En la antesala del siguiente ciclo escolar, a unos días que inicien las clases sigue la embestida contra los LTG. La Iglesia vuelve a la carga. Aliados en una santa cruzada se ha conformado una triple alianza formada por padres de familia, gobernadores; la mayoría panistas y la Iglesia, tanto la católica como algunas protestantes cristianas evangélicas.
Acusan que los textos gratuitos son libros escritos por Satanás. No los han leído, pero ya procedieron a estigmatizarlos. En una muestra de un deplorable oscurantismo, cegados por sus fanatismos, en Chiapas ya hicieron una pira para quemarlos. Esto ocurrió el domingo 20 de este mes de agosto en un pequeño poblado de nombre San Antonio del Monte en el municipio de San Cristóbal de las Casas. Azuzados por obispos o pastores de una secta protestante, habitantes de esta población se dieron gusto quemando libros que estaban por entregárseles a sus hijos. La razón para incurrir en este acto de barbarie fue poque los obispos cristianos chiapanecos condenaron a los LTG por ser “una forma de adoctrinamiento, ideológica, sexual (sic.) y de género que atenta contra la niñez” (en La Jornada, 22 de agosto de 2024). Solo por citar un dato: En Chiapas la religión católica ha estado perdiendo terreno e influencia. En la actualidad la tercera parte de la población de ese estado se declara afecta a una religión protestante o cristiano evangélica.
Ese mismo día en la vecina y alegre Aguascalientes, convocados por el Frente Nacional por la Familia se manifestaron desfilando en protesta y rechazando los libros por las calles Cosío y Madero hasta llegar a la Plaza Patria, En días anteriores el distinguido y muy preclaro obispo de esa ciudad, mencionó a sus fieles creyentes ser portador de un encargo (¿acaso de la gobernadora?). Procedió a arengarlos diciéndoles que los libros tienen una “tendencia marxista ideológica y política”, por lo que pueden “desorientar a nuestros niños y adolescentes”, (ibid.).
Los ataques y protestas en rechazo a los libros de texto gratuitos no son nuevos. Habría que recordar que al inicio de los 60’s del siglo pasado las mismas fuerzas vivas que hoy ponen el grito en el cielo y se oponen a que lleguen a las escuelas: la derecha reaccionaria encabezada por el PAN y la Iglesia católica, las editoriales, prensa y medios de difusión masiva también protestaron y rechazaron los primeros LTG’s en el gobierno de López Mateos.
Se atribuye al “viejo topo” la frase: “la religión es el opio del pueblo”. Las Iglesias en México, tanto las designo católico como las protestantes cristiano evangélicas, contrariamente a lo que debería ser su función primordial como lo es proporcionar “el pasto espiritual” a sus rebaños, orientándolos y guiarlos con los valores morales más caros, ha usado como pretexto la coyuntura del cuestionamiento de los LTG para atacar al gobierno. Más concretamente a la persona que lo representa. Los dignatarios eclesiásticos sin conocer realmente su contenido, reproducen sus fobias y prejuicios contra unos textos a los que califican de marxistas e ideologizantes. Dicen que lo que buscan es adoctrinar a los niños y que contienen saberes ajenos a su entendimiento. En lugar de invitar a sus feligreses a que revisen objetiva y con ojos críticos los manuales didácticos los exhortan y excitan para que los rechacen, no los acepten y hasta prendan hogueras para quemarlos. Con sus sermones y exhortativas lo que han hecho es seguir enajenado sus mentes y alienándolos más al trasmitirles prejuicios, estereotipos y la mentalidad conservadora que los obispos y ministros poseen.
La Iglesia está siendo coro y sumándose al rechazo de gobernadores, que no conformes con no distribuir los libros se han amparado y lo que es peor, un ministro de la SCJN ya les concedió esos amparos.
¿Cuál es realmente el juego de la Iglesia, a que apuesta? ´
¿Qué tiene que andar haciendo metiéndose con la educación pública y gratuita, cuando ésta es además laica” Anda en el rejuego político como ariete del FAPM de Xóchitl Galves y del PRIAN? Los intereses de estos son también los de la iglesia. Estar al lado de los amos.
Nuestro presidente que se ha declarado cristiano, para hacer efectiva la frase de “al César lo que es del cesar y a Dios lo que es de Dios”. No tendría que hacer más que aplicar la ley y poner a obispos y ministros de culto en su lugar.
