Banxico mantiene alta la tasa de interés en 11%. En la última reunión de la Junta de Gobierno hubo pronunciamientos de que se anticiparon en bajar la tasa de interés de 11.25% a 11%. Sigue estando alta y hasta quisieran subirla para restringir la actividad económica, el empleo y la demanda para bajar la inflación, sin haber por parte de ellos una autocrítica del fracaso de dicha política para alcanzar el objetivo de inflación buscado de 3%. No les importa que esa alta tasa de interés ha incrementado los problemas financieros del sector público y del sector privado no financiero, llevándolos a restringir consumo e inversión para pagar la deuda y así enriquecer al sector bancario, que es el acreedor. En la minuta de la última reunión de la Junta de Gobierno, los firmantes de la misma, esperan que al disminuir el déficit fiscal al 2.9% del PIB el próximo año se reduzca la inflación. Persiste la visión neoliberal de bajar la inflación reduciendo demanda, sin reconocer que la inflación es estructural, derivada de problemas de oferta, es decir, de escasez de productos, que es originada por la alta tasa de interés y los recortes presupuestales que disminuyen la inversión, la producción, configurando el contexto recesivo e inflacionario en que la economía se encuentra. Los datos reportados por el INEGI respecto al crecimiento del PIB en el primer trimestre de 2024 reflejan un crecimiento de 0.3% respecto al 4º trimestre de 2023, y un crecimiento anualizado de 1.93%, pero el crecimiento promedio anual del 1er. trimestre del 2019 respecto al 1er. trimestre del 2024 ha sido solo de 0.9% y la inflación de la primera quincena de mayo del presente año es de 4.78%, mayor que la presentada en la quincena anterior.
Banxico reportó que en el primer trimestre del año solo el 16.7% de empresas utilizó créditos nuevos. Las empresas encuestadas por Banxico señalaron que no solicitan créditos bancarios por las altas tasas de interés, como las altas garantías que la banca comercial solicita para otorgar crédito, así como al no ven perspectivas de mejorar sus ingresos. Ello evidencia como la política de Banxico y los recortes presupuestales de Hacienda son las causantes de la desaceleración de la actividad económica, que contrae ventas e ingresos de las empresas, por lo que no demandan crédito, por lo que no hay inversión, no hay crecimiento y seguirán las empresas y familias sin ver incrementado su ingreso para hacer frente al pago de sus deudas, como para aumentar consumo e inversión y así retomar el crecimiento económico. Por su parte el gobierno, al no crecer el ingreso nacional, tampoco podrá ver mejorada su recaudación tributaria, por lo que seguirá aumentando el déficit fiscal y la deuda.
La calificadora Fitch Ratings presiona al gobierno para que reduzca el déficit fiscal y la deuda, so pena de bajarle su calificación crediticia, lo que implica que se incrementarán las tasas de interés en el mercado de capitales cuando México y sus empresas públicas recurran a créditos. Ello llevará al nuevo gobierno a cumplir los Pre-Criterios Generales de Política Económica que presentó el gobierno en semanas pasadas, donde se prevé un recorte presupuestal para llevar el déficit fiscal de 5.9% en el 2024, al 2.9% en el 2025. Ello ocasionará una fuerte caída de la actividad económica, sin que baje la inflación, como espera Banxico y Hacienda, por lo que seguiremos en el contexto de estancamiento con inflación, que aumentará los problemas de insolvencia que comprometerá la estabilidad bancaria.
La economía internacional se está desacelerando de tal manera no hay perspectivas de crecimiento a través de exportaciones. La economía de Estados Unidos, que es nuestro principal destino de exportaciones, solo creció 0.4% en el primer trimestre de 2024 respecto al trimestre anterior. Al desacelerarse la economía mundial no se dará la gran entrada de inversión extranjera por concepto del nearshoring, que tanto espera el gobierno, como empresarios, por lo que no tendremos motor de crecimiento y de venir tales empresas, las que ganan son ellas y no el país.