La sequía es un fenómeno meteorológico que ocurre cuando la precipitación es menor que el promedio histórico y cuando esta deficiencia es lo suficientemente grande y prolongada como para dañar las actividades humanas. El cambio climático amenaza a la supervivencia humana y a toda forma de vida, entre otras cosas, genera un aumento en la frecuencia de sequías en zonas como Zacatecas, donde los altos niveles de radiación solar y evaporación se combinan con escasas precipitaciones y favorecen la recurrencia de periodos prolongados de sequía.
Los impactos de la sequía son devastadores tanto en lo ambiental (abatimiento de agua en acuíferos, presas, lagos, ríos, manantiales, daños a la biodiversidad, erosión e incendios), económico (baja productividad, siniestros en la agricultura y ganadería) y en lo social (desabasto de agua potable, enfermedades, pobreza, hambre, desnutrición, desempleo y pérdida de vidas humanas).
Uno de los sectores económicos más afectados por la sequía en el país, es el sector agrícola y ganadero. Los efectos de la sequía en la agricultura son de diversos grados, según su periodicidad e intensidad, pueden alcanzar desde daños a la economía familiar por pérdida parcial o total de la inversión y del ingreso esperado, hasta daños a la economía regional y nacional por la interrupción del ciclo productivo, reducción del ingreso, desocupación productiva, desabasto de alimentos, pérdida del nivel de bienestar, desilusión y pérdida de la esperanza de los productores e inclusive desarraigo y migración.
Las sequías a pesar de que es una característica recurrente del clima, erróneamente se les considera como atípicas, a diferencia de otros fenómenos naturales como los huracanes, su comienzo y final no están al alcance de la percepción humana. En la actualidad, las sequías son típicas por su mayor frecuencia como consecuencia del cambio climático, prueba de ello, es la sequía que nos azotó gravemente el año pasado, la cual causó grandes estragos en la agricultura y ganadería.
Las sequías se presentan de manera recurrente, con periodicidad inexacta, por lo que deben ser atendidas con preparación previa. Para esto es conveniente contar con un plan de preparación para enfrentarla; los planes de preparación ante la sequía deben contener tres componentes esenciales: Un sistema de alerta temprana; análisis de impactos y de riesgo y estrategias de mitigación y de respuesta. Hasta hoy, los esfuerzos ante este fenómeno se han enfocado más en la mitigación de sus efectos que en la prevención o disminución de los mismos, tanto las instituciones gubernamentales como los productores actúan de manera reactiva y no preventiva. Gran parte del problema de México radica en que no hay investigación suficiente sobre las causas, los impactos y menos aún, sobre las posibles formas en que diversos sectores económicos, regiones y grupos sociales deben prepararse y tomar con anticipación las medidas preventivas que disminuyan su vulnerabilidad.
México deberá tomar el ejemplo de Estados Unidos o de Australia, en los que se canalizan recursos importantes para la investigación y la planeación, antes, durante y después de las sequías, lo que deriva en una menor vulnerabilidad de la población a través de medidas preventivas para disminuir sus impactos.
El tema de riesgo ante sequías y su gestión deberá elevarse al más alto nivel de la agenda política del sector agrícola, ganadero e hidráulico, para que a través de la gestión de riesgos se puedan llevar a cabo acciones para disminuir la vulnerabilidad y tomar con anticipación las medidas preventivas para disminuir sus impactos y pérdidas. Por ejemplo, si se considera dicho riesgo en la planificación de los ciclos agrícolas, los agricultores podrán recurrir a variedades con más tolerancia a la sequía. También se pueden alterar los tiempos de siembra usando variedades de ciclo corto, aunque de menor rendimiento, con la finalidad de disminuir las pérdidas en la producción. Igualmente, en la ganadería se puede recurrir a razas de ganado más tolerantes a la sequía y a la construcción de grandes bordos de almacenamiento de agua que le den la vuelta al año, recubiertos con geo membrana para evitar filtraciones.
Ante los retos que plantea la sequía y el cambio climático, particularmente en el sector agrícola y ganadero, resulta fundamental crear y fortalecer capacidades en el ámbito institucional y emprender acciones de adaptación. Realizar actividades tendentes a investigar, monitorear y predecir la sequía meteorológica, hidrológica y agrícola; estudiar y dar seguimiento a los efectos adversos producidos por la sequía; desarrollar estudios que permitan establecer las causas de la vulnerabilidad ante la sequía que lleven a proponer estrategias de prevención de los impactos negativos.
Por lo antes expuesto y con las aportaciones de académicos e investigadores de las Universidades Autónomas de Zacatecas y de Chapingo, integrantes del Consejo Estatal de Academia, Investigación, Tecnología e Innovación de la Cuarta Transformación presenté ante el Congreso una iniciativa de ley para la creación del Centro Nacional de Gestión de Sequías (CENAGES) con sede en Zacatecas. El CENAGES contará con profesionales de distintas áreas especializados en el tema, estará encargado de establecer vínculos con dependencias oficiales para la planeación, organización e implementación de estrategias de prevención y adaptación a corto, mediano y largo plazo; organismo que tiene por objeto generar de manera interinstitucional y multidisciplinaria conocimiento sobre la sequía que permita diseñar estrategias de reducción de vulnerabilidad a la población y al sector agrícola y ganadero. Asimismo, elaborar un Sistema de Alerta Temprana ante la Sequía basado en diagnósticos y pronósticos científicos, con definición de acciones por parte de los tomadores de decisiones involucrados.
- Diputado Federal Por Zacatecas