad que se está implementando, además de otras medidas como la reducción de gasto en gasolina, de forma que no es correcto gastar el recurso de la máxima casade estudios en espacios que no son de la institución.
Sobre el compromiso que se firmó con la Casa de la Mujer y el que se acusa a la Rectoría de no cumplirlo, precisó que no hay compromiso para pagar el mantenimiento, sino la renta, tema en el que hay un adeudo debido a la falta de factura.
No obstante, del total de esos compromisos, Ibarra Reyes aseguró que se ha cumplido con el 90 por ciento, pero después del plebiscito de hace dos semanas “es normal, hay a quien no le gusta el resultado y por supuesto que tiene matices políticos”.
