Editorial Gualdreño 674
Vengan a ver la farsa.
el decorado roto, la peluca mal puesta,
palabras de cartón y pantomima.
Son malos siglos para la justicia.
No existe majestad en la casa del rey.
Luis García Montero
Inicio con este fragmento del poema de Luis García Montero porque vino a mi memoria a partir del título Una farsa es la mañana, nombre de la próxima exposición de Óscar Édgar López, escritor, promotor cultural y artista plástico zacatecano. Óscar es Licenciado en Letras y Maestro en Investigaciones Humanísticas y Educativas, por la Universidad Autónoma de Zacatecas, y es, desde hace muchos años, un promotor cultural nato que, a partir de su generosa creatividad empezó a imaginar un mundo en el que el arte tocara todas las aristas de su vida.
Lo primero que conocí de él fueron sus textos, los que hace más de una década tuvo a bien mandarme para que fueran publicados en La Gualdra. Y así fue. Luego, conocí su producción plástica y lo primero que me generó fue una cálida sorpresa, porque vi cómo su trabajo literario podía adivinarse también ahí, en sus imágenes. Plástica y literatura convergen en lo que hace; múltiples influencias artísticas pueden intuirse no sólo en lo que escribe sino en lo que pinta, dibuja y graba porque Óscar Édgar tiene la facultad de hacer que ambos lenguajes confluyan de manera natural.
“Porque el terror del día es durar lo que dura una flama: una farsa es la mañana; expresión de pesimismo álgido, no podríamos sentirnos de otra manera en un mundo siempre concentrado en la aniquilación. Sí, vivir puede ser dulce y aún están las uvas, las mañanas frescas, las complicidades de la alcoba, pero el ser humano es incontrolable en su afán autodestructivo o quizá sea únicamente su camino, habremos de suprimirnos para promover el surgimiento de eso otro que aún no entendemos”, dice el artista a propósito del nombre de su exposición, y cuando leo esto no puedo evitar recordar a los pintores expresionistas del siglo pasado, como Kirchner, Munch y Emile Nolde particularmente.
Óscar Édgar encuentra en la literatura y las artes plásticas la manera de plasmar una realidad distorsionada, suya y a la vez nuestra; ésa que alude a temas del día a día, pero descarnados, por momentos sórdidos y llenos de color y emoción. Ella ama lo puerco que soy, Solo y sin bolsillos para meter las manos antes de llorar, Cuando los locos ya no se crean Napoleón, Seis palabras para un mundo deshabitado son algunos de los títulos de libros de su autoría que recuerdo ahora mientras veo las imágenes de la obra que presentará el sábado 28 de junio, a las 16:30 horas, en la Galería Vetagrande, ubicada en la calle Ameca de Vetagrande, Zacatecas.
Menciono los títulos anteriores de sus libros porque la obra que forma parte de la exposición Una farsa es la mañana estará a la venta y lo que se recaude será destinado al financiamiento de su próxima novela Un oso amoroso es un ser monstruoso, editada por la editorial independiente Stultifera Navis del estado de Morelos (que también editó el año 2022 su libro Flor de sangre sembrada por el amor). La novela aparecerá este año, nos dice su autor que ya se están maquilando los primeros ejemplares, así que habrá que estar pendientes de su presentación.
Por lo pronto, yo los invito a que el sábado 28 de junio asistan a la inauguración de esta exposición en la que mostrará su trabajo producido durante el primer semestre del año y cuyas piezas nos motivan a explorar un mundo donde los símbolos, las formas y los colores dialogan con las historias, mitos y emociones; y nos invitan, además, a reflexionar sobre temas como la vida, la transformación, la identidad y el paso inexorable del tiempo.
Estoy segura que recorrer esta exposición con la sensibilidad abierta a los símbolos e historias que este artista zacatecano ha plasmado en su obra será una gran experiencia porque podremos constatar cómo el arte se convierte en un espejo que nos refleja. Ahí nos vemos.
Que disfrute su lectura.