■ Ningún sector de la sociedad puede pasarlo por alto y tenemos que pronunciarnos, advirtió
■ Labor docente no tiene sentido en un clima de violencia que genera un Estado fallido, dijo
En la medida que haya más articulación entre los estudiantes del estado y el país, el impacto de su movilización para exigir la aparición con vida de los normalistas de Ayotzinapa, será mayor, afirmó René Amaro Peñaflores, docente investigador de la Unidad Académica de Historia de la Universidad Autónoma de Zacatecas (UAZ).
“Sobre esos hechos que ocurrieron hace un mes en Iguala, Guerrero, la represión terrible que sufrieron los estudiantes normalistas de Ayotzinapa, ningún sector de la sociedad podemos pasarlo por alto y tenemos que pronunciarnos, sobre todo porque son los jóvenes quienes sustentan el desarrollo futuro”, indicó.
En ese sentido, manifestó la necesidad que el sector académico se pronuncie y que no se quede en las aulas o en los cubículos, puesto que la labor docente o de investigación no tiene sentido en un clima de violencia e incertidumbre que genera un Estado fallido.
La desaparición de 43 jóvenes estudiantes, reiteró, da cuenta de la promiscuidad del Estado que ya no garantiza en ningún sentido la seguridad, la cual es una de sus funciones fundamentales.
Amaro Peñaflores destacó la jornada de movilización nacional e internacional que llevaron a cabo estudiantes en las últimas semanas, aunque ahora “debe cobrar más fuerza para lograr soluciones y exigir que aparezcan los normalistas”.
Comentó que en el caso de Zacatecas, durante décadas los estudiantes habían asumido una actitud pasiva e incluso los académicos “pensábamos que su función ceítica se había cancelado, pero observamos que no, que se están reivindicando y se están organizando, lo cual es necesario para reactivar otros sectores”.
Desde su punto de vista, las marchas que se han realizado en el estado y el paro de actividades que han emprendido en las instituciones educativas para solidarizarse con el caso de Ayotzinapa, han implicado una organización importante, pero “la lucha estudiantil tiene que buscar articularse y establecer instancias organizativas que les permita defender la educación pública”.
Asimismo, dijo que las manifestaciones estudiantiles tienen un impacto importante, aunque hay la paradoja que las movilizaciones que se presentaron en diversas ciudades del mundo “de pronto cobran más sentido que nuestras propias movilizaciones. Por eso el mayor peso que debemos darle es desde adentro, buscando que se erradique la impunidad que padecen los sectores populares frente a un México imaginario en el que vive la élite”.
En ese contexto, Amaro Peñaflores reiteró que la organización estudiantil, ya sea en solidaridad con los normalistas, o para la defensa de la educación como es el caso del Instituto Politécnico Nacional (IPN), reafirma que los estudiantes son un sector fundamental para la transformación social y la actual coyuntura puede ser el momento ideal para forjar nevas condiciones.